Honoe, convencido de poder dar con Gure tomó una manta, agua, y comida del frigorífico, hacia suficiente frío como para que las pisadas en la nieve se conjelasen para dejarle un buen rastro, pero no podía esperar demasiado, buscar al chico lobo sería demasiado difícil.
Así, el muchacho corrió en busca del peliblamco, con decisión, sabía que le esperaba mucho tiempo por delante hasta poder encontrarlo, pero no sabía cuánto.
Salió de la cabaña y dio un portazo agarrando el picaporte helado, unos copos de nieve cayeron desde el tejado por el estruendo,dio media vuelta, suspiro, y echó ha andar.
La verdad, el clima no era muy malo, Honoe era más de clima cálido pero no se iba a dar por vencido por la nieve, pasó a paso fue siguiendo el sendero de bota que dejó al volver a la cabaña desde el claro de árboles con el que se encontró al chico que ha salido a buscar, al llegar a dicho sitio comenzó a ver las posadas de este, mucho más finas y leves que sus castas pisadas de bota militar.
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Pasaron dos días, las hueyas hacía tiempo se terminaron entre un robledar que escondía una pequeña cueva, buscó y buscó pero no encontró al peliblamco, solo sabía que el residía allí, había encontrado su escondrijo, había unas pieles de conejo en el suelo bien puestas y tratadas artesanalmente a forma de cama, con las pieles de su comida, unos peluches emerge codos ,abandonados en los leves adentros del hogar, unas pintadas en la pared y algo de sangre.
Honoe se acercó a los dibujos y los observo con detenimiento, se pudo tan cerca de la pared que su aliento caliente chocaba con el helor gélido que desprendía la roca húmeda, esas pinturas eran turbias, y bonitas a la vez, se veía como, con el paso del tiempo, al crecer Gure había ido mejorando al pintar, y había ido cambiando la temática de sus pinturas, cuando era más pequeño, supuso, pintaba a la familia lobo con color amarillo mostaza, verde, tosa, los padre de él al ser medio humanos le habrían comprado esas cosas , más arriba, pinturas violentas de humanos,cazadores, degollando lobos y niños suplicando clemencia, en rojo sangre, y siguiendo en vertical una pintura en negro de una silueta de rostro humano sin terminar, pero ningún rastro reciente de el habitante de esa cueva.
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(YAOI) A la luz de la luna
AléatoireEl chico lobo miraba la brillante luna azul reflejada en el gris de sus ojos. -Humano suéltame!- me matara-pienso ****** -Muerde..- acaricio su cabeza posandola sobre mi hombro- vamos.. se que tienes hambre, muerde- susurre Clave mis colmillos , yo...