Desde ese dia, cada día era un sueño para mi. Kurai, digo, Shiro (Me pidió que le llamase por su nombre tapadera) siempre me llevaba al instituto (No se como lo hizo, pero consiguió convencer a mi madre con diez minutos de charla) y por las noches me visitaba (aun no se como se cuela en mi cuarto, pero bueno, mientras no le pillen) y me contaba cosas sobre quienes les seguía y quien era en realidad, pero había un tema que no le gustaba tratar, su familia. Yo lo respetaba, a mi tampoco me gusta hablar mucho de ella, sinceramente. También me sacaba por las noches y, como me describió la noche de nuestro "Epic Fail" de cita, me llevaba en brazos por el aire. Al principio pasaba muchísimo miedo, pero ya soy capaz de ver al paisaje aferrada a el.
Hoy es viernes por la mañana, no me lo creo, la semana ha sido interminable (La mierda de los exámenes, uff...). Voy arrastrando los pies mientras Shiro carga tanto mi mochila como la suya. Ahora está muy gracioso. Se ha dejado crecer el pelo porque le confesé que me gustaba así y siempre se lo recoge ahora en una cola. Además, se ha puesto unas gafas. Hace muchas bromas del estilo: "¿Parezco ahora mas inteligente, Ai?" A lo que siempre le respondo con un librazo en la cara o cabeza (Producto gratuito de Mad-Loli S.A.). Yo bostezo y me paro ante el baño.
- Shiro... voy a lavarme la cara, sube si lo deseas a clase... Uahhhh...
- No, tranquila, te espero aquí. Mira que te dije ayer que te fueras pronto a la cama.
- Y una mierda, ya llevo química suficientemente mal como para no trasnochar.
Shiro se encogió de hombros mientras me espera fuera del baño. Yo entré medio dormida y abrí el grifo. Me quité las gafas y las deposité sobre el lavabo mientras llenaba de agua las manos y me la echaba a la cara.
- Uff, esto ya es otra cosa.
Abrí mis ojos y miré mi reflejo en el espejo. Sinceramente, no se que ha visto Shiro en mi. Mido poco mas de metro y medio, lo que me hace la mas baja con diferencia de mi clase. Soy extremadamente pálida y además, debido a que funciono mejor de noche que de día, tengo unas ojeras enormes. Mis ojos son castaños y avellanados (Cosa que siempre le llamó la atención a mi madre, ya que ella es de ojos muy claros) y mi cabello es castaño y liso, sobre la altura de los omóplatos. No soy una "bella dona" como quien dice y si le sumas que una tabla de planchar tiene mas curvas que yo, apaga y vámonos.
Cuando me espabilé un poco, me puse mis gafas y salí del baño. Shiro estaba leyendo un libro.
- Ne Shiro, ¿Que lees?
Mi pregunta pareció cogerle de improvisto.
- Ah, nada, tranquila.
Guardó rápidamente el libro en su mochila y se la cargó a la espalda.
- ¿Vamos?, he visto a la profesora subir hace poco...
- ¿¡QUE!? ¡Haber avisado coño, que sabes la mala leche que tiene!
Cogí la mochila y subí a toda leche, por lo que con las prisas tropecé. En a penas segundos, noté que me habían agarrado y nos golpeábamos contra algo. Shiro se lanzó a agarrarme antes de matarme por las escaleras y se había golpeado contra la pared bruscamente. Alcé levemente la vista para ver su cara.
- ¿Estás bien?...
- S...si, esto, gra... ¡S-shiro, tu cabeza!
Shiro estaba sangrando por el impacto. Alarmada, busqué en mi falda un trozo de papel de baño (Si, mi gran manía "secreta", siempre llevo encima un trozo de papel de baño por si se me manchan las gafas) y le limpié la herida.
- A-a ver...
- Oye Ai, no tienes que preocuparte...
- ¡C-calla Baka!
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Dark Reminiscence
RomansaUna vez... otra vez... a veces considero que mi vida es como mirar un carrusel, a duras penas te das cuenta de que hay un cambio hasta que ves de nuevo esa figura que viste a principio. Esa era mi vida, una rutina monótona, al menos hasta que conoc...