"Borns To Die"

Capitulo 6 "Demonio Azul"

Aceptar las cosas como están no es tan Fácil, pero Uno hace lo que Puede, uno intenta salir adelante.

Hay sucesos en nuestras Vidas que pasan por algo, que cambian nuestras vidas cotidianas, por ejemplo, el que quieran Asesinarme, el que sea protegida por un Perro Enorme, y un chico pelirrojo son cosas que no deberían suceder, pero sucedió.

Encendí un Cigarrillo.

-Shane- Murmuré.

Shane alzo una Ceja desde el sillón sin apartar mucho la Vista del Televisor.

-¿Y Dylan?- Pregunté dando un Brinco al sillón -No se ha pasado por aquí desde la mañana y casi es la Hora de la Cena- dejé el cigarrillo en el cenicero.

-Comentó algo de que tenía unos Pendientes- Respondió Brett Mientras daba un enorme mordisco a una Manzana -¿Ya te preocupa el Hombre Lobo?- preguntó en tono de Burla.

Shane comenzó a reír disimuladamente.

Desde cuando me interesa lo que pase con el Perro enorme, me cruce de brazos y negué con la cabeza -No me preocupa, yo se que el tarado puede cuidarse- respondí -pero me preguntaba si vendría esta noche a Cenar con nosotros-.

-Está noche no puedo Bombón- Comento Shane poniéndose de pie a un lado nuestro -Quedé con una Rubia- menciono mordiéndose el labio inferior haciendo curvas con ambas manos sobre el Aire. 

Tome un Cojín y se lo lance a su Rostro, los tres soltamos algunas Risas, para después Shane se despidiera de mi y se marchase.

Brett terminó con su Manzana y agradeció el tiempo que estuve con el y se marchó.

 -----------------------

Me encontraba recostada en la Gran centrada en la habitación, un viento frió entraba por la Ventana, Las cortinas se movían suavemente, el silencio mataba, podía escuchar cada latido de mi corazón, mi respiración, el sonido de las hojas de los arboles moverse.

Los recuerdos de mis padres iban y venían en cortas imágenes.

Las lagrimas corrían por mis Mejillas.

Eran caminos largos y Fríos, mis ojos los mantenía cerrados, todo el maquillaje había caído formando lineas oscuras entre algunos caminos de lagrimas.

*RECUERDO*

Había una Gran mesa de cristal, llena de comida Navideña sobre ella, velas regadas sobre la mesa, dos platos sobre ella, un Ventanal completo en una pared, que daba a una paisaje Blanco, carros y arboles, llenos de nieve, las paredes eran de un color naranja Calido, en una pared había un retrato de mis padres con migo en brazos.

-Cariño- una voz de un hombre sonó entrando en aquella sala, dejando ver a un Hombre de traje Negro con una sonrisa de oreja a oreja -¿que tal me veo?- preguntó.

-Te vez Grandioso- respondí acercándome a él -papá-.

Tome su corbata y la deshice, mi padre me había un puchero -Todo lo que me costo hacerla- Reprochó.

Reí Timidamente -Solo la arreglo- sonreí terminando de arreglar su Corbata.

Mi padre me plantó un beso en la frente, removió algunos cabellos rebeldes detrás de mi oreja, sonrió mientras sus ojos se cristalizaban, en segundos vi como las lagrimas comenzaba a salir una tras uno, sentí como mi corazón se partió en dos, lo abracé lo mas fuerte que pude hasta intentar Calmarlo.

-Tranquilo- murmuré -Todo estará Bien- Me aparté de el -Será la única navidad separados, no te detengas por mi- sonreí.

mi padre asintió con la cabeza, tomo sus maletas y salio de la Casa, lo vi perderse tras cerrar aquella puerta marrón.