No siento rabia. Ni ganas de venganza. No estoy ni enfadada.
Solo siento dolor. Pena. Nostalgia. Siento un vacío en el pecho.
Me siento engañada. Traicionada. Traicionada por mi misma. ¿Como pude caer tan fácilmente?
Supongo que tienen razón los que dicen "lo que fácil viene, fácil se va"
Fue tan fácil, tan rápido y tan intenso a la vez. Pero ¿fue bonito? ¿No?
Por ahora, lo único que puedo pedir es que no me olvides, que cuando pase por tu lado recuerdes todo lo que vivimos, lo que sentimos y lo que compartimos.
Así que ahora abro una botella de vino y brindo por tu sonrisa, por los cuadros de Van Gogh que me recuerdan el sonido de tu voz. Por ti y por mi.