Tenes que ser normal me dijo mi papá muy comprensible como un psicólogo racista, como no vas a jugar al fútbol, como te podes juntar con minas pareces puto... Puto me quedo retumbando en la cabeza a lo que le respondí si a vos te parece que un XY como yo, no es hombre porque no le gusta el fútbol y no se junta tanto con hombres sos un pelotudo papa.
Después de eso me pego una cachetada. Llorando fui al cuarto con mi mejilla roja como una manzana en época de cosecha, después de eso puse en duda mi sexualidad yo no me lo había cuestionado nunca sabía que era heterosexual la sociedad me lo había hecho cuestionar quien era, quien me gustaban y todo eso únicamente por mi forma de pensar, nunca me sentí tan inseguro de quien era
Hasta que lo descubrí no soy XX ni XY ni heterosexual, ni homosexual, ni transexual, ni lesbiana, mi bisexual, ni intersexual, soy un monstruo y me encanta serlo porque siendo monstruo puedo ser yo y si me dicen eso es muy de mina o eso es demasiado varonil les puedo responder NO porque soy un monstruo un monstruo libre de pensar actuar y sentir como yo quiero
Porque sé que esa atrocidad de la naturaleza que dios odia y el diablo envidia soy yo. Dos años después viviendo ya en Buenos Aires, mi viejo me llamo como lo hacia cada treinta días y no duraban menos de 5 minutos, sus llamadas, pidiéndome perdón por lo que había pasado hace dos años, a lo que le respondí gracias porque gracias a vos soy un monstruo gracias a vos sé quien soy, después de eso le pidió a mi vieja que me mande al psicólogo
Fui al psicólogo, le dije que era un monstruo me dijo que estaba bien y que no fuera más, y ahí descubrí, que hay gente como yo, más monstruo pero también descubrí que hay cazadores de monstruo que odian lo diferente la vanguardia lo extrovertido pero los monstruo siempre ganamos no porque seamos diferentes sino porque nuestro grito es revolucionario y más fuerte.
