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-Charly fue mi mejor amiga desde pequeña, vivió una vida muy dura, casi no tenía amigos, pero era una de esas pocas amigas que se tienen en las buenas y en las malas, una amiga de verdad. Gracias a ella nosotros cinco, Ally, Tomy, Yhlf, Quym y yo somos amigos, ahora sin ella no sabremos qué hacer, recuerdo que en preescolar hicimos el club de la "y" porque éramos los único de la escuela que tenían una "y" en su nombre, también ella soñaba con algún día viajar hasta Polonia y ver a su familia lejana, nosotros cinco juramos viajar por ella y visitar a su familia.

Después de eso mis amigos se miraron con los ojos llorosos, mi tía embriagada como siempre se quedó dormida, si preguntan por mis padres, mi madre escapó de mi casa cuando tenía cuatro años y mi padre murió cuatro meses después, si, el cuatro es esencial en mi vida y "mi número de la suerte" según mi abuelo, pero yo lo tomo como número de la muerte o de la mala suerte. Qué horror con mi vida lo sé.

Extrañaré mucho a mis amigos pero confío en que algún día nos volveremos a ver.
Después de una semana de mi muerte mis amigos decidieron volver a verse, se reunieron en un café y todos pidieron lo mismo, un smoothie de mango.
Mi buen amigo Fyly todavía traumado por mi muerte me pidió un smoothie también, obviamente lo dejé sin sabor, fue una sensación exquisita sentir el sabor del mango en mi paladar, frío y con algunos pedazos de hielo, me hizo sentir viva de nuevo, pero al ver el vaso y que no bajaba el líquido recordé que ya no lo estaba.

Mis amigos estuvieron en silencio más de cinco minutos algo que nunca pasaba cuando estaba viva, la primera en hablar fue Quym.

Después de...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora