Come Back To You.

Dos

Ammy me toma del brazo izquierdo y me lleva a rastras hacia el "tronco hueco". Es un árbol del que cuelga un columpio; la verdad no entiendo por qué tiene ese nombre, sólo sé que es muy alto y eso lo hace "Genial" para todos... Que tontos.

Intento hablar para decirle que no quiero ir, pero en cambio mi voz suena casi como un susurro. Genial, ahora tendré que soportar a un montón de idiotas gritando. La cabeza me va a explotar y tengo una sensación extraña, un mal presentimiento.

El sol brilla con intensidad en el cielo azul, pero me siento como en la peor de las tormentas, de pronto todos gritan su nombre, estoy de vuelta en la realidad.

-Hunter! -Hunter! -Hunter!
Dicen al unísono.

No lo soporto más tengo que salir de aquí, pero en cuanto doy media vuelta una orda de adolescentes compulsivos me arrastra al espectáculo, justo en primera fila. Y no lo creo, es el brazalete de mi sueño. Hanna coloca el brazalete en su muñeca, como una especie de amuleto para la buena suerte. -Ruedo los ojos. -Entonces éste empieza a escalar hacia una de las ramas más altas donde se encuentran las dos cuerdas que soportan una tabla. Pero algo está mal, cuando Hunter decide saltar todo el árbol se sacude con él y noto que una de las cuerdas está demasiado floja. Intento gritar pero ya no me queda voz, así que voy corriendo en busca de Ammy. -Hunter se balancea cada vez más y más alto, y para cuando encuentro a Ammy ya es demasiado tarde; la cuerda se suelta y Hunter sale volando detrás de nosotros. Todos nos acercamos corriendo, y para cuando llego él sólo me mira, como si de alguna manera supiera que pude haberle advertido. Me siento culpable, no, es mucho peor que eso... Es, es un sentimiento que no puedo describir y desearía ser yo quién estuviera tirada en el suelo.

Ammy mira a Hunter y luego a mi, conozco esa cara... Aquí viene.

-¿¡Viste eso Sam!?
-Tendría que estar ciega para no verlo Ammy.- Parece haberme escuchado, pone los ojos en blanco.
-Me refería a que... Soñaste con él ¿No?
-Si, lo hice... -Me entra de nuevo la tos.
-¿Estás bien?
-No. -Digo mientras me alejo.