SEPTIEMBRE

119 5 2
                                    

SEPTIEMBRE 16

Recuerdo que ayer me consideraba la persona más feliz de la tierra, de la galaxia y de todo lo creado por Dios.¿Fue sólo ayer o lo sentí hace muchos pero muchos años? Me parecía que la hierba nunca había olido tanto a hierba; que el cielo jamás estuvo tan alto. Ahora todo se derrumba sobre mi cabeza quisiera diluirse en la atmósfera del universo y dejar de existir. ¡Oh! ¿Por qué, por qué no me evaporo?¿Cómo podré mirar frente a frente a Ana, a Ainhoa y a los demás? A estas horas la noticia debe de haberse extendido por todo el Instituto. Estoy segura. Ayer compré este Diario porque crei, por fin, tener algo digno de ser contado, algo grande y maravilloso; algo tan íntimo no podría compartirlo con ningún otro ser humano. Sólo conmigo. Y ahora, como todo lo demás en mi existencia, no es absolutamente nada.

Realmente no comprendo cómo Cody pudo hacerme esto, a mi, precisamente a mi que lo he amado desde que tengo uso de razón; que esperé toda mi vida a que de dignara a mirarme. Ayer cuando me pidió que salieramos juntos, pensé que iba a morirme de felicidad. Y así fue. Ahora el mundo es gris frío e insensible.

Diario: Tendrás que esperar hasta mañana o me fastidiaran otra vez. ¡Hasta luego!

SEPTIEMBRE 17

Hoy el liceo ha sido una pesadilla. Temía encontrarme con Roger en
cada rincón y, sin embargo, tenía miedo, desesperadamente, de no verlo.

Me decía: «Algo debe haber pasado y él tendrá una explicación». A la hora
de comer tuve que decir a las muchachas por qué no aparecía. Fingí que
no me importaba pero, ¡oh, Diario!, por supuesto que me importa. Tanto me afecta que siento como si dentro de mí todo se hubiera hecho pedazos.

¿Cómo puedo sentirme tan miserable, turbada, humillada, apaleada, y hablar todavía, funcionar, sonreír y, concentrarme? ¿Cómo pudo hacerme
esto Roger? Yo no le haría daño ni a una mosca. No podría lastimar a
nadie ni física ni emocionalmente. ¿Cómo, entonces, puede lastimarse la
gente con tanta saña? Incluso mis padres me tratan como si fuera una estúpida, un ser inferior y sin remedio. Me imagino que siempre defraudare. Seguramente no estoy a la altura de lo que quisiera ser.

SEPTIEMBRE 19

Cumpleaños de papá. Nada especial.

SEPTIEMBRE 20

Hoy es mi cumpleaños. Tengo quince años. Eso sería todo.

SEPTIEMBRE 25

Querido Diario:
Hace ya casi una semana que no escribo porque no me ha ocurrido nada
interesante. Los viejos y estúpidos profesores de siempre, enseñando las
mismas estupideces de siempre en la vieja y estúpida escuela de siempre. Tengo la impresión de estar perdiendo interés por todo. Al principio creí que el liceo sería divertido, pero es un total aburrimiento. Todo es una lata. Tal vez se deba a que estoy creciendo, a que la vida se va
volviendo más asquerosa. Julie Brown organizó una fiesta, pero no fui. He engordado más de tres kilos: tres feos, gra sientos,
torpes, babosos kilos, y ya nada me queda bien. Empiezo a tener un aspecto tan fofo como mi estado de ánimo.

SEPTIEMBRE 30

¡Estupendas noticias, Diario! Nos cambiaremos de casa.

Papá ha sido solicitado como decano de la facultad de Ciencias Políticas en... ¿No es excitante? Tal vez ahora las cosas sean
como antes, como cuando yo era más niña. Quizás mi padre
vuelva a dar clases en Europa cada verano, y entonces, como
acostumbrábamos, iremos con él. ¡Oh, qué tiempos tan
entretenidos aqué líos! Voy a ponerme a dieta. Cuando nos
cambiemos de casa seré otra persona. Ni un mordisco más al
chocolate, ni una papa frita volverá a cruzar mis labios hasta que no haya perdido cinco kilos de redondeces y de bultos de grasa.

Voy a renovar com pletamente mi vestuario. ¿Qué me importa el ridículo Roger? Confidencialmente te diré, Diario, que todavía me importa. Su pongo que siempre le amaré, pero antes de que nos vayamos, cuando yo esté más delgada, y mi piel, ahora fofa, sea tersa como el raso y los pétalos de rosa, cuando tenga
vestidos como de modelo, entonces me pedirá que salga otra vez
con él. ¿Voy a darle un plantón, a dejarlo colgado, o - me temo que sí- seré débil y volveré con él?
¡Oh, por favor, Diario, ayúdame a ser fuerte y firme! Ayúdame a hacer gimnasia cada mañana y noche, a limpiar ¡ni cu tis, a comer debidamente, a ser optimista y agradable, y positi va y risueña. ¡Quisiera tanto ser alguien importante, o, sencilla mente, que de vez en cuando me invitase algún muchacho! Tal vez la nueva «yo» sea diferente.



Diario Íntimo de Una Chica DrogadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora