Un Buen Padre

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Sally, ya hecha un espíritu, huye de la casa de su tío, ya muerto, y cuando se da cuenta de parar, se encuentra en un bosque oscuro y con MUCHOS árboles...
-Tengo miedo...- Sally sujetaba su oso de peluche con fuerza para no sentirse sola, y caminó sin rumbo, esperando encontrar una salida, mientras el sol se levantaba majestuosamente a sus espaldas.

Caminó un buen rato hasta que vió una silueta delgada y alta, más de lo normal. No quería acercarse, ya que no confiaba más en extraños desde lo que ocurrió con su tío... pero qué más iba a hacer estando sola en un bosque tan tenebroso y oscuro... Caminó hacia la silueta lentamente, pero ésta se volteó.

Era un hombre con un traje elegante, parecido a el de el novio en una boda, su rostro, tan visible como el aire que respiras, dejaba ver una cabeza blanca y calva, como un huevo. Nadie más ni nadie menos que Slenderman.
-¿Qué se te ofrece, pequeña?- Preguntó a la niña, mientras cuatro tentáculos salían de su espalda, al acecho, como perros guardianes.
-Emmm... Hola, estoy perdida, y no tengo a dónde ir.- Sally estaba más asustada por estar perdida, que por los tentáculos, total, qué mierda le iban a hacer estando ya muerta. -M..me llamo s..Sally, y usted?
-Olvidé mi nombre, pero me suelen llamar Slenderman, que es lo que me queda... Pero bueno, Sally, ¿qué te trae por aquí?
-Ya le dije que me he perdido, y no tengo donde... ir, y.. y..- Con la Voz ya ahogada, se echa a llorar y abraza por instinto a Slender, como hacía con su madre.

Slender la recibe, como si fuera su hermana o su hija, y sus tentáculos se reducen a una espalda plana.
-Ven, si quieres pasar la mañana en mi casa, bienvenida seas.- Dijo Slender, sintiendo una mezcla de incomodidad y compasión por la pequeña que lo abrazaba con tanta confianza... Una muestra de cariño poco común.
-¿En serio?- A Sally se le iluminó la cara.
-Bueno, si quieres..
-Claro!

Van a la casa de Slender, y el le invita un desayuno normal, un trozo de pastel, una tacita de té, y tostadas (Algo raro viniendo de alguien que vive solo y da miedo, pero acá decimos ''A la mierda la lógica'').
-Estuvo delicioso, gracias.- Dijo, mientras se frotaba los ojos en un esfuerzo por no dormirse. Pasó toda la noche atormentando y masacrando al pervertido de su tío
-Si tienes sueño, te puedo llevar a tu habitación.

A Sally se le apagó la mirada al oír eso, y le vinieron muchos recuerdos de lo que le hizo su tío.
-No, gracias... yo deduciré donde es...
-¿Segura?
-Si, buenos días, y gracias.
-Buenas, ah, se me olvidaba, quédate el tiempo que quieras.- Slender no sonreía pero su tono transmitía casi lo mismo.
-Está bien.- Sally ahora sonaba menos incómoda.

La casa de Slender era bastante grande, pero la mayoría era la sala de estar, así que a Sally no le fué difícil dar con la habitación vacía, que supuso estaba destinada para ella.
-------o-------

Ya cayendo la noche (Para mí nuestro día es su hora de dormir, y nuestra noche es su tiempo activo, y como es MI historia, yo decido como, Sally se levantó, y vió que Slender no estaba.

Le buscó por la casa, revisando todas las habitaciones, y volviendo a la sala principal, vió una nota. La tomó y leyó:

''Sally, salí a proteger el bosque de la gente curiosa que entra sin ser llamada. Suelo hacer eso cada noche. Quédate en casa, volveré al amanecer.''
-Slender

Sally salió frente a la casa a contemplar ese paisaje oscuro que se apreciaba desde ahí
-(Con razón tiene aquí la casa, las vistas son hermosas).- Se decía para sus adentros, mientras contaba los eternos árboles que se extendían hasta donde llegaba la vista, uno tras otro.

2 horas después, aburrida de esperar, salió a buscar a Slender al bosque, que, aunque estaba oscuro, se veía perfectamente claro.

No buscó mucho hasta que lo encontró, con seis tentáculos al descubierto, atacando uno tras otro a algún objetivo oculto tras un árbol. Se acercó y vió a un joven de cierta edad, con pantalones negros, y polerón con capucha gris, empuñando un cuchillo, que se acercaba a Slender.
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(APARTE)
Tú: Yo sabía que algo faltaba, ahora me arrepiento de preguntar por Jeff sin siquiera haber leído hasta aquí
Yo: Impaciente ¬¬
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-¡SALLY! ¿Qué haces aquí?- Dijo Slender, luego de darse la vuelta, para ver a Sally, que miraba la pálida y deformada cara del chico, cuyo nombre (como todos saben) es Jeff the Killer (de hecho es Woods, pero ''the Killer'' pega mejor xD)

Jeff, sin titubear, le dió una patada a Slender, empujándolo, y saltó hacia Sally, agarrándola desde atrás, con el filo del cuchillo apuntando a su cuello.
-¡¡Papi Slender!!- Gritó Sally, sin saber por qué lo de ''papi''
-¿Papi? ¿Ha esto te dedicas ahora? ¿En vez de matar niños ahora los adoptas?- Jeff soltó una estrepitosa carcajada a modo de burla, mientras con el cuchillo le hacía un suave corte a Sally en el cuello.

Pero a Sally no le salía una gota de sangre, por lo que Jeff se sorprendió, y la soltó.
-Ah, ya lo pillo, es un fantasma, sóis tal para cual.
-Algo así, sé que tiene un pasado oscuro, así que la voy a cuidar yo mismo.- Dijo Slender, con orgullo.
-Vale, pero no será tan fácil la primera noche.- Jeff se lanzó sobre Slender, que tomó unas placas de hierro de un avión convenientemente estrellado ahí cerca, y empezó el choque de los filos.
-Sally, huye, yo lo distraigo.- Dijo Slender, sin quitarle la ''vista'' a Jeff.

Sally no sabía que hacer, así que hizo uso de su sadismo, propio del hecho de que está muerta, y confrontó a Jeff con un cuchillo empapado en la sangre de su tío (seh, lo menciono mucho).

Comenzó otra vez el choque de filos, mientras Slender no se creía lo que estaba viendo: Sally, una niña de 8 años peleando con alguien como Jeff.

En un momento de distracción Jeff cogió a Sally por la espalda y le tiró el cuchillo de la mano.
-Vale, si quieres ver a tu hijita, quiero ver al verdadero Slender.

Dicho esto, Jeff cargó a Sally en sus hombros y desaparecieron del bosque.
-Mierda!!- Slender tiró 10 árboles con los tentáculos. -Mejor voy a por ella.

Aseguró su casa, y partió en busca de Jeff...

Los CreepypastasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora