CAPÍTULO 4 ~ Con ella...

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{Narra Martin}

Se podía oír música desde fuera de aquel estudio, y de repente, se paró. Se abrió esa gran puerta metálica, y salieron una gran multitud de chicas descalzas en maillot, dirigiéndose todas hacia una misma dirección, supuestamente a los vestuarios. Enseguida me aseguré de que ninguna de ellas era la mía y me adentre en el aula. Allí dentro, al lado del enorme altavoz, había una mujer, que seguramente rondaba los cincuenta, con el pelo recogido en un moño bajo. Me miró, luego le lanzó una ligera mirada de picardía a Lilly y le guiñó el ojo como despido.
Y allí estaba ella, no había punto de comparación entre la actitud de cansancio de las otras chicas y la suya, entregada y motivada, ni siquiera se había parado a descansar al acabar su clase. Entonces, empezó a dar vueltas sobre su pié izquierdo. Me fijé en como su pie pasaba de estar completamente plano a estar en punta. No me imagino lo que debe costar, aguantar todo tu propio peso en la punta de un solo pié.
Y, al fin me vio, y me saludó con esa sonrisa, sensual y decidida, estaba preciosa. Me aproximé a ella, mirándola fijamente, y me apoyé en la pared. Pero noté algo raro en sus giros, sentí como si cada vuelta, la hiciera con mas fuerza e intensidad, como si un sentimiento de preocupación la devorara en su interior. Algo le ocurría.
Comenzó a dar piruetas sobre la punta del pie, hasta que oí el débil sonido, como de un crujido. Se quejó como de dolor, y se desequilibró, cosa que me hizo reaccionar. Corrí hacia ella y la sujeté por los brazos.
- Vaya, me has salvado de la caída.- Me dijo, casi susurrando.
Le sonreí - ¿Estás bien?
-Sí, sólo es una uña rota.- Contestó, cogeando hacia un banco situado en el lateral de la sala. Se sentó, abrió su bolsa y de ella extrajo una caja de tiritas. Al quitarse la zapatilla pude comprovar que ella estaba en lo cierto.
Y volví a repetirle la pregunta, pero esta vez con otro punto de referencia.- ¿Estás bien?
- Si, ya te he dicho que estoy bien, sólo es una uña. No te preocupes.
- No, no es sólo la uña... ¿Que te ocurre?
Suspiró. Claramente habia acertado. La miré, impaciente por oír la respuesta.
- Entendido. Pero, Martin, prometeme que no le vas a decir nada a nadie hasta que tenga las cosas claras...

Asintí. Pero ¿que era aquello que, a juzgar por su mirada, era tan importante? En ese momento las dudas me reconcomian por dentro...

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⏰ Ultimo aggiornamento: Jan 09, 2017 ⏰

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