[HY]
Jisoo llevaba cerca de veinte minutos eligiendo entre tres tipos diferente de manzanas, y a esas alturas, Jihoon y Seokmin estaban más que desesperados e irritados y Jeonghan a punto de quedarse dormido de pie. Parecía que el único que no se quejaba era el bebé de la familia, pero eso era por la tremenda afinidad que tenía con Jisoo.
— Papá, ya me quiero ir —reclamó Seokmin.
— Todavía me faltan muchas cosas, Seokie —resondió Jisoo con su suave y calmada voz—. Amor, ¿por qué no los llevas a ver los juguetes?... ¿Amor?
— ¿Eh? ¿Qué-...? ¡Ah! Sí... ¿Qué? —Jeonghan sacudía la cabeza ligeramente confundido. Literalmente, estaba quedándose dormido.
— Que acompañes a los niños al área de juguetes.
— Yo no quiero ir —se escuchó la voz del mayor de los hijos.
— ¿Te quieres quedar conmigo, Hoonie?
— No. Me quiero ir a casa.
Jeonghan rió enternecido; realmente no sabía de dónde había sacado su carácter Jihoon. Jisoo era un hombre tranquilo y momentáneamente divertido, amable, paciente y comprensivo. Jeonghan solía ser el más extrovertido en la relación, la clase de persona que consigue lo que quiere. Pero su hijo mayor... era algo así como el hijo perdido del Duende Gruñón de "Dora la Exploradora".
El mayor de los padres miró por el rabillo del ojo la cara preocupada de Jisoo; al castaño siempre le había preocupado aquella actitud del niño pálido, "ser tan antisocial no es normal para alguien tan pequeño". Jeonghan suspiró. Tomó la mano de Sokmin y la de Jihoon, y arrastró a sus hijos hasta el área de juguetes, susurrando un "yo me encargo, amor" a su esposo antes de marcharse.
[...]
Jihoon odiaba los juguetes de ese lugar.
Es que todos eran tan tontos y ruidosos. Él prefería jugar con la guitarra que su papá Jisoo tenía en su cuarto-especial-para-hacer-música. Admitía que los Ositos Cariñositos le gustaban, pero de ahí en fuera, odiaba ese lugar.
Se alejó de su hermano y de su padre para dejar de escuchar el molesto sonido de un auto a control remoto con el que Seokmin jugaba. Pero de un momento a otro acabó sentado junto a un niño que era perseguido por un monstruo y le sujetaba de la mano.
— ¿Y qué hiciste? —Le preguntó al mayor.
— ¿De qué? —dijo Cheol con una sonrisa.
— ¿Por qué te persigue un monstruo?
Seungcheol tenía las piernas extendidas sobre la pulida loseta del suelo, y sus pies se balancearon de un lado a otro lentamente, pensando.
Las manos de Seungcheol sudaban mucho y eso a Jihoon no le gustaba; además, Cheol olía a malteada de chocolate y Jihoon prefería la malteada de fresa; Seungcheol tenía el cabello oscuro como su papá Jeonghan, pero a Jihoon le gustaba más el cabello claro como el de su papá Jisoo; Seungcheol hablaba muy fuerte, muy ruidoso. Y a pesar de todo eso, Jihoon se quería quedar ahí a su lado.
— No lo sé, yo no hice nada —respondió Cheol, haciendo un puchero con los labios—. Pero si me encuentra... ¿tú me vas a defender?
Hoon frunció su ceño y negó con la cabeza. Él no podría contra un monstruo, su papá Jeonghan tal vez sí, porque él gritaba tan fuerte que asustaba, pero Jihoon no.
— ¿Por qué nooooo~? —Lloriqueó el mayor—. Eso hacen los novios.
Jihoon no entendía nada de lo que Seungcheol decía, pero su amigo Junhui decía que los novios se sonreían, compartían sus colores, jugaban juntos al té y... se daban... besitos. La pálida piel de sus mejillas se coloreó de rojo y su mano libre cubrió su pequeña boca.
— Yo no soy tu novio.
— ¡Sí lo eres!
— ¡Nooo!
