los extravagantes intentos de un corazon desesperado

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Capitulo sexto: los extravagantes intentos de un corazón desesperado.

 

 

 

Angus se levanto pesado de la cama, agotado a decir verdad, comenzó a dudar sobre si había o no dormido, no se sentía para nada descansado, con un suspiro pesado busco ropa limpia para una ducha.

Si había algo que realmente había extrañado era su inmenso baño, tenía un ante baño azul, una inmensa bañera con hidromasaje y suficientes comodidades para calmar a su pantera cuando se alteraba, y este era uno de esos momentos. No había visto a Iván desde el día en que lo hecho del cuarto, su pantera parecía desesperada por ir a buscar al lobo, pero no era lo que deseaba ahora. Suspiro cuando tomo una de sus batas y olio en ella a Iván, era un crudo recuerdo de que el lobo había estado allí, y un resaltador a todo el dolor que el albino había dejado a su paso.

Entro al baño tratando de ignorar por completo la aún palpable presencia de Iván, dejo la bata colgada y la ropa sobre la tapa del inodoro para que no se mojara si algo escapaba de su bañera. Se quito la ropa que llevaba y la arrojo en una desordenada pila contra el lava manos. Se quito su anillo y dejo la cadena de acero que siempre colgaba de su cuello con una piedra de color azufre en el botiquín.

Suspiro revolviendo apenas su cabello y abrió la cortina de baño.

El grito de Angus debía de haber resonado en toda la puta casa, allí estaba, en su tina, muy acomodado Iván, lo miraba con una más que falsa inocencia y una sonrisa malévola en su pálido rostro, aún estaba con su ropa a juego, siempre blanca e impecable, llena de mínimos detalles de correas que estaban más que preparadas para mantener armas. Tenía las manos tras la espalda, las rodillas en el frio suelo de la bañera y su siempre firme trasero sobre sus talones, tratando de simular una postura de lo mas sumisa, alzo una de sus manos con la esponja verde de Angus y sonrió aún más.

- creí que te gustaría que jabone tu espalda- dijo Iván cuando el silencio pareció infinito.

- Sal con una jodida de mi baño- rugió Angus mientras tomaba algo brusco al lobo y lo sacaba de su habitación, olvidando su desnudes guio a Iván a la puerta y la abrió de par en par.

-o santa madre del pudor- gimió avergonzado Osito tapando sus ojos de la desnudes de Angus, la pantera soltó el brazo de Iván solo para poder cubrirse con ambas manos su virilidad, Iván levanto una de sus cejas, entre molesto y divertido mientras a Angus se le ponía la cara roja.

-¿alguna otra mierda saldrá mal?- Angus apenas aparto sus manos para enfatizar su disgusto y para tratar de cerrar la puerta cuando un flash lo cegó.

-directo a Internet- sonrió Kim mientras escribía en su celular, Angus grito con frustración y cerro con fuerza la puerta, dejando a todos, menos él, fuera.

Podía escuchar la discusión entre el alfa y el lobo, realmente de no ser que el seria el damnificado se hubiera reído, suspirando agotado se metió a la tina, con serias intenciones de quedarse allí hasta volverse una pasa.

 

Iván arqueo aun mas su ceja, mirando a Kim, que sostenía como un arma a su celular.

-ni creas que te dejare publicar eso León- siseo mirando mal al Alfa de la manada Kimberly.

- ¿porqué no?- el alfa le sonrió lleno de sorna- ¿quieres verla tu primero?

Cuando Kim voltio el teléfono Iván tubo aun mas ganas de matarlo, nadie aparte de el debía de ver el sensual cuerpo de Angus, y menos que menos su gigantesco pene. Iván lo había notado en la bañera, el tamaño del hombre no dejaba que desear. Si solo pudiera darle una probada…

Un Extraño Lobo BlancoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora