Capítulo 2
Tocó el timbre cuando Danna se dirigía al aula de Informática. Ella ya sabía lo que allí la esperaba: Tendría que presentarse, delante de todos. Ni siquiera quería pensar en la simple idea de ello.
Ya estaba colocándose en su sitio. Siempre se sentaba en la misma silla: La de la última fila, a la derecha, al lado de la ventana.
Cuando llegó, en ambiente en la clase era ligeramento hóstil. Pensó que quizas era por la presencia de Logan, el capitán del equipo de béisbol. En realidad, en esa clase a nadie le caía excesivamente bien, ya que era parte del grupo de los populares. Parte del grupo que siempre humillaba a gente como ellos. Nadie en aquella clase hablaba con él, pero a este parecía no importarle.
El resto de la gente seguía imersa en sus conversaciones. Las chicas no paraban de hablar sobre un par de chicos nuevos que vendrían este curso.
-Que sí, los ví hoy, cuando fueron a rellenar el impreso para sus clases- Esa, era la voz de una de las discípulas de Stella. Por lo que Danna sabía se llamaba Alexandra, pero en realidad ellas dos no tuvieron nunca una buena "relación"
Danna dejó su mochila al lado de lamesa vacía que había a su lado, justo cuando el profesor entraba en la clase. Tyler Connolly, el profesor de informática, era un hombre esbelto, se notaba que precticaba deporte. Y no tenía pinta de ser el típico profesor de informática, por es a Danna le caía genial.
Pero Tyler no entraba solo, detrás de él iban... ¡¿¡¿Dylan y Greg?!?!
Lissa, después de salir corriendo del gimnasio se fue a los baños. No estaba dispuesta a llorar delante de unos desconocidos, pero la cosa cambiaba si estaba sola. Estuvo pasando hojas de su cuaderno, y se dio cuenta de que le faltaba una canción. << Se me habrá caido cuando venía corriendo>>. Pero ella sabía que en realidad no era así, de algún modo, lo sabía.
Pasaron un par de minutos, en los que no vino nadie al baño, pero en los minutos siguientes Lissa oyó las pisadas de un zapato de tacón, y fue corriendo a encerrarse en una de las cabinas del baño. No quería que nadie la viese en ese estado.
Empezó a oír la voz de Stella ¿Acaso sabría qué ella estaba allí?. Lissa se acuclilló en la tapa de la taza del váter para no ser vita.
-Pues sí, le tengo en el bote. Se hace el duro, pero no puede conmigo- La voz de Stella sonaba arrogante, bueno, en realidad, siempre sonaba así. Lissa aún acuclillada sobre la tapa, estaba oyendo una conversación que ni siquiera la interesaba.
-¿Tú crees? Porque sinceraqmente, yo no le veo cara de querer salir con nadie.- Lissa se sorprendió al oír la cálida voz de Emma. Desde pequeñas ellas dos habían sido amigas, pero después conoció a Stella, y poco a poco se fueron distanciando.
Se oyó el golpe de los tacones contra el suelo (Seguramente de Stella)
-¿Acaso me estás cuestionando?
-No es eso, es tan solo que James no tiene la pinta de colarse por nadie
-¿Acaso te tengo que recordar lo qué pasó en la fiesta de Galia? Él y yo...- Stella se interrumpió, ¿Que había pasado?
De repente, la cabina en la que se encontraba Lissa, se abrió de un golpe,y en la entrada, apareció una Stella furiosa.