ESE EXTRAÑO SENTIMIENTO.

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FLASHBACK:

El día de la ascensión donde Fui nombrada Heda, después de que Titus hubiera acabado el ritual y de haberme dicho aquellas palabras: ''Amar es debilidad'' en las cuales me dejaron pensativa unos instantes, me dirigí a mi aposento, solo quería un baño calido que calmaran mis músculos doloridos por los impactos de las luchas contra los otros siete natblidas caídos en la arena por la sucesión.

Al llegar a mi aposento, noté un cierto aroma a hierbas frescas. Fruncí el seño sin saber que ocurría, al llegar a un pequeño cuarto donde había una bañera, allí estaba ella, vaciando los baldes de agua calidas hervidas con hierbas. Sonreí al ver su perfecta piel humedecida por el vapor del agua, estaba hermosa.

-Heda.-Dijo sonriéndome tímidamente.

--Como siempre tan atenta.- Me acerqué a ella.- Déjame que te ayude.

Interferí cogiéndole el balde de las manos.

-Por un momento, tuve miedo de perderte.-Susurró mirándome con esos ojos grisáceos.

--Siempre lucharé para estar a tu lado, Costia.- Dibujó una delicada sonrisa ante mis palabras.

-Deberías quitarte la armadura, antes de que el agua se enfrié.-Me desabrochó parte de la armadura desde el costado, al quitarmela fruncí el ceño ante el escozor de una pequeña herida que me había hecho Marc en el combate.

-¿Te duele mucho?-Pregunto mirándome la zona atentamente.

--No, solo a sido un escozor, estoy bien.-Me quedé completamente desnuda, no me avergonzaba mi cuerpo, ni mucho menos que me viera ella.

Costia se aparto un poco y observe como su mirada recorría mi cuerpo desnudo de arriba a bajo, la desvió cuando se percató que me había dado cuenta que me miraba. Sonreí ante su reacción y me metí en la bañera.

A los pocos minutos, gamí ante la calidez humeante del baño y de lo bien que me sentía. Costia estaba arrodillada ante mi, observándome. Yo mantenía mis ojos cerrados. Me gustaba la compañía de Costia, me sentía segura, relajada y despreocupada. Hacía que me olvidara de todo lo exterior, como si existiéramos solo ella y yo.

Después del baño, al vestirme y tras vendarme las heridas, recibí una confesión.

-Lexa, te quiero.

La mire detenidamente con una sonrisa acercándome a ella. Su mirada se quedo fija con la mía, le acaricié suavemente la mejilla, posé mi mano en su cuello y me acerqué a besarla. Mi beso fue correspondido ante sus delicados labios suaves.

La besé despacio de manera acompasada,entre abrí mis labios para introducir mi lengua y hacer del beso más profundo, fui recibida con gusto y de manera impaciente, mis manos empezaron a desnudarla, quería sentirla y hacerla mía al completo esa noche. Los gemidos suaves de Costia, hicieron que creciera un fuego en mi interior que quería arrasar con todo lo que había de por medio y como si ella me hubiera leído el pensamiento, empezó a desnudarme hasta que nuestros cuerpos se unieron en llamas. La piel de Costia era perfecta, olía a menta, su color canela provocaba que mi boca quisiera besarla en cualquier milímetro, suave y delicada, mis manos eran amantes alocados de su esencia.

***********

Tocaron la puerta de Clarke, mientras esta la abría personalmente.

--¿te interrumpo en algo?

-Hola Lexa, pasa.-Respondí mirándole detenidamente.

Al pasar Lexa se dirigió a la ventana, su mirada se quedó fija en el cielo.

--Clarke, ¿cómo es todo esto desde arriba?.

Abrí más los ojos ante aquella pregunta. No puede ser que me esté preguntando lo que sucedió en el sueño, comencé a ponerme más nerviosa de lo que suelo estar al estar cerca de Lexa, mi pulso se aceleró, fruncí un poco el ceño y suspire tomando lugar a su lado  admirar el cielo.

-Es hermoso, en el espacio, la tierra era con lo único que soñaba; en pisarla, respirar su aire, bañarme en sus aguas...es realmente hermosa desde ahí arriba.

Tome aire pensando si el sueño iba a transformarse en algo real, me estaba poniendo realmente nerviosa con la espera de una siguiente pregunta, pero a cambio dibujó una sonrisa leve.

--Y ahora que ya estás aquí, ese sueño... ¿cumplió?

-Más o menos, aun me queda nadar entre sus aguas. Sonreí mirándola donde me devolvió el gesto. Su mirada verdosa penetrante junto a su sonrisa dulce, eran realmente hermosa. Hubo incluso un momento en el que me sonrojé por quedarme embobada mirándole los labios.

--Hay un sitio, un sitio donde tendré el placer de llevarte, para que tu sueño se termine cumpliendo, si lo deseas.- Propuso mirándome fijamente a los ojos.

Me quede sin habla por su petición, en la que no dude en decirle que si.

-Estaría encantada en ir.

Asintió con la cabeza a mi respuesta y se dirigió hacia la puerta. Antes de marcharse me miro y sonrió, donde yo fruncí el ceño con una simple sonrisa sin entender ese gesto.

Al marcharse note que me alegraba, que me alegraba de Lexa quisiera cumplir un pequeño y entupido sueño. Sonreí para mis adentros, aquello era surrealista.

***********

Me dirigí contenta a mi cuarto, sonriendo. Sentí ese extraño sentimiento que crecía en mi pecho, ese extraño sentimiento de querer, de amar. Durante años me mentalicé que ese sentimiento no volvería jamás después de perder a Costia y que lo apartaría para siempre de mi camino, ese sentimiento me debilitaba. ''Amar debilita'', frase que no hace más que perturbarme durante las noches desde que la vi besándose con aquel chico. Había algo en Clarke que la hacia especial, cuando miro a sus ojos con ese hermoso azul profundo, me entra cosquilleo en el corazón, intento pensar que no es algo real, que todo se trata de una simple ilusión, pero ella me alegra mis días, ella me daba fuerzas. Quizá amar sea un gesto de debilidad, porque hace que tomes las decisiones con el corazón pero también, sea ese el poder que necesito, para saber que camino debo escoger para mi pueblo, quizá su amor, es lo único que necesito para sobrevivir lejos de mis obligaciones

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