Capítulo 1
Danna había llegado de las primeras al Beach High School, así que pudo elegir la mejor plaza de aparcamiento: La que estaba justo al lado de la valla.
Esperó en su coche unos minutos, hasta que divisó el coche de su mejor amiga: Lissa.
Danna tocó el claxon de su deportivo, para que su amiga supiese que tenía que aparcar a su lado.
Lissa en un grácil movimiento aparcó a su lado, y se bajó del coche.
-¡DANNAAAA!-Lissa corrió a abrazar a su amiga.
-¡LISSAAAAA!-En cuanto su acercaaron lo suficiente, se dieron un efusivo abrazo y se quedaron así unos cuantos segundos. Lissa era una de las pocas personas a las que Danna demostraba su afecto.
-¡Te he echado de menos!¿Acaso no tenías red wi-fi adonde quisiera que fueses?-Danna se dirigía al maletero a coger su mochila, y Lissa se fue a coger su mochila y un extraño cuaderno rojo del que sobresalían hojas.
-Es que mis padres me pillaron chateando con un chico por el ordenador, así que me quitaron el móvil y el ordenador durante todo el verano-Lissa suspiró- Se pasan demasiado conmigo-Lissa empezó a caminar hacia la puerta.
-¿Y ese cuaderno?-Danna estaba extrañada, porque Lissa siempre había sido muy organizada, y ese cuaderno... no lo era.
-Pues es un cuaderno de canciones-Lissa lo apretó contra su pecho, como si fuese su posesión más preciada.
-Vaya ¿Ahora compones?-Danna la miró asombrada mientras le abría la puerta. Lissa fue a contestarla, pero chocó con algo y cayó al suelo.
-¿Qué demonios...?-Lissa no terminó la frase, porque vio como su cuaderno caía al suelo, y como las hojas sueltas que había en él volaban por todas partes.-¡NO!-
Danna como acto reflejo salio a recogerlas todas, y se las trajo todas a Lissa. Ella seguía en el suelo, pero el chico con el que se chocó le tendió la mano para ayudarla a levantarse.
-Deberías mirar por donde vas-Le dijo Lissa cogiéndole de la mano.
-Eres tú la que no miraba por donde iba y por cierto se más amable ¿quieres? yo no te he atacado ni nada- El chico arqueó una ceja.
Lissa entró en el edificio bastante enfadada y Danna le entregó sus hojas. A Danna ese chico le sonaba del año pasado. ¡Claro! Había ido con el a clase de ciencias, se llamaba James si no se equivocaba.
James se quedó solo en la entrada, y vio que algo se había enganchado en la puerta principal. Eran unas hojas del cuaderno de Lissa.
Danna estaba en su primera hora del día: Física y química, que era impartida por Marie.
Estaba prestando atención a lo que Marie explicaba(En que consistiría la clase). Pero no para de oír una voz que tarareaba una canción. Era James, ella no sabía que a él le gustase la música, aunque claro, ¿A quien no le gustaba una buena canción?
Estuvo toda la hora oyendo el suave tarareo de James, era una canción suave, y sin duda dulce.
En cuanto hubo acabado la clase, Danna salió corriendo hacia el comedor. Allí estaría Lissa, pero ella no estaba allí. Solo podía estar en un sitio.
Danna corrió hacia el gimnasio, Lissa siempre se escondía allí.
Cuando llegó, oyó un sollozo detrás de las gradas, ahí estaba Lissa. Danna se acercó lentamente a ella.
-Liss- Danna enseguida reparó en el cuaderno rojo que se encontraba al lado de Lissa, y que ahora estaba lleno de típex y de tachones de color negro.-¿Qué le ha pasado a tu cuaderno?-Danna lo recogió del suelo y pasó las páginas a toda prisa, todas estaban igual, y contenían mensajes como: Pardilla, Lerda y Friki.-¿Quién te ha hecho esto?- Danna estaba horrorizada ¿Cómo alguien podía hacer algo así?-Voy a matar a quien haya hecho esto¡¿Quién ha sido?!-Danna gritó, por lo tanto su voz se oyó por todo el gimnasio.
-No te lo diré porque sé que irás a por ella-Lissa estaba encogida, y tenía la cabeza colocada en sus rodillas, por lo que no se la podía ver la cara. Pero a Danna no le hacía falta verle el rostro para saber que sus ojos marrones se habían vuelto rojos a causa de llorar.
De repente se oyeron unas voces procedentes de la entrada del gimnasio.
-Que sí tío, estoy seguro de que ha entrado aquí-La voz que hablaba era algo aguda, pero no tanto como la de una chica.
-¿Seguro de que está aquí? Últimamente te equivocas bastante-La segunda voz era más grave. De repente Lissa se levantó con una facilidad impropia en ella.-Deberíamos irnos-Fue tan solo un susurro, pero Danna lo entendió perfectamente.
Lissa comenzó a caminar, y Danna iba detrás de ella. Todo iba bien, hasta que Lissa tropezó y cayó estrepitosamente al suelo. El chillido de Lissa se oyó claramente por todo el gimnasio.
Danna oyó que unos pasos se acercaban rápidamente hacia ellas, y en apenas unos segundos unos chicos se colocaron delante de ellas.
-¿Estás bien?-El chico más alto de los dos, era el que tenía la voz grave, y se dirigía a Lissa.
-¿Tú que crees?-Lissa se levantó con esfuerzo, y caminó hacia Danna.
-No te pongas así mujer, que no hemos hecho nada. Porcierto, yo soy Dylan, y él es Greg.- Con una mano señaló al segundo chico, que sin duda era más bajo que él.
-Y yo me voy- Lissa le quitó de sus manos el cuaderno a Lissa y se fue hacia la puerta del gimnasio a paso rápido, y sin mirar hacia detrás.
-Y tú ¿Quién eres?- Greg, el chico que todavía no había hablado, se dirigió hacia Danna.
-No es que te importe mucho que digamos.- Danna cambiaba el peso del cuerpo hacia la pierna derecha, y luego hacia la izquierda, y así sucesivamente. Solo lo hacía cuando estaba nerviosa.-Y además, me voy.- Danna se fue hacia la misma puerta por la que había salido su amiga hace apenas unos segundos, con un poco de suerte aún le daría tiempo a comer algo antes de irr a la siguiente clase.
Dylan y Greg se quedaron en el gimnasio.
-¿Quiénes serían esas chicas?-Greg estaba intrigado.
-No lo sé. Tan solo sé que este año va a ser la bomba.-
-Y que lo digas amigo, y que lo digas...-