Capítulo 3

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Me está mirando. Estoy segura. Noto sus ojos en mí, y eso que no me he girado para asegurarme. Pero sé que, incluso cuando Alice le ha sonreído al ver que miraba hacia nosotras, se estaba fijando en mi expresión de odio profundo al averiguar que tenemos Biología juntos. Pero sé que me miraba a mí.
Pero decido ignorarlo, porque seguramente ya se estará mofando de mí con los chicos con los que se ha sentado en el laboratorio.
Estoy nerviosa, y creo que Alice lo nota, porque nada más suena el timbre que indica que esta horrible clase ha terminado, salgo pitando del aula, y ella me sigue.
-¡Eh! Chica Wells, ¿a dónde vas tan deprisa? -exclama en cuanto me alcanza por el pasillo.
Intento ignorar su pregunta y me dirijo a mi taquilla.
-¿Acaso huyes del nuevo buenorro que te estaba comiendo con los ojos durante Bio? -me pregunta con un tono demasiado elevado para mis gustos, sobretodo en medio de tanta gente.
-¡Sshht! -le espeto para intentar calmar la situación- No sé de qué me estás hablando, Alice.
-Ya, como no... -me dice con una sonrisita perversa de las suyas.
-Bueno, te dejo, tengo trigonometría con Harris -le respondo a modo de evadir su comentario.
-Pues hasta luego, -me dice seria mientras me giro- señorita Mendes.
En cuanto la oigo me giro con rapidez y utilizo mis ojos, mi famosa arma, para taladrarla con la mirada.
El día sigue tranquilo, y la hora de la comida llega rápida. Por mi sorpresa, no me vuelvo a encontrar a Shawn por ningún sitio, cosa que agradezco al universo.
Mi gran felicidad, sin embargo, acaba en la última hora, en clase de historia, cuando al levantar la vista de los apuntes de mi libreta sobre la Revolución Francesa me fijo en como la profesora Pieterse le da una hoja con el programa al chico moreno.
Maldigo entre dientes, pero vuelvo a bajar la mirada para evitar que se note mi reacción.
En cuanto la profesora se acerca a mi mesa con cautela, alargo el brazo sobre la silla libre que hay a mi lado.
No, por favor, esto no.
-Blair, te presento a Shawn -me dice con una sonrisa la profesora Pieterse- acaba de llegar, no creo que te importe ocuparte de ponerle al día sobre el programa, ¿verdad?
Pues la verdad es que me importa, y mucho.
Sin embargo, le sonrío débilmente a la profesora de historia y le lanzo una mirada a Shawn, que tiene una sonrisa horriblemente pícara estampada en la cara.
-Hola, gatita.
Voy a matarle. LI-TE-RAL-MEN-TE.
Como ponga su culo en la silla donde sigo teniendo la mano, le voy a saltar al cuello para estrangularlo. O algo parecido.
-¿Te importaría quitar la mano? -me pregunta.
-Pues la verdad es que si -le respondo con mala leche, y pongo mi mochila sobre el asiento- está ocupado.
-Vaya qué pena -dice haciendo pucheros- habrías disfrutado de mi compañía, estoy seguro.
Buff. Me pone de los nervios.
-Aún así -empieza, para luego tirar mi bolsa al suelo- ya no lo está.
Y se sienta.

Blair, te presento a ShawnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora