1. Caso cerrado.

809 24 21
                                    

     1

Ponyville 2017


Había pasado alrededor de 1 semana desde que Twirly comenzó a cambiar su comportamiento, su madre ya sabia que su otro alter ego había despertado, sin embargo esta pony se estuvo controlado por el momento, controló  sus enojos y su confusión; evitando así no herir nadie.

     Como cualquier otro día, Twirly entro a la Academia sintió como todos se le quedaban mirando. Se sentía observada, tanto en clases como por las calles o cualquier parte. No estaba nada cómoda con el nuevo tipo de atención que estaba recibiendo.

     Al atardecer, en un oscuro y desolado callejón una pony era brutalmente golpeada por otra pony encapuchada. La pony golpeada de apariencia tranquila y débil, de piel azul y cabello café daba sus últimos suspiros antes de que la vida se escapara de ella. La pony de cabello marrón comenzó entonces a recordar toda su vida en cuestión de minutos, por su mente pasaban imágenes de ella con sus alumnos, de su hija de tan solo 7 años de edad, de su madre cocinándole al llegar del trabajo y más momentos felices de su jovial vida.

     Todo eso se reducía lentamente a la perdida de brillo de esos ojos que alguna vez resplandecieron de alegría. La otra pony encapuchada solo entonces se retiró la capucha dejando ver una siniestra sonrisa llena de placer, de piel oscura como la noche, cabello plateado como las estrellas de ese lúgubre atardecer, y ojos color carmesí como la sangre fresca. 

—Esto es tan divertido, mirar como luchan por su vida a pesar de saber el resultado final... ¡Qué divertido! —la misteriosa pony observó la luna con desdén al recordar su objetivo.

     Prosiguió a caminar con total tranquilidad por el callejón, mostrando una satisfactoria sonrisa y dejando el cadáver en aquel frió suelo. Mientras caminaba unos ojos sin brillo que alguna vez tuvieron vida, la miraban desde la lejanía con furia y tristeza.

      En medio de otro día de clases entró la directora al salón de Twirly, era de extrañar pues la anciana pony casi no salia de su oficina desde el asesinato de Sunny. La directora iba recorriendo las filas con un semblante serio y dirigiendo su vista en cierta pelinegra que regresaba la mirada con incertidumbre.

—Con todo respeto directora ¿Qué es lo que desea? estamos en medio de una clase y se acercan los exámenes.

—Señorita Mumu, creo que por hoy llamaré a una de sus alumnas a la dirección por un asunto privado —dijo la decana observando a la pelinegra.

—Esta bien directora, llame a quien necesite —dijo la maestra con amabilidad.

—Venga conmigo señorita Twirly, hay cosas de las que debemos hablar.

—Ya voy... —con total extrañeza e inseguridad acompaño a la decana.

El recorrido era totalmente incomodo y silencioso. Al llegar a la dirección de la Academia, fuera de esta había una pony muy familiar para Twirly. De apariencia dura, color de piel amarillo limón, cabello naranja, y ojos verdes los cuales parecían conocer a la pelinegra. Se detuvieron en la entrada y la pony le hizo una seña  la directora la cual entro seguida de Twirly.

—¿Y cuales son los asuntos pendientes? —pregunto Twirly tomando asiento.

—Creo que te habrás enterado de lo ocurrido con Sunny Breziee en la enfermería —posiciono su curiosa mirada en Twirly.

—Mmmh... Si, creo... —evadió la mirada de la decana.

—Deja de fingir, asesina —hizo énfasis en lo ultimo dicho— sabemos que fuiste tú.

—¿Yo? ¿Asesina? —con sorpresa devolvió la mirada a la decana.

—¿Creíste que no nos daríamos cuenta? Sabíamos que tu la golpeaste por una declaración de la alumna, por lo cual acabo en la enfermería ese día. Pero no nos imaginábamos que llegarías a tal grado. Tú único error fue no desconectar la cámara de seguridad de la sala principal; la cual no grabo el asesinato pero eres la última que entró y salio cubierta de sangre.

—Pero...Yo no... —quiso llorar en ese momento, explicarles que ella no había sido.

—Estuvimos bajo investigación por una agencia, y descubrimos que posees lo que se conoce como alter ego. Nosotros rara vez hemos convivido con alumnas de tu tipo. Por obvias razones no iras a la cárcel por ahora, iras a un reformatorio o encerrada bajo mucha seguridad bajo el cuidado de el Tártaros.

La pelinegra se quedo sin habla y solo bajo la vista dejando asomar unas lagrimas.

—Llamaremos ahora tu madre, es imposible que escapes, estas bajo la seguridad de la CECD.

El silencio perduraba mientras la decana hacia sonar un teléfono con los dígitos del celular de la mama de la pelinegra. El llamado se vio interrumpido por unos gritos de afuera, los focos comenzaron a romperse poco a poco y solo se escuchaba una muchedumbre corriendo y gritando. La pelinegra cayo desmayada por tal situación de estrés y sorpresa.

—¿Me escucha? ¿Esta bien? ¡Levántese! —fue lo último que escucho Twirly antes de cerrar los ojos.



Capitulo 1 

Caso cerrado

Black Side IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora