Parte 1 - Buscando ayuda

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Maverick disfrutaba de su segunda taza de té Chai. Hacía mucho tiempo que no había estado tan relajado y solitario como ese momento; y no es que odiara la forma en que Cecil agitaba sus días, pero eso y sumándole las escapadas que últimamente sucedían en su casa le daba un gran dolor de cabeza.

Incluso estando a una distancia considerablemente lejana de su hogar, todavía sentía toda la presión que demandaba al ser Alfa.

De no ser por Carter y uno de sus tantos sueños locos que últimamente había tenido, no se encontraría en esa relajante cafetería en China. Ansiaba que lo que su mente le había mostrado, se presentara de una vez por todas, le ansiaba saber lo que ahora el destino le traía a su loca vida.

Se puso a la defensiva cuando el olor de un lobo Himalaya llegó a sus fosas nasales. Podía tratarse de un simple lobo, ya que dicha cafetería se encontraba en lo bajo de una montaña. Pero no podía confiarse si al final era otro cambia formas y éste lo atacaba.

- ¿Brac Maverick? –una profunda voz lo llamó.

- ¿Quién eres? –preguntó en inglés pese a los rasgos del otro hombre. Si lo buscaba, al menos debía conocer el idioma. Además que no había aprendido nada del poco japonés que Kyoshi enseñó a las parejas.

- Jung Yunho. Necesito de su ayuda, y la de su manada. –Dio una reverencia al otro, quien todavía seguía sentado.

- Sí... de acuerdo –Maverick lo miró extrañado. Pese a los años que tenia de vida, los asiáticos eran tan diferentes de todo lo que había vivido.

- Yunho, querido –la mujer que había recibido a Maverick cuando llegó a dicho lugar, saludaba al otro muy entusiasmada y en un idioma que no entendía nada.

- Quiero algo de privacidad, si no te molesta, Meili. -La mujer asintió ante lo que Yunho dijo y se marchó.

Maverick observó como las pocas personas que quedaban en la cafetería, fueron dejando el lugar.

- ¿Eres dueño del lugar? -se atrevió a preguntar, disfrutando lo poco que quedaba de su té.

- No, soy un gran amigo. Pero ahora debemos hablar de lo que realmente necesito -se volvió más serio.

- Bien, dime. Por más que susurres, soy todo oídos -Maverick se rió de su chiste. Yunho lo miró sin entender; quizá no comprendió totalmente por el idioma. Él no tenía la paciencia para explicarle.

- Llevo la mitad de mi vida buscando a mi pareja. Y no puedo seguir manteniendo a mis pocos hombres detrás de mí, buscando una nada.

- ¿Se trata de secuestro? ¿Tienes algo para rastrear? -Maverick dejó toda diversión de lado. Aquel hombre pedía ayuda para buscar lo más sagrado que un cambia forma podía tener: su pareja.

- No, no fue un secuestro. Y tampoco tengo algo para tener un rastro. -Yunho bajó la mirada, Maverick lo miró con precaución.

- ¿Siquiera sabes su nombre? -Yunho negó. No lo juzgaba, él había cometido lo mismo hacía unos años atrás. - ¿Cómo fue que lo viste?

- Fue hace doscientos años. Exactamente para el festival del Año Nuevo Lunar... yo -tragó duro y volvió a ver a los ojos a Maverick. - A veces, tengo sueños que me dicen a dónde debo dirigirme o estar por un tiempo. Mi estadía en China por aquel entonces, fue a causa de eso.

- Perfecto, otro loco -Maverick quería calmar la tensión que se estaba formando. No era fácil admitir que tienes sueños locos, lo vivió consigo mismo un tiempo. - ¿Y bien?

- Era de noche y creí que había alucinado por la gran mezcla de aromas del lugar. Pero cuando lo vi, supe que también se trataba de un cambia formas.

En busca de él - YunJaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora