―¡¿Dónde está Kyuhyun?! ―Siwon gritó mirando a su alrededor desesperado cuando se percató que lo había perdido, la batalla le había obligado a centrar su mente en la supervivencia de los suyos.
Nadie supo contestarle. Las cabezas de los soldados estaban vueltas hacia él, más de una con una expresión de angustia y preocupación como la que debía tener él mismo en su rostro.
Un lastimero aullido de dolor alarmó a todo el grupo. El corazón de Siwon se estrujó como si alguien hubiera envuelto alambre de espino a su alrededor cuando reconoció el sonido. No necesitó ni un segundo para echar a correr en dirección a aquel angustioso sonido.
Siwon se dio cuenta que estaba deshaciendo el camino previamente andado y cuando giró tras uno de los panteones apareció en el claro dónde Kyuhyun y él habían encontrado el círculo del ritual pintado en sangre. Y en el centro mismo, las dos enormes criaturas batallaban con uñas y dientes por la victoria.
El tamaño de Kyuhyun no estaba siéndole una ventaja precisamente, tampoco la enorme herida en su hombro parecía serle de ayuda. Su hermoso pelaje plateado era ahora un amasijo de tierra negra y sangre coagulada.
Pero Kyuhyun había demostrado su fortaleza una vez más, el aspecto del otro mestizo no era mucho mejor. Tenía una herida en el lomo y parecía medio cojo de una pata. Pero eso no le impedía seguir atacando. En ese preciso momento había acorralado a Kyuhyun contra uno de los panteones y lo asediaba sin dejarle escapatoria.
Siwon elevó su brazo apuntando a la enorme bestia y apretó el gatillo. Pero el arma no sonó con el acostumbrado estallido del balazo. Perplejo ante la ausencia de balas, Siwon no tuvo mejor idea que arrojar el arma contra el mestizo con todas las fuerzas que le quedaban. Como mínimo aquello serviría de distracción y conseguiría alejarlo de Kyuhyun.
Y funcionó demasiado bien. Cuando la pistola golpeó la cabeza del animal, éste giró bruscamente con las fauces abiertas y se lanzó en pos de Siwon, gruñendo y mostrando sus afilados colmillos de la forma más terrorífica que Siwon jamás hubiese podido imaginar.
Siwon ni siquiera tuvo tiempo de reaccionar antes de que la criatura saltara hacia él, sus pies parecían anclados al suelo y sólo pudo observar como la criatura se acercaba a él a la velocidad de la luz.
―Así es como voy a morir ―fue el corto pensamiento que ocupó su mente en aquel segundo.
Pero inesperadamente, la trayectoria de la bestia cambió a medio salto al ser golpeada lateralmente. Siwon siguió inconscientemente el nuevo trayecto y vio al mestizo estamparse brutalmente contra el panteón por el que antes Siwon había girado. Sobre él, Kyuhyun mantenía sus fauces fuertemente cerradas sobre su yugular.
La bestia oscura se meneó y revolvió unos segundos tratando de quitarse a Kyuhyun de encima, pero el chico lo tenía bien cogido con sus dientes por el cuello y aprisionado contra el suelo con sus cuatro patas.
Cuando el horrible animal dejó de moverse, Siwon tardó varios segundos más en soltar el aire que sin saber había estado reteniendo.
―Kyuhyun... ―lo llamó en un murmullo.
El nombrado finalmente liberó el cuello del animal y se giró a mirarlo.
El hocico le chorreaba sangre. Su cabeza se movía lentamente ante cada dificultosa respiración. Su hombro era una masa de pelo blanco y sangre negruzca que dolía con solo mirarlo.
El animal dio un paso hacia él. Siwon sintió movimiento a su alrededor, el resto de soldados estaban preparándose en formación defensiva, pero Siwon no le temía y dio un paso en su dirección.

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Mestizo
FanfictionSiwon y Kyuhyun forman equipo en la lucha contra los seres de la noche. Su vida no es fácil y las cosas que deben enfrentar juntos tampoco. Además el fatídico final está cerca y la misión que les atañe sólo complica más su funesta situación.