Caminamos por la ciudad hasta que de la nada aparecieron unas criaturas. Nos ponemos en posición de combate.
-¡Hey, hey, hey! Jovencitos no podéis pelear así como así.
-¿Cómo?
-Necesitáis una carta de recompensa, como esta.
-Pues dánosla.
-Hagamos algo mejor, aliaos a mí y hagamos una hermandad.
-Si no tenemos más remedio.
-Muy bien, ya soy de mi banda, podéis pelear. Acabamos rápido con ellos.
-¡Guau! Sois increíbles, junto a ustedes poder llegar acabar con las malvadas bandas.
-¿Malvadas bandas?
-Sí, en cada ciudad suele haber una, los únicos lugares donde no hay son en las ciudades del imperio, mira que no saber eso, parecéis de otro mundo.
-¡Ja! Algo así.
-Mira que sois raros.
-No, podemos evitarlo.
-Mi nombre es Benth.
-Nosotros somos Sephiroth y Dorothy.
-Mucho gusto, bueno como hemos terminado aquí vayamos ahora a la taberna, allí recogeremos nuestra recompensa. Le hacemos caso y vamos con él.
Dentro de la taberna Benth se va a la barra a hablar sobre la misión que logramos entre los tres, estando en la mesa me siento incomoda ya que todos me miran.
-¡Oh señora Sally! Es un honor tenerla aquí, lo que nos extraña no verla con su esposo Jack.
-Lo siento pero creo que se confunde de persona.
-Usted tan modesta...
-Le digo que no soy quien dice. Salgo corriendo de allí.
-¡Dorothy! Espera. Tropiezo con una chica.
-Maldita, mira por... ¿Pero qué...? ¿Tsuki?- es una chica parecida a mí, que me abraza -hermana estás viva.
-¿Tú eres mi hermana?
-Sí, vaya, madre no se lo creerá, pensó que moriste al ella cerrar aquel portal.
-¿Puedo ir a verla?
-Sí claro, vamos.
-¿Qué pasa con las misiones?
-Benth deja podemos hacerlas luego, ahora deja que se reencuentre con su madre.
Mi hermana nos lleva en una especie de nave voladora a mí, a Sephiroth hasta un templo gigantesco que estaba sobre una montaña.
-¿Sally eres tú?
-Sí madre ¿Recuerda que le dije que sentía a Tsuki cerca?
-Sí- la miro a los ojos y veo que esta ciega -la hechas tanto de menos que tus sentidos te engañan.
-No madre. Me acercó a ella, cojo su mano y la pongo en mí cara.
-No juegues conmigo. Mi hermana hace lo mismo, entonces al ver que no mentíamos nos abraza.
-Madre.
-¡Oh! Mis niñas, ojala pudiera veros a las dos como cuando erais pequeña. Sephiroth nos mira con cara triste.
-Madre me alegra volver veros de nuevo, pero yo y mi pareja tenemos que volver.
-No te gusta estar aquí.
-Madre me alegra estar aquí pero el otro mundo nos necesita a mí y mi pareja.
-Entiendo pero lo siento, nosotros no tenemos el poder para crear un portal.
-Señora usted tenía conocimiento de mi mundo.
-Veréis nuestros mundos no son los únicos que existen, hay varios más y nosotros somos uno que no podemos hacer portales.
-¿Y cómo podríamos volver?
-¡Kupo! Yo os podría decir.
-¿Un Moguri? ¿Eres un robot?
-¡Kupo! Como me has llamado.
-Dorothy creo que es de verdad, en nuestro mundo ustedes estáis extinguidos.
-¡Kupo! Pues sentíos honrado por tener a uno de verdad, pero bueno eso no viene al caso, la única manera para que volváis es que alguien os invoque con todo corazón.
-Después de lo ocurrido no creo que lo haga alguien.
-No lo creas.
-¿Qué quieres decir?
-Hay alguien que puede hacerlo pero no sé cuándo lo hará.
-¿Quién?
-Te acuerdas que en los informes hablaba de una niña que pensaba que los guiaría a la tierra prometida.
-¡La anciana! Es cierto, si el planeta se comunica con ella podría decirle que nos invoque.
-Hasta que eso ocurra, podéis ayudarnos con los problemas de aquí.
-Claro, allí donde haya un mal que quiera destruir a los más débiles.
-Nosotros estaremos allí para pararlo.
ESTÁS LEYENDO
Mi propio final fantasy 7
Fantasy"Advertencia esta historia no tiene nada que ver con el juego ni con el resto de historia de la saga de final fantasy 7 ya que esta versión alternativa de la historia está hecha por una fan para que los fanes de final fantasy 7 solo tiene algunos di...