Runaway Girl

Luna (1)

( editado)

Me miro al espejo. Mis ojeras parecen medialunas que coronan mis ojos color chocolate. Escondo mi cabello moreno en la red. Es mucho así que debo tirarlo y recogerlo dolorosamente para que se esconda todo. Sería más fácil si lo cortara pero pase tanto tiempo de niña con el cabello corto que me niego a hacerlo. Tomo la peluca pelirroja que llega a mis pómulos y la coloco fijándola con horquillas. Las otras chicas a mi alrededor hacen lo mismo cada una en su mundo. Todas tienen sus razones para hacer esto. La mía es bastante cliché. Necesito pagar la universidad.

 Escape de un pequeño pueblo en Texas, escape de mis padres, escape de un novio abusivo y de un futuro como esposa decorativa y engañada. Escape hace cinco años y no he dejado de hacerlo. Tengo 22  y me siento de 60. Cansada de todo. He visto tantas cosas en este tiempo que la vida me tiene desilusionada y los hombres asqueada. Pero disimulo bien. Después de todo ellos pagan mi estudio para poder salir adelante.

Estuve mucho tiempo dando tumbos. Trabajando en bares, lavaderos de ropa, cantinas y haciendo limpieza. Cada vez que juntaba un poco de dinero para poder escapar me iba de nuevo sin dejar rastro. Cada vez más lejos de Texas. Ahora aquí en Nueva Jersey. Si fuera más lejos debería mudarme a Alaska aunque a esta altura y ya con 22 años creo que mis padres se dieron por vencidos de buscarme. O eso espero. La primera vez que entre a trabajar en un club de striptease vomite el resto de la noche cuando baje del escenario. Candy la primer y única amiga que hice en un lugar así me dijo que era normal. Y más cuando era la primera vez que lo hacía. Pero el dinero fue muy bueno y aunque me lo plantee seriamente la noche siguiente estaba allí. Fancy era mi nombre de escenario.

Mi familia había venido de México hacia más de 50 años. Mis abuelos tenían una pequeña empresa de autopartes heredada de la familia de mi abuela que eran norteamericanos. Cuando la abuela se enamoro del abuelo Cruz se casaron y se mudaron a México. Allí nació mi padre y cuando los padres de mi abuela fallecieron le heredaron la pequeña empresa. Mi abuelo siempre había sido un hombre de negocios inteligente. Así que se hizo cargo de la empresa y esta creció hasta convertirse en una de las más importantes del país. Trabajando para las más importantes empresas del ramo automotriz. Mi padre conoció a mi madre en una gala de presentación de automóviles. Ella era toda una dama de sociedad. Con 21 años Camille Robinson era todo lo que nadie había sido. Refinada, culta, de familia adinerada. Hermosa sin duda. Mi padre tardo seis meses en conquistarla porque ella lo veía inferior por venir de familia mexicana pero el dinero que ellos tenían y a sus padres le faltaba termino de cerrar el trato y se casaron en una fastuosa boda pagada por mis abuelos hasta el último centavo.

Mi padre era su títere. El podía ser el director general y manejar la empresa con mano de hierro pero en casa era un pelele enamorado de una arpía. Camille nunca fue una madre amorosa. Siempre se quejaba que el embarazo le había deformado las caderas y estirado su piel. Con esa excusa cada ciertos meses estaba dentro del quirófano haciendo de ella una muñeca barbie de tamaño real. Yo era su decepción. Había heredado la contextura típica mexicana de mis abuelos. De menos de 1, 60. Muy curvilínea. Mi cabello negro y los ojos chocolate era todo lo contrario de lo que ella quería por hija. Por eso centraba su amor en Adele hija de una hermana de papá que había fallecido cuando mi prima nació nadie supo nunca quién era su padre y mis padres la tomaron bajo su cuidado. Adele era hermosa, rubia de rasgos finos, sumisa ojos azules y cuerpo delgado de modelo de alta costura. Era una persona hermosa pero mi madre la tenía controlada con el cuento de la gratitud por haberla acogido así que ella era manejada a su antojo por Camille.

Yo era la rebelde, la que se escapaba a bailar con sus amigas, la que no ponía esfuerzo en su imagen. Solo por rebeldía no solo estudie danza clásica porque me obligaba mi madre para "afinar "mi figura sino que también a escondías estudié danzas modernas y en arrebato extremo de rebeldía estudie pole dancing. Yo ya había terminado el curso cuando ella se enteró y fue un escándalo en casa. Pero eso me sirvió para sobrevivir después.