Capítulo 8

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–¿En serio te gusta ese chico?–Me pregunta Liz mirándome como si estuviera loca. Y es que sí lo estoy.

Le había contado todo, desde la situación incómoda en la que estuve hasta los extraños sentimientos que siento hacia Colton Haynes. Sí, es extraño. Primeramente porque; nisiquiera me agrada y me gusta.

¿Cómo es eso siquiera posible?

¡Ugh! Debo estar volviéndome loca. No sé, pero sus acciones así como me disgustan ¡me gustan! ¡Necesito ir a un psiquiatra, ya!

–Lo sé, Liz. Es una locura, y apesar de que se cree el chico más guapo del mundo; cuya actitud que odio en los chicos.–Miro hacia el techo suspirando.–Pero...

Me quedo sin palabras. Pienso tantas cosas sobre él, tanto malas como buenas que ni siquiera puedo explicarme de una manera clara y precisa.

–Creo que te estás volviendo loca, ________.

La miro y le sonrío, estando de acuerdo con lo que dice.

–Él me vuelve loca.–Hago énfasis en él. Suspiro.

Estábamos tumbadas en mi cama boca arriba. Ni siquiera sabía la hora. Sólo sé que está oscuro.

Elizabeth se para de la cama y me mira.

–¡Hagamos algooo...!

–¿Qué vamos a haceeer?–Digo burlándome del tono en que lo dijo.

Ella me mira mal. Bufando se pone a dar vueltas por la habitación.

–¡Ah!–La idea me llega a la cabeza tal que me incorporo tan rápido que creo que me ha sonado un hueso en mi cuello.–¡Ya sé que vamos a hacer!

–Yo también sé que voy a hacer, voy a ir en busca de un martillo y te voy a aplastar la cabeza con él ¡si no desembuchas ya!

La miro horrorizada.

–Lo siento, pero lo haré yo sóla ahora que lo pienso.

–¡No me hagas...

–No, ya ya ya.–Digo riéndome.–¡Cálmate mujer!

Ella me mira con sus dos perfectas cejas levantadas esperando a que hable.

Iba a hablar pero en ese momento entran Anabelle y Maria Fer chillando a la habitación.

¿Qué diablos?

–¡Vamos a jugar al escondite!¡Sí, sí, sííííííí...–Chillan las dos al unísono.

–¿Qué rayos?¿Es que no podemos hablar en privado porque ustedes siempre andan de metiches?¡Ugh!–Se expresa Liz. Parece frustrada.

Ay, espero que no hayan escuchado nuestro primer tema de conversación.

–Nooooo...–Se encogen de hombros al mismo tiempo.

¿Y qué con estas dos?

–¡Vamos, vamos, _______!¡Vamos a jugar al escondite, vamos!–Me jala del brazo Anabelle.

–¡Nooo, Ana!

–Sí, sí, sí, porfavor, porfavor, porfavorcitooo.–Me hace cara de cachorro triste.

Miro a Liz que me mira desde la cama y se encoje de hombros.

¿Va en serio esto?

~Mi chico misterioso~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora