Capítulo 4. Sorpresa.

90 3 1
                                    


El silencio nos invadió por unos segundos. Al igual que Norte, los yetis y los duendes estaban congelados al ver a Sia. Al parecer sí es una "persona" muy importante para todos, y si lo es para ellos, lo es para mí.

-Sia. Esto es una junta muy importante. En especial para los guardianes. Permíteme llamarlos...

-No te preocupes Norte. Ya estamos todos en la sala.- dijo Sia cruzándose de brazos.

-¡Norte! No puedo creer q ene despertaras después de pascua. Si tus yetis vuelven a secuestrarme y dejarme en tu pocilga vieja, yo...

-¿¡Qué pasó!?- gritó hada volando rápidamente de un lado a otro- Hace un segundo estaba recogiendo un diente y... ¿Qué está pasando?

-Bueno- dijo Norte- Supongo que deben poner más atención.- Conejo y hada voltearon a ver a Sadman quien se encontraba detrás de ellos señalando con una flecha hacia donde Sia se encontraba. Por un momento recordé a Jack y volteé para poder mirarlo. Parecía estar despreocupado, pero al mismo tiempo tenso.

-¿Jack?- pregunté, pero su mirada estaba fija únicamente hacia Sia.

El sonido de unas pisadas me hizo voltear hacia Sia. Ella caminaba hacia el centro del gran salón con gran firmeza y seriedad, pero para mí era muy elegante, de pronto unos pequeños destellos blancos y azules captaron mi atención. Recorrían sus manos como largas y finas venas que llegaban hasta los codos y en ellas parecían pequeñas células que caminaban dentro de ellas. A decir verdad, eran unos guantes súper cool. Sus manos eran muy finas y su piel era casi blanca como la nieve, al igual que Jack, pero al ver minuciosamente su mano izquierda, me percaté que tenia un tatuaje de media luna por debajo del pulgar.

-Norte...- acercándose sigilosamente dijo Jack.

-¿Eh?

-¿En realidad ellos son de confianza?

-Por supuesto que si Jack. ¿Cómo es posible que después de que te hayan salvado dudes de ellos?

-Bueno... ¿Y por qué nunca me contaste sobre ellos?.- por unos segundos Norte guardó silencio.

-No eres el único Jack. Tampoco se los he dicho los demás y creo que ya es tiempo de decir toda la verdad, no lo dije porque era un secreto entre hombre de la luna y yo.

En ese momento Sía se paró justamente donde se encontraba el centro donde elegian a los nuevos guardianes y extendiendo la mano derecha dijo.

-Lux animae meae (Luz de mi vida)

  da mihi luminis (otórgame tu hermosa luz)

Su mano volvió a tomar el color azul cuando estábamos en el bosque. De pronto, una luz emanaba del piso donde ella se encontraba.

-¿Qué está haciendo?- preguntó Pippa.

Desde el suelo salió el centro de los guardianes

-¿¡Qué!?- gritó conejo- No se supone que hombre de la luna es el único que puede abrirlo? Hoy no hay luna llena.

-Bueno...- dijo Norte con gran dificultad para hablar, estaba temeroso de lo que dirían los guardianes.- Resulta que...

-Resulta que yo soy parte de hombre de la luna.- guardó silencio por unos segundos.- Soy su hija.

- Soy su hija

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Jack Frost y el misterio de los Guardianes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora