— Oye, no te quedes toda la manta, cacho gocha —le dije a Yaiza, mientras tiraba de la manta para cubrirme a mí también.
Yaiza y yo llevábamos mucho tiempo siendo amigas. Nos hicimos cercanas cuando tuvimos que empezar a vivir bajo el mismo puente. Sinceramente, no es que viviéramos muy bien, conseguíamos la comida como podíamos. Pero al menos nos teníamos la una a la otra.
Yo, cuando todavía no vivía en la calle, estudiaba Filosofía (tenía que haberlo visto venir, la verdad) en la Universidad de Blackjackpolis. Pero cuando acabé la carrera me fue imposible encontrar trabajo. En parte, porque nunca hubo mucha salida para Filosofía. Pero la mayor razón fue que, desde que Yang Hyun Suk había abandonado a la gran mayoría de sus ciudades, entre ellas Blackjackpolis, el ámbito de la educación allí era penoso, como todos los demás.
Las razones de Yaiza para estar en la calle eran más turbias que las mías. Ella salía nada más y nada menos que con Jinwoo, el hijo de Yang Hyun Suk. Pero cuando su padre se enteró de su relación, no sólo les separó, sino que se encargó de hacer imposible la vida a Yaiza. Consiguió que la despidieran de su trabajo en el campo de la Biotecnología tan fácilmente como se chasquean los dedos. También extendió un montón de rumores sobre ella para que no la aceptaran en ningún sitio (e incluso alguna vez fue perseguida). Y lo peor de todo, es que la razón por la que odiaba a Yaiza era, en sus propias palabras, que "tenía pintas de perroflauta".
Pero un buen día, cuando volvía al puente después de dar una vuelta con mi amigo Hyuk, encontré a una mujer hablando con Yaiza. Se llamaba Senior. Su rostro se mostraba serio e inexpresivo, pero en el fondo de sus ojos se podía vislumbrar un odio profundo.
— Sé cuál es tu historia. Y tengo un trato que te puede interesar —empezó —. Estoy segura de que odias muchísimo a YG. Bien, yo también le odio, y quiero acabar con él. Puedo ofrecerte un alojamiento y manutención, si tú a cambio trabajas para mí y me ayudas a derrotarlo.
Yo llegaba justo en ese preciso instante. Entonces, Yaiza me señaló.
—Acepto, pero ella tiene que venir conmigo.
Ella me miró, y por un momento su mirada mostró un sentimiento que no pude descifrar.
—Está bien, puede venir.
Desde que Senior pronunció esas palabras, nuestras vidas cambiaron completamente. Nos llevó hasta su mansión, en las afueras de la ciudad. Menudo cambio de un puente a una mansión, ¿eh? Pues para mí no, porque la tía no me dejó instalarme en una de las muchas habitaciones que le sobraban, sino en un cuchitril del sótano que casi parecía una celda. Yaiza le era muy útil por sus conocimientos en biotecnología, pero para mí no encontraba ninguna función, así que no le merecía darme una habitación buena. En fin, al menos es mejor que un puente.
La cosa es que en el sótano conocí a Lulú y rápidamente me hice amiga de ella. Me contó cómo había empezado todo, por qué Senior odiaba a YG y básicamente cómo se le fue la olla por eso hasta el punto de convertirla en esclava cuando antes eran amigas.
Entendía que odiase a YG, pero si Senior seguía tratando así a las personas de su entorno, no acabaría nada bien.
Más tarde también conocí a Junior. Estaba paseando por los jardines de la mansión cuando a lo lejos vi unas vacas y me acerqué para verlas mejor. Entonces, una chica con el pelo negro y morado apareció a mi lado.
—Hola, me llamo Junior, ¿quién eres tú?
—Soy Sara. ¿Tú también trabajas para Senior? —le pregunté.
Pero antes de que pudiera responder, una vaca le mordió la cabeza por detrás y le babó todo el pelo. No pude evitar echar a reírme.
— ¡Auch, quita! —apartó a la vaca y se secó el pelo como pudo con un pañuelo —. Perdona, es que los animales me odian.
— ¿Y entonces por qué los cuidas?
Al hacer esa pregunta me miró mal, pero no me respondió.
—La cosa es que mi granja no es una granja cualquiera. Mis animales están preparados para el combate, y eso a Senior le interesa para su causa. Mis vacas tienen una fuerza brutal, mis cerdos son grandes estrategas y mis patos son ninjas expertos en todo tipo de artes marciales.
Creo que en ese momento mi cara debía ser digna de sacarme una foto. Al principio no la creí, pero con el tiempo descubrí que no mentía. Un consejo, no vaciléis nunca a un pato...
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POR EL PODER DEL BISCOCHO:Las castañas pegan fuerte.
Nezařaditelné"Yo no sé hacer resúmenes así que... aquí os quedáis." -Junior, gran persona, mejor pensadora. Senior, con un odio profundo hacia YG comiéndole las entrañas, reunirá un ejército con el que intentará derrotarlo y traer de nuevo la esperanza y la aleg...