La Chica al Final del Arcoíris

CAPÍTULO 6

Lenna ha pasado la noche en casa de Lily, ella no pudo negarse después de lo que Lenna ha hecho. Lily se quedó sin palabras y sólo me fui diciendo:

- Suerte con Lenna, las veo mañana.

Y caminé hacia mí casa.

Hoy son las 9:00 am. Necesito ir a casa de Lily para ver cómo han pasado la noche, pero en realidad no creo que mi madre me deje salir, siendo que es demasiado temprano. Sólo esperaré que ella salga a trabajar y correré a casa de Lily. Sólo tengo que esperar unos minutos.

Mi madre camina por el pasillo, de lado a lado, es la misma rutina cada mañana, "¿Dónde está esto?" "¿Dónde deje aquello?" Siempre es lo mismo.

- Es hora de irme, cuida de tu hermano.- Grita mi madre antes de salir de la casa.

<<¡Demonios!>> Exclamo en mi interior. Nunca pensé en Alexander, soy yo quien debe hacerse cargo de él.

<<¿Que haré?>> Me pregunto cada minuto mientras me pongo los zapatos. De pronto viene a mí una gran idea. Lo llevaré con el abuelo.
Él podrá cuidarlo.

Bajo las escaleras de prisa. Alexander está sentado en el sofá viendo televisión.

- Vamos, te llevaré con el abuelo, él te cuidará hoy.- Le digo a Alexander mientras le entrego sus zapatos.

Alexander no dice nada, pues le encanta estar con el abuelo, ya que sus historias le parecen interesantes. Y al abuelo también le gusta pasar tiempo con Alexander. Espero unos minutos a que termine de ponerse los zapatos. Luego, juntos abandonamos la casa y caminamos hacia la del abuelo. El camino no es tan largo, así que no tardamos tanto en llegar. Sólo toco la puerta y el abuelo sale al instante. Sólo le entrego a Alexander y me voy de ahí. El abuelo sabe que es lo que pasa y por lo mismo no ha dicho nada. Sólo cuando voy saliendo del jardín le escucho decir:

- Que no tarde en volver, Jason.

Yo asiento con la cabeza y sigo mi camino. Sólo son unas cuantas calles de la casa de el abuelo a la casa de Lily. Mientras camino le envío un mensaje para avisar que ya voy en camino. Tardo unos minutos en llegar.

Estoy frente a casa de Lily, ellas cruzan la puerta y salen de la casa. Caminan hacia mí. Lily lleva puestos unos jeans oscuros y una blusa negra con calaveras. Muy típico de ella. Lenna trae un vestido rosa, que la hace ver muy linda. Hoy sus ojos son azules, y con ese vestido resaltan demasiado. En serio se ve hermosa. Mi corazón palpita más fuerte mientras ella se acerca.

- ¿Qué tal? - Saluda Lily, tan ruda como siempre.

- ¡Hola Jason! - Exclama Lenna muy alegre.

- Hola chicas, ¿Cómo pasaron la noche?

- Lily se ha pasado la noche explicándome unas cuantas cosas acerca de tu mundo, ya sabes, para parecer más normal en el tiempo que dure aquí.- Explica Lenna.

- Me parece perfecto.- Respondo sin poder dejar de mirar a Lenna. Pongo mi sonrisa de estúpido sin darme cuenta.

- Lamento interrumpir, pero debemos encontrar la manera de hacerla volver. - Dice Lily.

Asiento con la cabeza. Y comienzo a observar mi entorno, estoy tratando de pensar cómo ayudar a Lenna.

- Vayamos a la Biblioteca, tal vez ahí podamos encontrar algo.- Propone Lily.

- ¡Yo quiero conocer la biblioteca!.- Exclama Lenna emocionada.

- Está bien, vamos.- Asiento.

Los tres comenzamos a caminar, la biblioteca está frente al gran parque del pueblo, lo cual no nos queda muy lejos de aquí. Siendo sincero, nada te queda lejos aquí, puesto que vivimos en un pueblo pequeño. Llegamos al parque y lo atravesamos para llegar a la Biblioteca, hay grandes árboles y pasto muy verde, se aprecian unas cuantas ardillas. También hay personas paseando a sus perros y otras haciendo ejercicio, lo que no se ven, son niños jugando, tal vez sea porque aún es muy temprano. Tardamos sólo unos minutos para atravesar el parque y encontrarnos frente a las grandes puertas de cristal de la biblioteca. Giro me cabeza hacia Lenna, ella mira con asombro el pequeño edificio. Juntos caminamos y cruzamos las puertas.
Justo enfrente de nosotros se encuentra el escritorio de Irma, la bibliotecaria, a nuestra derecha hay un gran estante lleno de libros, y a la izquierda vemos unas cuantas mesas y otros estantes más. Irma concentrada en lo que está haciendo, sólo nos da la bienvenida diciendo: