Capítulo 2: Miedo.

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-Muy bien Dorothy hemos alcanzado el tren que había sido asaltado por soldados de Watai líbrate de ellos antes de llegar a la estación.

-Entendido señor.

-Tienes Luz Verde.

Salto del helicóptero y como si fuera rutina de siempre muevo mi cuerpo de modo que esquiva las balas que me disparan. Corro, salto y mientras lo hago siento que algo en mí que ha cambiado me siento viva.

-¡Guau! Dorothy lo hecho muy bien, ahora sal de la estación y dirígete al distrito 3.

-Sí señor- por el camino me cruzó con soldados que me atacan -señor ¿Por qué me atacan soldados?

-No son soldados, son agentes de Watai disfrazados con ropas nuestras, ahora no te desconcentres y sigue.

-Sí señor.

Llego al distrito 3 donde me encuentro un monstruo grandote pero yo no me acobardo y le plantó cara. Lucho hasta acabar con él, cojo aire y al darme la vuelta me veo a Sephiroth, me extraño un poco, miro su cara, tiene una mirada que nunca había visto que hace que retroceda unos pasos.

-¿Señor Sephiroth vienes a ayudar...? Antes de que yo acabara la pregunta él me cogió del cuello con una mano y empezó a estrangular. Yo intento zafarme pero no puedo es muy fuerte, noto mis piernas flotando en el aire antes de perder el conocimiento.

Horas después despierto en el centro médico de Shinra, me duele mucho el cuello, me siento en la cama, miro a mi alrededor, he tenido visita mientras estaba inconsciente porque me han traído flores y una especie de gatito con alas.

-Es un Moguri de peluche, te lo trajo tu padre.

-Mi... ¡Auch!

-Sera mejor que no hables una temporada, parece que hubo un fallo en el programa de entrenamiento y se coló un holograma de Sephiroth que te ataco, sino llega ser por Angeal que entro justo a tiempo no lo cuentas. Tseng me da un cuaderno y un boli.

-"¿Se lo puedo agradecer?" lo escribo en la libreta.

-Primero descansa, el medico dijo que estuvieras una semana sin hablar, ni comer sólido y te recuperaras a tiempo para tu primera misión. Le sonrió y muy contenta me pongo a jugar con mi peluche.

La semana paso muy rápida pero aunque volví a poder hablar con normalidad y comer sin que me duela aún tenía las marcas los dedos del Sephiroth que me ataco. Voy a la sala de reuniones allí me encuentro con uno de mis hermanos mayor pero por respeto tengo que tratarlo como un superior mientras estamos de servicio.

-Bueno empecemos con el primer punto que es darle la bienvenida a nuestra nueva soldado la señorita Dorothy Shinra.

-Ahórrate las presentaciones Lazard, ya conocemos a la nenita de tu hermana.

-Vale, si eso es cierto pues pasamos al segundo punto, hemos recibido un aviso de Gongaga, parece ser que los aldeanos llevan meses con problemas con un monstruo que se esconde en una de las cueva que hay cerca del lugar, vuestras misión es libraros del ese monstruo y recuperar algunos de los objetos que ha robado del reactor.

-Pan comido.

-No tan deprisa, ustedes os encargareis del monstruo y Dorothy de infiltrarse en la madriguera.

-¿Qué no fastidies que tenemos que llevarnos a la nenita llorona?

-Yo no soy una nenita llorona.

-Haya paz, Génesis si no quieres ir no vayas pero no recibirás la recompensa, además el único al que tenía pensado en garantizar la seguridad de su compañera mientras sube de nivel sus habilidades es a Sephiroth. Al oír eso mi cuerpo empezó a temblar.

-¿Dorothy te pasa algo? Estas temblando.

-Estoy bien- intento controlarme -señor le pido permiso para opinar.

-Concedido.

-¿De ves del señor Sephiroth podría ir con el Señor Angeal? Es que me siento más segura. Sephiroth al oír eso salió de la sala muy molesto.

-Señorita Dorothy por esta vez te concedo por lo que paso en la sala de entrenamiento pero para la próxima vez tendrás que cumplir sin rechistar.

-Sí señor.

-Dicho esto id a prepararos, en la sala de al lado tenéis preparado el paquete de provisiones, cuando estéis listo id al helipuerto donde cogeréis un helicóptero para Gongaga, buena suerte e intentar volver de una pieza.

-Sí señor.

-Nosotros seguro que si volvemos de una pieza, la que seguro que viene con algún rasguño es la nenita.

-Deja de llamarme así.

-Bla, bla, bla, te llamare así hasta que vea que hayas madurado y sepas diferencial la vida real de un holograma.

Enfadada me voy a preparar, en el instante que voy a coger el paquete de provisiones que me toca me tropiezo con Tseng.

-Quiero que te lleves esto.

-¿Qué es?

-Una materia de recuperar para cuando alguno se haga daño os recuperéis.

-Gracias pero ¿Por qué me la das a mí?

-Veras aunque a los de tercera clase no se le tenga permitido usar materia yo considero que tu nivel es de segunda clase.

-Tseng de veras gracias.

-¿Ocurre algo malo?

-Veras, desde que me pasó lo de la sala de entrenamiento me siento insegura estando cerca de Sephiroth y no puedo evitar tener miedo, tendrían que haber visto aquella mirada.

-Tranquila pequeña ese miedo se ira, ya lo veras, por ahora intenta superar esta misión, yo haré lo posible para que cuando termines esta misión te dejen ir a Watai.

-¿No estamos en guerra con ellos?

-No toda Watai, en una parte de Watai hay un dojo de un amigo mío, él te puede ayudar a entrenarte para que llegues a primera clase pero no será fácil y duraras años en lograrlo.

-De acuerdo, me da igual el tiempo o el lugar quiero demostrar que puedo ser una autentica soldado.

-Me alegra oír eso, déjamelo todo a mí y cuando vuelvas del viaje lo tendrás todo listo.

-Gracias.

Tras tener todo listo voy al helipuerto donde solo esta Sephiroth, los demás aún no han terminado. Él me mira muy diferente a la que vi en su holograma pero aun así no quiero que se me acercara.

-Dorothy sé que tienes miedo por lo que paso en la sala de entrenamiento pero has de créeme yo nunca te haría daño.

-Lo siento Sephiroth pero yo aún no puedo dejar de tenerte miedo necesito un poco de tiempo, puede que cuando vuelva del entrenamiento ya no te tenga miedo.

-Si esa es la única manera para que dejes de tenerme miedo te daré todo mi apoyo.

-¡Hey! coleguillas que hacéis los dos sólitos ya lo habéis hablado.

-Sí, volveremos a hacer amigos cuando me curre de este miedo.

-Qué alegría me da ver que os llevéis bien- Génesis me rodea con su brazo sobre uno de mis hombros -seguro que lo consigues nenita. Me da un beso en la mejilla, yo me sonrojo, Sephiroth frunce el ceño, nada más verlo así yo me asusto y por inercia me escondo detrás de Génesis.

-Ya estoy listo... vaya Génesis mucho burlarte de Tseng y tienes a la niña bien agarradita.

-Angeal ponte un puntito en la boca y ocúpate de la nenita.

-Que no me llames así.

Mi propio final fantasy 7  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora