Por eso te amo (LGBT)

Capítulo 5: Conociendo el Campus

Íbamos a dar una vuelta por el campus. Cogimos las motos y nos dirigimos hacia allí. La verdad es que el paisaje era precioso. Esta vez iba en la moto de Ytt. Aparcaron las motos en un sitio donde había una montaña y varias rocas grandes. Nos bajamos y nos quitamos los cascos. Subimos la montaña por un pequeño sendero que había. Seguía a Ytt y Frank iba detrás de mí. Era un día soleado, con alguna que otra nube en el cielo. A medida que íbamos subiendo, la temperatura, como es obvio, iba bajando un poco. El viento soplaba con un poco de más fuerza y el paisaje se hacía cada vez más hermoso.

-¿Queda mucho para llegar? -pregunté, ya que estaba empezando a cansarme.

-No, no te preocupes... Solo nos queda la última cuesta -me contestó Ytt.

-De acuerdo -dije animándome, ya que solo nos quedaba un poco.

Después de unos minutos, los cuales nos lo pasamos Ytt y yo riéndonos porque Frank se había tropezado y había caído al suelo de una manera muy estúpida, llegamos a la cima.

- Bueno, ya hemos llegado Lyna, ¿te gusta?

-Wow -dije mientras miraba el paisaje.

Se veía toda la Universidad. Las distintas hermandades de la Universidad, el estadio de fútbol, el parque con el lago en su interior, los edificios de estudio (la biblioteca, el edificio central, que era donde estudiaban los alumnos de un curso superior apunto de graduarse; el edificio donde se imparten las clases...) las tiendas y algunas casitas sueltas.

-Es hermoso, Ytt... Me encanta -dije entusiasmada.

-Sabía que te iba a gustar -me dijo riéndose.

-Bueno, yo voy a entrar a la cafetería a por un poco de hielo... -dijo Frank.

-¿Hielo para que? ¿Vamos a prepararnos las bebidas tan temprano? Serás borracho... -le dijo Ytt.

-No, idiota. Te recuerdo que me he pegado la hostia de mi vida subiendo esa cuesta asesina -dijo Frank algo enfadado.

-¡Ay! -dijo Ytt, riéndose acto seguido. -Se me olvidaba que te habías caído y te habías raspado la rodilla.

-¡No tiene gracia! Ni tampoco la tiene que os hayáis reído de mi cruelmente -dijo Frank enfadado.

-Pero si sabes que es coña, no te pilles esos cabreos -le dijo Ytt mientras se acercaba a él para darle un beso en la mejilla.

Yo me reía mientras Frank se ruborizaba. Se notaba que le gustaba Yvette.

-Bueno, voy a por el hielo, ¿venís o que? -preguntó Frank.

-Esta bien, voy yo -dijo Ytt. -Quédate aquí si quieres, Lyna.

-Si, mejor. Así aprovecho para hacer una llamada -dije sacando el móvil de mi bolsillo.

-De acuerdo, pues ahora volvemos -me dijo Frank.

Me apoye sobre la valla que había. Al verla me recordó a cuando David y yo nos besamos esta mañana... Fue muy bonito. David siempre me ha atraído, pero nunca me he enamorado de él o algo así. Siempre lo he visto como un hermano. Mi teléfono suena. Lo saco del bolsillo... ¡Es David!

-¿Si, David? -dije para saludarle.
-Ey... Hola preciosa -me dijo con un tono de voz dulce.
-Estaba a punto de llamarte... ¿Que tal estás? -le pregunté.
-Pues bien, aquí echándote de menos...
-Yo también te extraño, David... -le dije con tono un poco triste.
-No te preocupes, que este fin de semana iré a verte -me dijo alegre.
-¿En serio? -le dije poniéndome muy contenta.
-¡Si! Iremos Oriana y yo a verte -me dijo riéndose de felicidad.

Los dos nos reímos de felicidad. Hubo un silencio, yo me quedé pensando que decir.

-Te quiero Lyna -me dijo a través del teléfono.

Me quedé sin habla. Me había dicho "Te quiero" por primera vez. Una frase, dos palabras y un sentimiento detrás.

-Yo también te quiero, David -le dije sonriendo.
-Buah, como me gustaría estar ahí contigo... Te daría todos los besos del mundo.
-¡David! Vas a hacer que me sonroje -le dije yo tímidamente.
-Aún así estarías hermosa -me dijo mientras sonreía.
-¡David, ya! -dije yo riendo.
-Bueno, Lyna... Te dejo que tengo que he quedado con unos amigos para cenar.
-Vale, David. Espero que te diviertas -le dije.
-Mañana hablamos, adiós Lyna -dijo.
-Hasta mañana, David -le dije yo sonriendo y acto seguido colgué el teléfono.
Cuando hablaba con David no podía evitar sonreír. Creo que me estaba enamorando lentamente... Dios, nunca me había enamorado antes.
Seguía hundida en mis pensamientos cuando de repente pronunciaron mi nombre.
-¡Hey guapa! ¿Piensas coincidir conmigo en todos lados?

Continuará...