— ¿Por favooor~?
El pálido negó más fuerte con la cabeza y tenía rojas las puntas de las orejas. No, no, no quería. Se encontraba negando cuando se dio cuenta de que la sonrisa de Seungcheol ya no estaba, y en su lugar, tenía una mueca de tristeza. Cheol soltó la mano de Jihoon y agachó la cabeza.
El menor no quería ser el novio de Seungcheol... pero tampoco quería que soltara su mano. Se acercó un poco más hasta que su hombro izquierdo chocó contra el derecho del mayor. Con algo de nervios tomó nuevamente la mano del niño de grandes ojos y le dio un pequeño apretón.
— Está bien, te voy a defender.
Seuncheol alzó la vista y su brillante sonrisa volvió poco a poco.
— ¿Porque somos novios?
— Ajá.
[...]
Seokmin amaba los soldaditos de plástico y los carros a control remoto con un claxon muy fuerte. Y se encontraba encantado de la vida, arrastrándose por el suelo, jugando con las piezas de exhibición, mientras su padre se recostaba en un sofá de muestra no muy lejos de él.
La pequeña motocicleta de plástico corría veloz hasta que chocó con los pies de otro niño. Seokmin corrió hasta donde su vehículo había colapsado y lo tomó entre sus manos.
— Seokie —escuchó que lo llamaban.
Frente a él se encontraba Jun, el amigo de su hermano mayor.
Juhui y Jihoon visitaban siempre el lugar-super-secreto donde Mingming y Seokmin comían su almuerzo en el patio de juegos del jardín de niños. A Seokmin no le agradaba mucho Junhui, porque cuando él llegaba Mingming ya no quería jugar a los súper-héroes y se iba a jugar al té con el mayor.
— Mira lo que me comprarán —el niño de cabellos claros le mostró una caja llena con tacitas de falsa porcelana a juego con un platito y una cucharita—. Jugaremos el lunes.
Seokmin torció la boca y se mantuvo en silencio, lo mejor sería alejarse del niño chino que no le agradaba. En eso estaba cuando un hombre muy alto se acercó hasta ellos, sonriendo, y a su lado había otro sujeto de ojitos pequeños con un bebé colgando de su pecho.
— ¿Quién eres tú, pequeño? —Le preguntó el hombre que cargaba al bebé.
— Es el hermano pequeño de mi amigo Jihoon —respondió Junhui—. Seokie, él es Chan, mi hermanito, ¿te acuerdas que les conté de él?
El hijo de en medio de la familia Hong Yoon miró atento al pequeño bebé que uno de los hombres sostenía; era taaaan pequeñito, más pequeño que Seungkwan. Además se veía más suavecito y bonito que su hermano Seungkwan. Definitivamente más bonito.
— Es bonito —dijo sin pensarlo.
— ¿Verdad que sí? —Junhui se rió—. Seokie, él es mi tío Mingie, y él es su novio Soonyoung hyung. Son novios de los que se dan besitos.
La sonrisa se borró repentinamente de los rostros de los mayores, quienes se colorearon de un sorpresivo color rojo y Soonyoung comenzó a toser incómodo.
— ¿De los que se dan besitos? —Seokmin miraba asombrado a los mayores, que poco a poco se acaloraban más.
— En serio —repuso Junhui—. Mingie, ¿por qué no besas a hyung?
— Junie en realidad ahora-...
— ¡Beso! —Gritó el de cabellos claros.
— ¡Beso! ¡Beso! —Apoyó Seokmin, repentinamente emocionado.
Y así fue cómo los demás compradores del supermercado veían entretenidos a dos niños dando saltitos gritando por un beso, mientras Soonyoung escondía su cara roja hasta las orejas entre sus manos y Minghao se sujetaba el cuello por la bochornosa situación.
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Al supermercado. [SEVENTEEN]
FanficEsta es una historia llena de drama, acción, comedia, tragedia, secretos, traición, romances... ¡Ah! Y de cómo tres parejas y sus niños hacen las compras en el supermercado. Familia Hong Yoon. Familia Kim Jeon. Familia Xú Kwon. ------------ Mi regal...