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  Me encuentro aqui, parada, viendo a la nada.
Con algunas flores que corté de mi jardin en una mano;
Y el corazón destrozado en la otra.
Me pregunto si puedes oirme.
 ¿Acaso lo haces?
Me cuestiono si tiene sentido o no estar aqui.
Y aunque el cerebro dice que no, mi corazón grita que sí.
Pienso, que te amo aun más con cada segundo que pasa.
Y aunque no estés a mi lado, sé que algun dia podré demostrarlo.
Aunque me tildaban de tonta, y me titulaban de rara. A ti no te importó.
Pudiste ver más allá de estos cristales que ahora se empañan por ti,
pudiste ver que solo te necesitaba, y que nada en el mundo ya me hacia falta.
Aún leo la filosofia literaria, y cuando cierro los ojos, te veo ahí;
Sonriendome desde tu mesa, mientras le das una mordida a tu manzana.
Moviendo tu mano y quitando un mechon de tu frente, tus orbes mieles
se cristalizaban y me quedaba como tonta viendote.
Estabas a lo lejos, con tus amigos, mientras yo compartia mi almuerzo
con el club de literatura, y tú te escabullias en el receso para leer algo.
A mi lado, a orillas del artificial lago.
Leias siempre lo mismo 'Siete Almas', y te sabias cada versó.
Que luego me resitabas, mientras tu boca se articulaba con cada
palabra que decias, y yo cerraba mis ojos, mientras viajaba a otro mundo.
'Si, quiero.'. Solo eso imaginaba, y sonreia como boba, entonces tu voz me destildaba;
- ¿Estas bien?- decias, siempre lo mismo, mientras el rubor en mis mejillas se expandia, quizàs salia un'Si, claro' o a veces un'Hasta luego', bastaba para salir corriendo, pero no fue hasta ese dia
que por error te dije que te queria.
Habia quedado atrapada en medio de la fantasía y la
realidad. Me miraste raro, y me apresurè para escapar.
Me tomaste por el brazo y el mundo entero dejó de funcionar.
Al sentir el tacto de tus labios sobre los mios
danzando a un perfecto compaz ,
sin tener que estar en una fantasía,
Esta vez, tu tacto era real.
Preguntaste si podias acompañarme a casa.
Te dije que no.
Sabía lo que me esperaba en mi casa y tú tambien.
Una tanda de gritos, una botella rota, quizás un ojo morado
y por la mañana un poco de maquillaje mientras escuchaba
las disculpas de mi padre.
-Dejame acompañarte- acomodé mis gafas sobre la nariz y negué con la cabeza
Alli estabas tú, insistente como siempre y te besé una vez más.
Tu rostro ilusionado me resultaba tierno, pero frené el beso y salí corriendo.
Tomé un camino distinto, no queria que me siguieras a casa.
No queria traerte problemas, ni que los divulgaras.
Cuando estaba llegando bastó para que escuchara su voz
y que mi pulso se frenará. Estaba viendo a mi padre
más alcoholizado esta vez, más violento que nunca.
Más letal, quizás, mañana más marcas que tapar.
Me escondí detras del basural, pero el me esperaba.
Queria dinero, solo eso, pero yo tenia miedo a entrar.
-Huye conmigo- dijiste en mi oido, y al voltearme tu rostro
preocupado me observaba, tus orbes mieles brillaban como nunca
y yo no podia responderte -Huye, vamos. Hace demasiado que te amo-
Me convenciste, solo con esas palabras.
Aun no sé como fue que lo hiciste. Te sonreí de lado y entré por la escalera de incendios.
Me esperabas abajo, mientras en mi mochila metia mi ropa
y la foto de una madre que se habia marchado para dejarme en este
mundo, hacia ya 17 años. Salí por la puerta del frente,
creí que lo correcto seria decir adiós, y alli estaba él.
Alli estabas tù, desafiandolo como en mis 17 años
no me habia atrevido a hacerlo, él gritò y ambos nos miramos.
Fijé mi vista en tus labios, que articularon un disimulado
'Corre'. Tomé tu mano y corrimos unos metros
él gritaba y decia que regresará, tu rostro tenia confianza.
Miré tus manos, tu libro no estaba.
Te miré de nuevo, y escuché el disparó.
Te detuviste y me observaste, la luz de tus orbes se apagaba
y de a poco me abrazabas mientras caias. 'No me dejes.'
Te pedí, y me regalaste una sonrisa. 'Haz una denuncia.'
dijiste de nuevo, me hiciste acercarme,
me hiciste besarte, me hiciste oirte;
'Te amo.' dijiste una vez más antes de dejarme.
Y aquí estoy de nuevo, debajo de la lluvia.
Ahora vivo sola, y él ya no dañará a nadie más.
Ni él ni nadie podrán dañarme de nuevo.
Miro tú lapida, tu madre quizo enterrarte como Julián.
'Julián Serrano. Perfecto hijo, amigo y héroe.'
Pedì que te catalogarán, espero no te moleste.
Ya es tarde, el sol está cayendo.
Cierro el libro y miro su portada;
'Siete Almas', lo habias olvidado en la entrada de mi casa.
Me despido de tí una vez más, como todas las tardes.
Dejando las flores en su lugar, ya es hora de volver a mi hogar.  

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Sky.

Especial; "Two years of love". #2AñosOrianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora