TE QUIERO

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ALYCIA:

Inspiro su aroma lo más profundo que puedo, acaricio su cálida piel cual me sirvió de abrigo durante el resto de la noche, su respiración pausada y profunda es lo único que rompe el silencio de esta habitación. Abro mis ojos para admirar su hermoso cuerpo que yace tendido sobre mi cama, su pelo está revuelto sobre la almohada.

Sonrío inevitablemente al recordar las increíbles sensaciones de placer que sintió mi cuerpo ayer bajo el suyo. Su forma de acariciar, de besar, de hacerme sentir segura bajo su tacto y de hacerme el amor entregándome a ella en mi totalidad; fue una nueva experiencia, una con la que nunca compartí con nadie. Me sería imposible comparar a Clarke con Dylan, imposible. Ella es tacto; él brutalidad, ella amor; él simplemente ya no es nada ni nadie. Me incorporo con cuidado para no despertarla, cojo una camisa ancha que está en el suelo e inalo su dulce olor, decido ponerme su camisa con mis shorts de pijama y bajar a prepararme una buena taza de café.

La casa está silenciosa puesto que aún es temprano, mientras pongo la cafetera en funcionamiento decido salir al exterior. Los pájaros cantan y el fresco viento choca contra las hojas provocando un hermoso ruido. Respiro profundo el fresco aire, sintiendo por fin como mi corazón late de felicidad. Y quizá la palabra Felicidad es la que no encontraba en mi diccionario hasta que Clarke la escribió a fuego lento.

Me sobresalto al sentir que se sienta en el porche a mi lado con una taza de café en sus manos y una manta rodeando su cuerpo. Mira el libro que sostengo y me mira a los ojos.


-Si el mundo no girara

o el tiempo no existiese,

entonces, jamás moriría

jamás morirías

tampoco nuestro amor...

pero el tiempo no es necesario

nuestro amor es eterno

no necesitamos del sol

de la luna o los astros

para seguir amándonos...

Si la vida fuera otra

y la muerte llegase

entonces, te amaría

hoy, mañana...

por siempre...

todavía. - Benedetti (Por siempre).

Sonrío al oírla, su suave voz, su cálida mirada...revoluciona mi cuerpo, lo ataca y lo hace suyo con posesión haciendo que quiera besarla hasta quedarme sin aliento.

-No sabía que te gustaba la poesía, encontré este libro encima de la mesa.

-Es una buena arma para ligar que funciona bastante bien.-Me guiña un ojo y bebe de su taza.

-Qué payasa eres Clarke.

-Me gusta porque ese libro era de mi padre, se lo leía a mi madre cuando estaba embarazada de mí, supongo que desde que supe su pasión hacia la poesía quise seguir sus pasos. Es algo que me tranquiliza.

-Es un buen libro, sin duda.-Sonríe y su mirada se pasa a inspeccionar mi cuerpo cual está erizado por el frescor de la mañana.

-Te queda bien mi camisa.

-Y a ti la mía.-Alzo una ceja y ella sonríe de lado.

-Tengo excusa, no encontraba la mía y la tuya es la primera que ví,además no quería entrar en mi cuarto por si pillaba a Raven y a Maia en...ya sabes.-Sonríe pícara probablemente recordando la noche anterior.-¿Cuál fue tu excusa para coger la mía?

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