"Diario De Una Sobreviviente"

Capitulo 4_ El Abandono Precipitado

[*Kiara*]

Me levanté a la mañana siguiente y lo primero que vi al despertar fue a Azulado a diez centímetros aproximadamente de mi cara. Eran las nueve de la mañana, solo yo me había despertado.

- ¡Ah! - grite del susto al verlo tan cerca.

- *bosteza*- Se sienta bostezando y sobándose los ojos.

- ¿Qué te pasa? ... Yo que estaba durmiendo tan tranquilamente ... - dijo mientras se sobaba los ojos.

- ¡¿Porque estas tan cerca de donde duermo?! - pregunte molesta.

- Tenia frió anoche... - dijo mientras se rascaba la cabeza tranquilamente.

Me paré para comer algo ya que Azulado había traído comida cuando llego ayer, pero de un momento a otro alguien se abalanzo sobre mí y me tapo la boca, me sofocaba, mire a mi alrededor en busca de la ayuda de mi leal perro, Tokio, pero vi que él también estaba desmayado en el suelo con una soga en el hocico, intente zafarme de las manos de mi agresor, pero era demasiado fuerte, empece a ver todo borroso, deje de forcejear a causa de la falta de oxígeno, empece a cerrar los ojos, pero un momento antes de cerrarlos, vi unos ojos azules antes de desmayarme.

~×~

Me levanté sobresaltada, estaba encima de alguien y me di cuenta que estaba sobre la espalda de Azulados, parece que llevo durmida rato, siento mi pelo pegado a mi cara.

- ¿Donde estamos? - pregunté nerviosa y sobandome los ojos para ver mejor.

- Pronto estaremos seguros - dijo mientras miraba alrededor.

- ¿A donde vamos? - pregunté insegura de donde estábamos.

Era una calle solitaria, estaba sucia y vacía, en algún momento hubo algún carrito de comida china por la calle, pero no se veía nada de eso, el lugar ya no era el mismo de antes, los vidrios de las casas y tiendas estaban estaban esparcidos y hechos añicos por todo el piso, no se veía a nadie por la calle, solo estábamos yo y Azulado.

- Te pregunté algo - dije ofendida ya que me había ignorado

- Estamos yendo a "Forte", es una fortaleza inmensa de piedra, ahí vivo yo y otras personas más - dijo agachándose en cuclillas y poniendo sus manos en el piso.

-¡Oh~! ¿Por qué te agachas? -pregunté al ver que seguía arrodillado

-Si ya despertaste bájate -dijo Azulado

-Aún no me despierto del todo... -intente mentirle, la verdad es que aún quiero que me cargen...

- ¡Bájate! -gritó irritado. Me bajé de su espalda y me percaté que Toky no estaba a los alrededores.

- ¡¿Y Toky?! - pregunté alterada

-Cállate un segundo - dijo en tono amenazador.

- ... ¿ya? - pregunté preocupada y curiosa.

Me jaló del brazo y entramos a un edificio, de las escaleras de este apareció Toky, que bajaba del segundo piso de esta solitaria tienda a la que habíamos ingresado, las sillas de lo que alguna vez fue una cafetería estaban tiradas por el piso, había una puerta al lado de la mesa de recepción, pero estaba cerrada.

- Quédate en silencio - dijo Azulado susurrando

- ¿Que pasa? - dije susurrando preocupada y un poco nerviosa.

Toki empezó a gruñir a la puerta y se puso en pocisión de ataque.

-Prepárense - dijo Azulado serio, sacando su pistola y cargándola con su munición.

Algo se acercaba.