Capítulo Ocho.

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Mérida

Volteamos y ahí estaba el Naga.

- ¡CORRAN!- oí que gritaba Carl, no tardamos mucho y empezamos a correr sin rumbo simplemente queríamos estar a salvo y lejos del Naga. Ya que no era una criatura fácil de matar, costaba demasiado y por lo visto la única arma que le hizo daño según dijo Adelice fue el arco de mi hermano. No es que tengan gran cosa pero yo tengo uno igual al suyo, esta hecho de bronce celestial pero bueno. También tengo una daga hecha del mismo material.

Estaba corriendo por el bosque torpemente ya que no logre ver una rama que estaba en el suelo y caí de bruses, el golpe no fue tan duro pero me retraso lo suficiente, no se a quien había seguido el Naga pero no quería seguir aquí tirada y descubrir que yo era la afortunada. Ya había sufrido un golpe de esa cosa y me mando directo a dormir.

Sentí un brazo en mi hombro y di un salto de la impresión con una exclamación una tanto aguda pero esa persona hablo al instante.

-Tranquila Mer soy yo- me dijo sarahi con voz calmada, ella era una de mis mejores amigas casi hermanas (sin decir que es mi única amiga) con ella pase momentos grandiosos la conocía desde los 6 años y fue alguien que me apoyo mucho.

Me ayudó a pararme y nos pusimos en marcha.

Llevábamos como diez minutos corriendo y volte de reojo para ver si alguien o algo (el Naga) nos seguían, pero para la suerte de sarahi y la mia era el Naga.

-Nos viene siguiendo esa cosa corre más rapido- advertí a Sarahi. La cual me miró y asintió con la cabeza.

Esa cosa estaba que nos pisaba los talones, no corría muy rápido pero si lo suficiente para mantenerse casi a nuestro paso.

Sarahi tocó mi brazo y vi como me señalaba unos árboles que estaban demasiado juntos y no eran lo suficientemente grande para que entrará por ahí el Naga. Los árboles estan en forma de V y otros torcidos, "gracias a los dioses."

Asenti con la cabeza indicando a sarahi que fuéramos para aquellos árboles, giramos y fuimos corriendo hacia ahí lo más rápido que podiamos. Nos tratamos de adentrar lo más profundo en los árboles hasta que estaban demasiado pegado y ya no dejaban paso.

Estábamos muy apretadas y nuestros cuerpos estában muy pegados pero cuando volteamos para ver si el Naga entraba pero por suerte su cuerpo era lo suficientemente ancho para no entrar. Empezó a meter su mano con esas garras enormes, haciendo fuerza para entras más y más Hasta poder alcanzarnos. No lo logro.

Se alejo el Naga, tanto sarahi y yo soltamos el aire que no me di cuenta estábamos sosteniendo. Voltee y mire a sarahi la cual estaba pálida y sus ojos abiertos como platos, su respiración era agitada, su playera manchada de sudor por lo que corrimos, "si ella esta así, yo estaría peor", sarahi me miró, tomó aire y hablo.

- ¿Salimos?- pregunto tomando bocanadas de aire- Tenemos que encontrar a los demas- agrego esto último con un solo aire.

- Hay que tomar aire y- tome aire- salimos para buscarlos- le dije.

- Está... bien- me dijo y esperamos.

Pasaron 15 minutos cuando decidimos salir, pero antes de salir debía de ver si el Naga seguía ahí afuera. Me asome sacando solamente la cabeza y voltee a los dos lados.

- ¿Ves algo?- oí que sarahi pregunto a mis espaldas.

- Mmm... no hay nada- le dije y salí de nuestro pequeño "refugio".

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