Parte 2

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La humedad aumentó y pronto fue dispersada por una ligera lluvia, bajamos de nuevo al club y localicé a Geni bailando con el chico castaño.

-¡Hey!-llamé su atención y ella se disculpó con el chico para hablar conmigo-¿Crees que puedas cubrirme con Luisa?-le pregunte y ella me miró un tanto confundida. Luisa, era la encargada del viaje, una mujer un poco pesada con los itinerarios, no podíamos llegar tan tarde al hotel, con algo de suerte Génesis inventaría algo para cubrirme.

-¿Cubrirte? ¿Para que necesitas que te cubra?-me pregunto con una sonrisa pícara mientras miraba más allá de mí, Dom estaba justo detrás.

-Me invitó un café...-le dije con algo de vergüenza de decirle la última parte-en su departamento-finalicé desviando la mirada, era una situación extraña.

-Y tú no puedes rechazar un precioso café, ¿No es así?-me sonrió ella victoriosa, yo me sonroje y asentí-Sólo no se emocionen demasiado, ¿bien? Recuerda que mañana tendremos que irnos-me recordó algo preocupada y paso una sombra de tristeza por sus ojos, ella se sentía igual que yo.

-Lo sé, sólo será un café y charlaremos, nada más-le dije con una sonrisita.

-Ajá-me sonrió y luego miró seria en dirección a Dom-Sera mejor que la cuides-le sugirió con un ligero tono de amenaza en inglés.

-La cuidaré-le prometió el con una sonrisa ladeada.

-Ya, lárguense-nos dijo con una sonrisa divertida y negando con la cabeza.

-Nos vemos y... suerte-le dije dirigiendo una mirada al chico que estaba bailando con ella, era guapo, tenía que decirlo. Ella me guiñó un ojo y nosotros nos abrimos paso entre la gente para salir del club.

Aún estaba lloviendo y esperamos en la entrada mientras el valet traía el auto de Dom; había un chico a unos metros de nosotros fumando, parecía más joven que yo pero se veía como un experto con el cigarrillo entre los dedos.

-Es tan triste que se destruya de esa manera-comenté con una mueca de desagrado, recordé que él fumaba y lo miré.

-Lo sé, yo mismo sucumbí ante esa cosa-me dijo con los ojos fijos en la lluvia que caía-Dejarlo fue lo más inteligente que he hecho-

-Lo importante es que te diste cuenta a tiempo ¿no?-le dije con una sonrisa intentando reconfortarlo, en realidad estaba aliviada de que lo haya dejado, era un hábito que detestaba.

-Sí y me alegra que sea así-me dijo con una amplia sonrisa, yo sonreí y baje la mirada, me agradó que lo dijera, más de lo que admitiría a mí misma. En eso el valet apareció con un precioso GTO 67 negro, literal, mi boca cayó abierta.

-Oh Dios, es una belleza-dije acercándome al auto mientras Dom recibía las llaves y le daba la propina al chico.

-Gracias, es mi bebé-me dijo orgulloso, abriendo la puerta del copiloto para mí, mientras tanto yo no salía de mi estado de embobamiento, en serio, es que ese era el auto de mis sueños.

-Creo que me he enamorado-le dije sonriendo ampliamente mientras el soltaba una carcajada y se acomodaba en su asiento.

-Ahora estoy un poco celoso-comentó el con una sonrisa.

-No lo estés-le dije posando mi mano en su brazo-lo nuestro es diferente-explique haciendo un gesto al auto, el rio y el sonido se extendió por los músculos de su brazo, yo baje la mano sintiendo mis mejillas calientes, el encendió el motor y empezó a sonar "Monsters" de Ruelle, amaba esa canción.

-Amo esa canción-dije mientras él se incorporaba al tráfico de la ciudad.

-Igual yo, es mi favorita de la banda sonora-me dijo subiendo el volumen un poco más. El viaje fue relajado, ambos tarareábamos la canción y cuando terminó comenzamos a hablar de nuestros gustos musicales, me complació darme cuenta de que eran muy parecidos, un poco de todo.

One night with you (Dominic Sherwood)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora