Noche de Luna Nueva

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Eran cerca de las siete y media ya y seguía bastante nerviosa. Me puse mi ropa favorita: Un vestido negro con bordados que le daba un toque victoriano, unas media con un osito negro que llegaba a la altura de las rodillas (Si, puede parecer infantil, ¿Pero donde está escrito que no pueda llevarlas alguien como yo) y unas botas altas de ese mismo color que parecían de cuero (destacando así mi color favorito). Salí a la calle a esperar a Shiro, pero empecé a desesperarme cuando eran casi las ocho y no venia. Aunque también contad que soy el ser mas impaciente que existe sobre la faz de la tierra y, bueno, admito que luego soy yo la que se podría llevar el título de "La mas tardona del Universo".

Tenía ganas de llorar, ya había llegado a la fase de la angustia, ni la música del Ipod hacía que se me fuese de la cabeza la estúpida idea de que el me había dejado plantada solo para mofarse de mi. ¿Y si era así? Tardó en venir al baño, lo mismo lo planeó todo para joderme, mierda... Encogí la cabeza entre mis piernas y al poco rato sentí una mano tocarme la cabeza.

Cuando levanté la vista (A la velocidad el rayo, por cierto, casi me parto el cuello), vi que era Shiro y me puse realmente colorada a la par que feliz.

- Lo siento, decidí venir por el transporte publico y por eso me he retrasado, ¿Te he hecho esperar mucho?

- N-no, tranquilo...

Shiro se veía bastante bien con la ropa que llevaba, sinceramente. Tenía puesta una camisa blanca, con la que pude notar que llevaba un curioso colgante que destacaba, aunque no le había fijado hasta ahora. Llevaba unos pantalones negros y unos zapatos del mismo color. Me tendió la mano y yo le miré aun sonrojada.

- ¿Donde quieres que vayamos?

- B-bueno, hay un parque cerca de aquí...

- Perfecto, seguro que es un sitio tranquilo, ¿Vamos?

Cogí suavemente su mano y el hizo fuerza para levantarme, aunque, torpemente, perdí el equilibrio y choqué contra el (de nuevo, torpe de mi). El me sostuvo con cuidado y cuando se aseguró de que estaba mas tranquila, me soltó y me acompañó por la calle, bastante cerca de mi. Me sentía cómoda, era muy raro, normalmente por esa acción se habría llevado un mordisco o un arañazo, pero no fue el caso. Siempre he sido una chica muy tímida y no me gustaba estar junto a alguien, y mucho menos tras el golpe bajo de aquel bastardo, pero con el estaba realmente bien, no quise separarme de el en ningún momento, nunca deseé con tantas ganas permanecer en la calle con alguien. Cuando pasamos los Jardines ya supe que pronto estaríamos en la biblioteca y a su vez al lado del parque, solo había que cruzar la plaza con la fuente, la calle peatonal y, voila. Shiro me fue preguntando por el trayecto por el pueblo. Por lo que pude comprender, era su primera vez en España y parecía estar bastante interesado en todo esto, aunque yo mas bien todo lo español lo tengo muy visto, cosa que notó en mi tercera frase y que contestó con una risa. Pero esa paz y la armonía se destrozó cuando vi algo pasar delante de mi.

- ¡KYAAAA!

Como acto reflejo me abracé a Shiro sin tan siquiera pensar a quien me abrazaba, era presa del puro pánico. Una enorme cucaracha cruzaba la calle y eso me hizo aterrorizarme en cuestión de segundos, siempre, y digo SIEMPRE tengo la mala suerte de verlas si andan cerca, parece que tienen un maldito radar y aparecen delante de la gente que les tiene un miedo de cojones (como servidora). En un solo instante, sentí que me elevaban del suelo y lo siguiente que recuerdo es estar en brazos de Shiro, escuchando los latidos de su corazón y sintiendo su camisa contra mi mejilla, no puedo describirlo con detalles exactos, pero sentirle tan cerca, ufff, nunca me he sentido igual. Mi cara pasó de pálida a roja en segundos. El pisó con velocidad aquella criatura inmunda y me dejó con suavidad en suelo con una sonrisa. Esa sonrisa me pareció especialmente hermosa, no sabia el porque, creo que me estaba ablandando... ah, a quien quiero engañar, Shiro realmente se estaba ganando un buen puesto en mi "peldaño del aprecio". Ambos seguimos nuestro camino hacia la biblioteca y nos paramos justo ante una pequeño mirador que había antes de subir las escaleras para acceder al parque.

Dark ReminiscenceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora