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Elissa

Creo que hoy fue uno de los días más divertidos que eh tenido en mucho tiempo, me duele el estómago de reír tanto. Alfonso es muy lindo conmigo y además muy malo cocinando, casi quema la preciosa cocina que tiene en su casa, por eso terminamos ordenando pizza y tuvimos que ir al supermercado que queda a unas 4 o 5 cuadras de nuestras casas, para comprar algo para beber porque no tenia nada de beber.

Ya estoy volviendo a casa, tuve que hacer milagros para que Alfonso no me acompañara a casa, aunque mi casa queda a unos pocos pasos de la suya, pero él es tan terco. 

-Llegue.- grité al llegar a casa, aunque a nadie le importe, creo que fue un gran día. 

Me dirijo a mi habitación, ya era bastante tarde y mañana tenia clases, subo las escaleras y me encuentro con un sendero de ropa que se dirigía al cuarto de mi padre, solo agacho la cabeza y sigo hacia mi cuarto. Desde que mi madre murió el callo en el alcohol, fumaba mucho y muchas noches buscaba mujeres para tener relaciones. Como la extraño...

...

''You look so perfect standing there, in my American Apparel underwear''

Dios, maldita alarma, maldita canción, maldito martes... nota mental: no poner tu canción favorita de alarma, es el peor error que podes cometer en tu vida y no, no exagero.

Bueno... me voy a levantar, a la cuenta de 1... 2... 2/2...2/4... 3, la mierda que hace frío.

...

Bueno, uniforme listo, dientes limpios, un brillo de mi madre en los labios... falta... ¿el pelo? No, ya lo había arreglado en una cola alta, me dirijo al espejo que estaba en mi cuarto y me miro de arriba a abajo... zapatos! Dios, no soy buena en las mañanas.

Hoy Alfonso me dijo que me iba a pasar por casa a buscarme, se que me estaba arreglando mucho por un chico que probablemente se alejaría con el tiempo, pero bueno, soñar no cuesta, ¿verdad? El sonido del timbre me distare de mis pensamientos, tomo mi mochila de arriba de la cama y bajo corriendo las escaleras, papá dormía, así que no me inquietaba que el abriera la puerta. Paso rápido por la cocina y agarro la mejor manzana que encuentro en la heladera y una botella de agua, tomo mis llaves del llavero que estaba perfectamente colgado al lado de la puerta, la abro y me quedo shokeada con su hermosa sonrisa y sus ojos casi grises.

-Hey!- me saluda alegremente. Estaba perfecto, a pesar de este horrible uniforme que nos obligaban a usar, tenia su mochila colgada por un hombro.

-Hola, Alfonso.-le digo mientras salgo y tranco la puerta.

-¿Cómo pasaste, hermosa?- dijo, me quede helada en el momento que articulo la ultima palabra, él noto lo incomoda que me puse- digo... em... yo, queria decir.... no para, no sos hermosa... osea si lo sos... pero no lo quice decir, osea... tipo, tal vez...

-Oye! Tranquilo.- le digo, tartamudeo mucho, lo que hizo que se viera muy tierno, al momento que le dije eso un color rojo tiño sus mejillas.

-Lo siento...

-Descuida.

En el resto de la caminata no dijimos nada, el comentaba alguna que otra cosa, pero no fue mucho, cuando estábamos a una cuadra del instituto, comencé a preguntarme si él se quedaría a mi lado o se iría porque no le gustaría que lo vieran conmigo, no creo que estemos juntos así que a medida que nos íbamos acercando al instituto yo caminaba mas lento.

-Oye, ¿que te pasa? ¿por qué caminas tan lento?-pregunto con un tono de preocupación en la voz.

-Alfonso...

-¿Si? ¿pasa algo? ¿te sientes mal?

-¿Estas seguro que quieres entrar conmigo al instituto?

-Obvio que si Elissa, ¿por qué lo dices?

-Porque tal vez no quieres que te vean con una chica rara, quiero decir...

-No quieres decir nada.- me interrumpió- Elissa, mira, tal vez no seas la chica más popular en este jodido instituto, pero te quiero al lado mio, para hacerme el aguante, por favor.

-Esta bien.- dije dándole un fin a la conversación.

Cuando llegamos al gran portón que funcionaba como entrada para el gran Instituto, al entrar, automáticamente agache la cabeza, sentía los ojos de Alfonso tratando de buscar los míos, pero no iba a dejarlo, así entraba siempre, me quitaba el peso de las miradas de los otros chicos y le baja un poco el volumen a los susurros.

-Ell.- me dice él llamándome.

-¿Si?- dije, pero sin verlo a los ojos.

-¿Te gustaría salir conmigo?- lo escuche casi como un grito y cuando levante mi vista, estábamos parados en el medio del patio con toda las miradas de los estudiantes y como era de esperase, los susurros no tardaron en llegar. 

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⏰ Última actualización: Aug 15, 2016 ⏰

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