Quizás...

Capítulo 7

6 de la tarde.

Yo estaba muy nerviosa, no sabía quien iba a ser el valiente que me invitaría al baile. Lo más seguro es que fuera Evan, o tal vez seria algun otro amigo de Hailey.

Todo esto se me hacia frustrante, no dejaba de caminar de un lado a otro frente a la puerta de mi habitación esperando a que alguien tocara mi puerta, mordiendo mis uñas que tanto trabajo me había costado dejar crecer.

Sonó que golpeaban la puerta, me sorprendí y abrí la puerta.

-Hola Annie!

-Hola Evan. -sentía algo en él estomago, no era una sensación que me gustara.

-Quería hablar contigo... Se puede o estas ocupada? Si quieres te dejo, tal vez estas haciendo algo importante -hablaba muy rápido y se notaba nervioso.

-No, claro que no estoy ocupada. Pasa.

Me quite de la puerta para darle espacio al pasar. Evan caminaba muy lento y eso me desespera de las personas.

-Sientate -señale él sofá que estaba enfrente.

-Gracias Annie - paso delante de mi, pude percibir él aroma de su perfume.

Rápidamente me senté en el brazo del sofá que estaba delante de él.

Evan levantó la mirada hacía mi y cuando noto que yo lo veía, se agachó y solto una leve risita.

-Esto es tonto, creo que no debería estar haciendo esto -dijo desanimado y eso me desconcertó.

-De que hablas? -me hice la dentendida.

-Bueno, es que que...quería preguntarte algo

-Si, dime de que se trata - ya casi.

-Es que...

-Si? - ahí venia.

-Crees que tu amiga Hailey quiera ir a él baile conmigo?

BOOM.Me quede en shock.

¿Era enserio? ¿Hailey? Que grandisima decepción.
Estaba furiosa, quería pegarl... ¿que? No... No quería hacerle nada, me parecía bien que quisiera llevar a Hailey; MI AMIGA, a él baile, tenia que estar feliz por ella...

-La verdad es que no se, tendrías que preguntárselo.-dije algo cortante- Y bueno, no dudo que quiera ir contigo.

-Me haz dado esperanza, Annie -se podia notar lo emocionado que estaba a kilómetros- Gracias. Es mejor que se lo pregunte pronto.

-Si, deberías...

-Sabes, lo are ahora mismo. -se paro del pequeño sofá y puso sus manos en la cintura como súperheroe, me hizo gracia ver eso.

-Es buena hora todavía, ¿quieres que te diga en donde queda su casa?

Yo iba a ser la superheroína ahora.

-No, gracias. Fui a dejarla esta tarde a su casa, me se él camino.

O tal vez no.

Íbamos caminando hacia la puerta de entrada, estaba detrás de él y tenia ganas de patearle él trasero, pero por mi altura seguro le daba en la pierna.
Abrí la puerta y volteo a verme.

-Siento que tu y yo podríamos llevarnos bien -dijo con un sonrisa muy sincera.

-¿Que te hace creer eso? -dije bromeando- No es cierto, yo también lo siento...

-Espero que así sea, y bueno deseame suerte.- dijo bajando los pequeños escalones de la entrada.

-Bueno, ¡suerte! -que ánimos los mios.

-Gracias, nos vemos mañana y te cuento lo que pase hoy, ¿de acuerdo?

-Claro, hasta mañana.

Observe como se alejaba, poco le faltaba para ir brincoteando. De pronto volteo la mirada hacia mi y sonrió...

Algo pasaba conmigo.