Short Dreams

Negando lo innegable

Y digo yo... ¿Qué sabrán ellos de lo que me ocurre a mí? ¿Qué rayos y centellas les importará? ¿Por qué se me hace un nudo en la garganta de pensarlo? Aún no sé de qué forma explicar aquello que me pasó, las dudas no hacen más que amontonarse hasta llenar el recipiente que tan ordenadamente contenía el papeleo de lo que antes solía ser mi calmada mente. Sigo esperando inútilmente que mi respuesta caiga en algún momento antes de ahogarme en el mar de la indecisión, mas sé que se trata de una vana espera pues esa, la preciada respuesta que necesito, no se haya aquí y he de buscarla por mis propios medios y enfrentar mil obstáculos hasta llegar a ella. Ay débil de mí que no me atrevo a avanzar y simplemente me limito a contemplar como mi alrededor se nubla por culpa de mi tormento. Lo cierto es que tengo miedo, más del que haya podido tener nunca, es un miedo irracional a lo extraño y desconocido, a lo que me espera tras mi descubrimiento. Soñé que soñaba que estaba en un sueño, me desperté de él y en la realidad aterricé estrepitosamente. Sé que no está mal, que solo es mi cabeza la que me dice que no, ¡pero por dios cuánto daría por ser lo que ellos llaman normal y evitarme esta tortura mental que me está matando por dentro! Sin embargo dudo un segundo, pues ello implicaría traicionar mi propio ser... ¿De verdad merece la pena negar este sentimiento a mi propia alma?