Nada Es Lo Mismo.

Capítulo 8. "Sanando Heridas"

Narra Vegetta.

Iba camino a casa después de la tarde maravillosa que habia tenido con mi familia, mis hijos no paraban de sonreír al igual que _____ y yo. Tras cruzar la puerta lo primero que veo es a Willy cargando a la pequeña Angie dormida.

Willy: ¿Cómo te fue compañero? –dijo caminando hacia el cuarto de la niña, yo lo seguí.

Vegetta: genial, pude hablar con _____ y le conté todo, quedamos en que yo la reconquistaría de nuevo para ayudarla a cerrar las heridas del pasado.

Willy: te felicito compañero. –pronuncio después de acostar a su hija y que ambos salimos de su habitación.

Oía a Willy algo serio, distante, triste y creo que sabía muy bien el motivo.

Vegetta: ¿Willy?

Willy: dime.

Vegetta: ¿pasa algo compañero? –dio un gran y profundo suspiro.

Willy: se trata de Angie.

Vegetta: ¿Qué pasa con ella?

Willy: le pidieron en el preescolar una foto de su mamá y como es que la trata, todos en su clase saben que Angélica no tiene mamá y una niña se burló de ella. Estuvo llorando toda la tarde hasta que se quedó dormida.

Pronuncio al borde de las lágrimas, ambos nos fuimos a la terraza para tomar un poco de aire fresco.

Vegetta: y ¿Cómo te sientes tú?

Willy: mal. –admitió al borde de las lágrimas. –siento una impotencia al oír que molestan a mi pequeña solo por el hecho de haber perdido a su madre. –la primera de muchas lágrimas fue derramada.

Vegetta: ¿quieres hablar de ello?

Willy: si, la verdad sí. Necesito que alguien me escuche.

Willy comenzó con su relató.

Willy: sabes que conocí a Karla en una convención de videojuegos ella estaba trabajando ahí presentando una actualización para el óculos rap. Con ayuda de Rubius me animé a hablar con ella, quedamos para una cita días después y en un par de meses ya éramos oficialmente novios. Todo iba de maravilla en nuestra relación, todo parecía ser perfecto. –otro par de lágrimas resbalo por sus abultadas mejillas. –el día que le pedí que fuera mi esposa yo estaba muy nervioso, la habia llevado a su restaurante favorito, habia organizado todo a la perfección para que todo saliese perfecto y asi fue la noche fue mágica Karla por supuesto que acepto casarse conmigo, esa noche terminamos festejando en un lugar muy íntimo y romántico dejándonos llevar por las mieles del amor. La fecha para la boda la habíamos puesto para el siguiente año pero ninguno de los dos nos esperábamos que un angelito nos habia escogido para ser sus padres, fue cuando nos enteramos que Karla estaba embarazada. Los dos estábamos muy felices. ¡Íbamos a ser padres! Tú conoces muy bien esa alegría que da al saber que un pedacito de carne mitad tu mitad ella llegara a tu vida. –asentí. –fue uno de los momentos más felices de mi vida, los siguientes meses fueron los más hermosos de mi vida ya que mes tras mes tanto Karla como yo veíamos como iba creciendo ese pequeño ser. El doctor nos habia informado que esperábamos a una niña, una pequeñita. Pero al parecer no todo es felicidad. Íbamos camino a casa cuando todo sucedió. Karla habia cumplido los ocho meses de embarazo y regresábamos de un paseo por el parque, mientras caminábamos íbamos imaginando como seria nuestra vida ahora con la llegada de nuestra bebé, pensábamos en los nombres que llevaría e imaginábamos como seria su pequeño rostro. Y entonces sucedió, mientras cruzábamos la calle un maldito alcoholizado que venía al volante nos atropelló, con mis pocas energías llegue hasta ella, tome su mano antes de desmayarme. Cuando desperté estaba en una habitación blanca, después de adaptarme a la luz pude observar a una enfermera que habia entrado a la habitación a revisar mis signos vitales. Inmediatamente le pregunte ¿Qué habia pasado? Ella solo dijo "un accidente" noté que tenía enyesado el brazo izquierdo y el pie derecho además de unos raspones en el rostro. Cuando me recupere de mi impresión pregunte por Karla y solo me dijeron "una persona vendrá a hablar contigo, no te preocupes" fueron horas las que pasaron antes de que alguien me dijera que habia pasado. –Willy seco algunas de sus lágrimas. –un hombre de bata blanca entro en la habitación y después de presentárseme dijo que tuviera fuerzas para soportar lo que estaba por decirme. Karla, mi Karla habia sufrido un severo golpe en la cabeza y espalda causándole muerte cerebral. Karla estaba en coma. –era increíble como Willy estaba contándome por primera vez todo esto, sin saber en qué momento habia comenzado a llorar limpie mi lagrima para después volver a mirar atento a Willy. –pero que a pesar de su estado la bebé habia resultado ilesa. Me hablaron de la posibilidad de mantener a Karla conectada a unas máquinas que la mantendrían viva hasta que el momento del parto llegara y poder traer al mundo a mi hija.

Vegetta: y aceptantes.

Willy: claro que lo hice, estuve semanas a su lado contemplando a mi amada Karla, era tal y como la recordaba pero algo dentro de mí me decía que ya no era ella. El momento tan esperado para los doctores y para mi habia llegado, el momento del nacimiento de mi pequeña. Tras unas horas en el quirófano nació Angélica Darina Díaz Márquez. Era la bebé más hermosa del mundo. Su rostro era igual que la de su madre. –una leve sonrisa se habia dibujado en su rostro. –era tan pequeña, tan frágil que me daba miedo lastimarla. Era una niña muy sana y sin ningún problema. Después de llevarse a Angélica el doctor que habia estado al pendiente de Karla todo este tiempo me dijo una de las cosas más horribles del mundo "tenemos que desconectarla, ella ya no está aquí ella se fue" no pude evitar llorar, llore hasta que ya no me quedaban lágrimas, sentía que el mundo se me caía encima. Ese día fue uno de los mejores de mi vida pero tambien uno de los peores. –Willy termino de hablar con el rostro bañado en lágrimas.

Vegetta: lo siento mucho compañero. –lo abracé.

Willy: no Vegetta gracias a ti y a _____ por que estuvieron en todo momento apoyándome. Te debo mucho compañero.

Angie: ¿papá? –limpio todo rastro de lágrimas antes de voltear con su hija.

Willy: si mi tortuguita.

Angie: tuve un sueño feo. –dijo sobándose su ojo. -¿podrías dormir conmigo?

Willy: un sueño feo ¿he? Claro que si pequeña. Vamos.

Willy tomo la mano de su hija y fue a su habitación, yo me quede aun en la terraza. Willy ha soportado mucho dolor. Creía que mis problemas eran grandes pero no se compara con las demás personas. Sin duda alguna Willy merece mi total admiración ya que ha sabido pensar en el bienestar de su hija, pero creo que ya es hora de que piense en él. Fui a mi habitación y después de acostarme caí en los brazos de Morfeo. Hoy fue un día de muchas emociones pero mañana será otro día.

*inserte insultos aqui*

lo se los merezco por no actualizar cuando digo XD