10. Prueba (tercera parte)

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Abrí mis ojos lentamente, fui recibiendo la luz poco a poco, cuando por fin pude ver lo que había  a mi alrededor, pude observar que estaba en una cabaña, era rudimentaria, estaba hecha de troncos, no había nada mas que yo y una cama en ella, me levante y mire por una ventana, no se por cuanto tiempo estuve dormido, solo podía ver una gruesa capa de nieve que cubría cada centímetro de la tierra que había afuera.

Iba a salir, debía terminar la dichosa prueba, ya tenia mi mano en el picaporte cuando vi una nota que había en la puerta, la cual decía "Te dijimos que no la bebieras, lo que había hay era una potente droga, te quedaste dormido por mas de una semana, te has demorado demasiado, solo nos queda decirte, que debes terminar en 1 día máximo, sino te quedaras dentro del laberinto, y no la volverás a verla otra vez", debía salir de aquí, no solo por ella, sino ahora por mi, que podría hacer yo dentro de un laberinto por el resto de mi vida?.

Al salir de la cabaña  habían unos abrigos, me los puse y seguí, me introduje en un espeso bosque, ya había empezado a anochecer, pero no podía parar, no después de tanto tiempo de que dormí.

Ya habían pasado un par de horas desde que había dejado la cabaña cuando empecé a escuchar unos cuantos aullidos, no podía ser lo que pensaba, tenia un poco de miedo, si llegaban a ser lobos podría estar corriendo peligro. Apure un poco mas el paso y seguí caminando, al cabo de unos minutos mas, escuche otra vez los aullidos de antes, solo que ahora estaban mucho mas cerca de mi, mi corazón comenzó a latir  muy rápido, ahora estaba despavorido, inicie a correr sin pensarlo; los aullidos se hicieron mas fuertes, ya estaban detrás mio, debía correr mas rápido de lo que ya lo hacia. Fue muy tarde, los lobos ya estaban corriendo al lado mio, estaba demasiado asustado, lo único que se vino a mi mente fue treparme en un árbol, así que lo hice, los lobos estaban abajo mio, eran 4, debía quedarme ahí hasta que se fuesen. 

Estaba pensando en que pasaría si nunca la hubiera conocido, cuando me quede profundamente dormido. Abrí mis ojos abruptamente, casi caigo de la rama en la que me había quedado dormido, ya era de día y lo lobos ya no estaban, me apresure a bajarme del árbol y a seguir con mi camino.

No había pasado siquiera media hora desde que había bajado del árbol y a lo lejos vi una cabaña, salia humo de la chimenea, me emocione un poco, a decir verdad quería saber donde estaba, así que comencé a correr directo a la cabaña. Al llegar di tres golpes a la puerta, a lo que una vieja y empolvada voz me respondió 

-Quien es?, Edward, eres tu?

Respondí a la pregunta diciendo 

-N-n soy ningún Edward, me llamo Esteban, me he perdido y no se donde estoy

La anciana abrió la puerta, era bajita, tenia el cabello blanco. no contrastaba muy bien con la palidez de su cara, de la cual no podía despegar mi mirada por sus fulminantes y desgastados ojos azules.

-Disculpa, pensé que eras mi hijo, eh estado esperando su visita, dijo que volvería pero no  me ha visitado hace muchos años.

Sentí un poco de pena por aquella señora, es muy triste su situación

-Gracias -entré- espero que su hijo llegue pronto.

-Eres muy simpático, que haces por aquí?.

No podía decirle que era parte de una agencia de asesinos porque estaba tratando de rescatar a una miga, creería que estaba loco, así que le respondí:

-Salí de excursión con unos amigos, pero me aleje y los perdí de vista, luego ya no supe donde estaba.

-Que mal, pero tranquilo, acá tengo un par de mapas, quizás te puedas orientar un poco, si quieres te puedes quedar a dormir y mañana en la mañana sales a buscar a tus amigos.

-Muchas gracias, la verdad no se como podría agradecerle.

No se que hubiera hecho si no hubiese encontrado a esta señora, hasta quizás habría muerto.

Me senté en un gran sillón que tenia la señora enfrente de una chimenea, ella me dio un par de mantas y una gran taza de chocolate caliente, terminando de beber el chocolate caí profundamente dormido, el fuego y el calor que tenia eran demasiado acogedores, ademas estaba demasiado cansado.

No se cuanto tiempo paso, pero escuche como si un vaso cayera y se rompiese, a lo que abrí los ojos rápidamente y me paré.

Enfrente mio estaba la señora que me abrió la puerta, pero se veía un poco extraña, estaba despeinada y tenia una cara de psicópata y ademas tenia algo en su mano derecha con lo que me apuntaba, era....era una arma!!

-Por fin despertó el bello durmiente, dormiste mucho tiempo -miré por la ventana que estaba a mi lado, ya era de noche- pero ahora que despertaste dormirás para siempre, te sentará muy bien.

-Q-que esta haciendo señora?

-Creo que eres un poco bobo, acaso no ves? creí que eras mas inteligente.

Mi corazón empezó a acelerarse a un ritmo exagerado, una anciana me estaba puntando con una pistola, iba a morir!!!

-Porque hace esto? quien es usted?

- Soy parte de la organización, soy parte de la prueba, hubiera sido mejor que no hubieras golpeado a mi puerta, acaso tus padres no te enseñaron a no confiar de los extraños? aunque de igual manera hubieras muerto en la siguiente parte, da lo mismo.

Ahora todo tenia sentido, me sentía un poco mal, todo esto que eh pasado por ella eh iba a morir sin verla otra vez? me sentía a la vez impotente, no creía poder hacer nada.

-Ok se acabo tu tiempo, no se en que piensas, pero sera lo ultimo que pase por tu mente -agarró el arma con sus dos manos- ya es hora de ir a dormir.

Sentía que mi corazón se iba a salir de mi pecho, mi mente estaba en blanco, no podía hacer nada...

Sentía que pasaban horas frente a mi, cuando el abrumante silencio se vio interrumpido por el  sonido de vidrios rotos el cual  irrumpió en todo el lugar, volteé a ver, la venta estaba rota, y alguien entro por ella, ahora esa persona estaba entre la anciana y yo....



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⏰ Última actualización: Jul 31, 2016 ⏰

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La vida de un chico aparentemente "normal"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora