La chica llora desconsoladamente, me acerco a ella, en realidad parece inofensiva. Voy a poner mi mano sobre su hombro, tal vez eso la haga sentir mejor. En cuanto hago contacto con ella, siento algo extraño, es como si una energía atravesara todo mi cuerpo. Al parecer ella ha sentido lo mismo, porque decide dejar de llorar y voltea a verme. Ahora sus ojos no son de varios colores cómo antes, ahora son totalmente color rosa, aún así sigue sin ser normal.
- Creo que no debiste tocarme. - Dice ella, tiene un tono de asustada, algo le preocupa.
- Pero, ¿por qué lo dices? - Pregunto desconcertado.
- Ahora podrás verlos. - Me responde con tono algo escalofriante.
- ¿De qué estás hablando? - Pregunto con un tono un poco más alterado.
Ella no me responde, entonces me doy cuenta, hay extrañas criaturas por todos lados. Algunas son muy pequeñas, y otras un poco más grandes, pero en realidad ninguna sobrepasa mi cintura. Retrocedo poco a poco, una criatura con alas está volando frente a mi, se acerca cada vez más, camino hacia atrás sin observar por dónde voy. Luego tropiezo con un tronco y caigo al suelo. La chica ríe, me parece que es bipolar.
- ¿Qu... Que... Qué son esos? - Pregunto ahora muy asustado.
- Algunos son Rumgotts, y los otros, como el que voló hacia ti, se llaman Beeglets. - Dice ella con seguridad. - Ellos se encargan de mantener este bosque tan cuidado y tan hermoso.
- Un momento, ¿Qué eres tú? - Pregunto.
- Mi nombre es Lenna, soy un guardián.- Responde la chica estirando su mano hacia mí.
- Jason.- Respondo, luego le doy la mano y me ayuda a levantarme.
Esto es increíble, las historias que mi abuelo decía eran verdad, existen criaturas que no podemos ver, estas se encargan de cuidar la naturaleza, también existen los guardianes de arcoíris, según mi abuelo son criaturas muy poderosas. Patrick amaría estar aquí.
Luego, ella y yo nos quedamos viendo unos momentos, cuando de repente un gran sonido se escucha desde el bosque y el suelo se comienza a sacudir.
- ¡No puede ser, se han dado cuenta! - Exclama Lenna muy asustada.
- ¡¿Quienes se han dado cuenta?! Espera... ¡¿De qué se dieron cuenta?! - Exclamo preocupado.
- De qué estoy desprotegida, mi arcoíris se ha ido, ahora vendrán por mí.- Responde Lenna alterada. Su mirada recorre todo nuestro entorno, está buscando un lugar dónde escondernos.
Ella me toma del brazo y comienza a huir. Esto es preocupante, estamos huyendo, pero no sé de qué. Lo peor, es que ella lo sabe, y por eso está así de asustada. El sonido se acerca cada vez más, sólo se observa el movimiento de los árboles cómo si algo los derribara, nosotros corremos, no sabemos a dónde ir. Estamos corriendo lo más rápido que podemos, atravesamos casi la mitad del bosque y sinceramente ya no puedo correr más, mis piernas están demasiado agotadas, pero temo que eso de lo que huimos llegue a nosotros. El sonido se detiene un momento.
- Lenna, debemos parar un momento.- Le pido.
- Está bien, tal vez ya los perdimos.- Responde ella.
Luego de escuchar eso, nos detenemos. Ella se pone de pie unos metros frente a mí. Me mira, su expresión es de terror, retrocede lentamente, veo que intenta decirme algo, su mirada es preocupante.
- ¿Qué pasa Lenna?- Le pregunto asustado.
- ¡Corre! - Grita ella desesperada.
Hay una criatura gigante detrás de mí, es gorda y ha de medir unos 15 metros de altura. Comienzo a correr desesperadamente, esa cosa me va atrapar. La cosa deja caer su puño fuertemente a mi lado, está intentando golpearme. Hay rocas que vuelan por todos lados, la cosa sigue tratando de darme con su puño, mientras corro, eso va detrás de mí, derribando árboles y destrozando todo lo que se atraviese en su camino. Lenna corre frente a mí, los golpes que esa cosa lanza contra el suelo, casi me derriban, no puedo caer, tengo que salir de esta con vida.
- ¡Vamos a la ciudad! - Grita Lenna.
- ¡¿Estás loca?! Esta cosa va a destruirlo todo - Respondo histérico. Un golpe de esta cosa casi me alcanza.
- ¡No puede salir del bosque! - Me dice ella. Su cara muestra seguridad, en verdad sabe lo que está haciendo.
Nos quedan unos metros para salir del bosque y llegar a la población. Corro lo más rápido que puedo. Primero Lenna cruza hacia la carretera, luego yo. La cosa que nos perseguía se queda ahí atrás, golpeando hacia la nada, como si una especie de escudo lo estuviera deteniendo. En cuanto me doy cuenta de eso, me tiro al suelo.
- ¿Qué rayos era eso? - Pregunto exhausto.
- Era un Drumcot. - Responde ella entre respiraciones.
- ¿Y por qué me perseguía? - Le pregunto mirándola fijamente a los ojos.
- En realidad nadie dijo que te perseguía a ti.- Me dice Lenna. - Ellos comen guardianes.
Me pongo de pie junto a ella, ambos miramos el Drumcot. Es una criatura que al parecer está hambrienta.
- Debo llevarte con mi abuelo. - Digo sin dejar de mirar la gigantesca criatura.
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La Chica al Final del Arcoíris
FantasyJason era un joven de 17 años con una vida normal, hasta que un suceso marcó el fin de su vida común y el inicio de una gran aventura. Jason tendrá que lidiar con criaturas extrañas que vienen detrás de ella. Él la encontró, él tendrá que protegerl...