Resistiéndose.

Cap. 1 - Pasado.

Sigo culpándome por ser tan idiota en creer en el amor, cuando después todo termina en sufrimiento...

Después de 5 meses sigo sin saber porque pienso todavía en el que me destrozó entera. Por suerte tengo a mi hermano Daniel y mi amiga Lupe que me ayudan y me animan.

Quisiera borrar , y no puedo, la asquerosa realidad .El ruido de mi puerta me alejó de mis pensamientos.

-¿Quién? -pregunté.

-Daniel - sonó una voz masculina.

-Pasa -dije, y entró en la habitación.

-¿¿Lucía quieres jugar al Monopoli?? -dijo con entusiasmo.

-Vale, adelántate que enseguida voy.

-5 minutos, no más -dijo y cerró la puerta tras él.

Es raro que mi hermano quisiera jugar al Monopoli ya que tiene 17 años y nunca me hace esas propuestas. Esto me daba mala espina...Pero aún así bajé para ver que estaba tramando. Él está tan inocentemente esperándome en el sofá del salón , con el tablero abierto, billetes repartidos fichas y dados colocados.

-Wow hermanito a qué se debe esta gran sorpresa -dije con burla.

-Nada, simplemente me aburría y me parecía que tu también.Por eso te he preguntado -dijo con tranquilidad.

-¡¡Pues que empiece el juego!! -dije con ánimo.

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Después de una hora nos cansamos y recogimos el juego. Fui a la cocina a beber agua cuando me di cuenta de lo que estaba mirando..La policía estaba en la calle...Me resultó extraño ya que no la había oído  ¿Y qué hace en nuestro vecindario?

Me asomé por la ventana y pude ver que estaban arrestado a un ....Santo dios que hermoso era, no podía parar de mirarlo.

Me pregunté que había hecho para que la policía le hubiera arrestado, seguro que era el típico chico que estaba metido en  drogas o en peleas.

Dejé de mirar cuando mi hermano vino a ver que observaba con tanta curiosidad. La verdad no me importaba ni lo más mínimo ese chico.

-¿Qué crees que ha pasado? -dijo Daniel.

-Seguro que ese chico está metido en peleas o en drogas, en este momento no me gustaría estar en su lugar.

-Mm..ni nadie -Dijo Daniel alejándose.

Cuando entré en mi cuarto no eran ni las 7 de la tarde así que decidí dormirme, necesitaba descansar. No paraba de pensar que había hecho ese chico para que la policía lo arrestara...pero seguro que no duraría mucho arrestado, parecía de mi edad. 

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Los gritos de mi madre me sacaron de mi pesadilla. Agradeciendo que me despertara, me levanté de la cama recordando ese horrible sueño o debería decir pesadilla...La idea de que todos los días soñase con eso , me asustaba...

Bajé por las escaleras , cuando empecé a oler a... ¡tortilla! Ummm me encantaba, ahora entiendo porque me había llamado.

-Hola mamá, que buena tiene que estar esa tortilla -dije con desesperación.

-Lávate las manos , llama a tu padre y a tu hermano.

-Voy -dije acercándose al pasillo-  ¡¡Daniel y papa, a cenar!!

Y como una bala vinieron sin que yo me enterase. Típico de los chicos.

-Lucía cuando estabas durmiendo te llamó Lupe -dijo mi madre- Dijo que vendría mañana a acompañarte al instituto.

-Vale, mamá ¿sabes por qué estaba la policía está tarde en nuestro vecindario? -pregunté no poniéndome callar algo tan curioso.

-Creo que ya se porque es...aunque no estoy muy segura.

-¿Y bien? -dije un tanto impacientemente.

-Es Cameron Bower...el vecino del número 34.

-No creo haberlo conocido.

-La verdad hija, no se casi nada de ese chico. ¿Por qué lo preguntas?

-Por curiosidad.

Lavé mi plato, me cepillé los dientes y después de ducharme me volví a dormir como un lirón. Mañana sería otro día.

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