GRIMES

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Entró a aquel pequeño cuarto, con paredes de ladrillo. Su luz de su lujosa lámpara hacia esfuerzos para mantenerse prendida, había hecho de su cuarto un mundo lleno de estrellas, la pintura aún seguía fresca para evitar no tocar y hacer un gran desastre y arruinar su gran obra maestra.

Sentía tantas ganas de tirarse de la ventana y darlo por terminado, se sentía como el gran Leonardo Da vicci.

El pequeño de cabellos rizados, se acercó a la mesita de noche y saco las cajas de pastilla para dormir que le había medicado el doctor. En vez de juntar aquellas pastillas y diluirlas en agua, decidió convencido en tomarse una por una, dejo las cajas a su costado para poder esperar y tener la oprtunidad de ver a su padre antes de irse a dormir, el chiquillo se acostó y un montón de preguntas venían sobre su mente, eran las mismas preguntas que se agrupan cada día de su existencia. El niño se volteo para poder conseguir el aparato que servía para poder contactarse con personas, utilizó la pequeñas teclas del aparato para poder escribir el nombre que el que quería "DARYL" , para el pequeño rizado era el mejor nombre que había escuchado, era el único nombre de aquel niño que no le dio miedo acercarse a el y hacerse amigo...

- si Rick, para que hablas? - se escuchó de la otra parte del celular del pequeño rizado

- puedes venir Daryl, tienes que ver mi obra maestra, esta mejor que la otra - hablo entusiasmado

- Okey Rick, ya voy -

El niño espero, estaba entusiasmado, quería que su amigo lo viera.

El pequeño Grimes tenía mucho arte, siempre le había fascinado pintar estrellas en sus habitaciones o en cada casa en que se hospedaba

TOC TOC TOC

- pasa - dijo el pequeño rizado de ojos azules

El chiquillo de cabellera rubia entró al llamado de su amigo y se sorprendió al ver la pequeña obra que hizo el pequeño Rick

- Wow Grimes, te pasaste - dijo el sureño aún sorprendido

- lo se es impresionante -

- quisiera que mi cuarto sea igual que el tuyo -

- si se puede -

- no lo creo, Merle no me lo dejaría, me patearia el trasero -

Los dos niños se comenzaron a reir, Daryl era de dar emoción y sacarle una pequeña sonrisa, era el mejor amigo que cualquier niño pudiera tener, siempre lo sentía como si media naranja.

Grimes observó que su amigo miraba a un lugar muy concentrado

- oye Daryl que observas - pregunto el chiquillo jugando con sus dedos

- Ves aquella estrella grande y brillante?- replicó el pequeño niño de cabellera rubia

- si, esta muy bonita cierto- hablo el castaño ante la pregunta del rubio

- te prometo que algún día te voy a dar una estrella igual a esa-

El pequeño castaño observó al sureño, para después regalarle una sonrisa - gracias Daryl-

- NO DIGAS GRACIAS, HASTA QUE LO CUMPLA GRIMES - señaló el rubio con un seño enojado

- bueno lo siento - el chiquillo bajo la cabeza, jamás su mejor amigo le había gritado

- bueno no te esponjes, te parece si vamos por unas galletas -

- sii, rápido por que ya debería ir a dormir -

Los dos pequeños corrieron felices. Se le acababa el tiempo al rizado...



LO SE UN POCO CORTA, PERO IRÁ MEJORANDO

"OYE GRIMES" MIRA ESA ESTRELLADonde viven las historias. Descúbrelo ahora