Capítulo 3

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Las gotas de sudor surcaban su frente, con los dientes apretados intentaba acallar los quejidos que querían salir al sentir las tijeras moviéndose dentro de su cuerpo.


-Maldita sea-espetó con ira-. Quieres darte prisa


La chica no hablo, sus ojos fijos en lo que hacía, toda su concentración llena en la herida que estaba atendiendo.


Un pequeño tintineo se escucho y Naruto soltó una bocanda de aire que ni siquiera sabía que estaba conteniendo. Estuvo a punto de ver cuendo un ardor lo recorrio por todo el hombro y escucho los murmullos de disculpas de la mujer.


-Lo siento, tenía que ponerle alcohol para prevenir la infección-susurro ella con calma


Naruto no respondió, cerro los ojos y se dejo llevar por la oscuridad una vez más


.......


Sus ojos aturdidos observaron su entorno en busca de cierta mujer de cabello rosa.


Las ventanas estaban abiertas y la luz del atardecer si filtraba por ellas. Dejo escapar un gruñido y maldijo por lo bajo al sentir el hombro en protesta


-¡¿Pero qué haces?!-llego la voz molesta tras de él


-¿Acaso estás ciega?-pregunto con sarcasmo-. Me levanto de esta estúpida cama


La mujer colocó sus brazos en jarra y sus cejas se fruncieron a un más


-No, soy médica, y como tal, te informo que has perdido mucha sangre y necesitas reposar y beber muchos liquidos para que te recuperes-espetó con enojo-. Además, si sigues moviendote jamás vas a dejar que la herida de tu hombro se recupere


-Maldita sea como hablas mujer


-¿Qué?-parpadeo ella


-Deja tus estupideces médicas, tengo que ir al baño, pero, si quieres que orine en el suelo y tu limpiarlo hagámoslo-espetó con diversión


Sus ojos se agrandaron y lo apunto con el dedo-¡Eres un cerdo!


Naruto soltó una risa entre dientes-Con todas las letras cariño


Volvio a maldecir al sentir el ardor en su hombro cuando una mano lo tomo ppr su brazo sabo, alzó la vista y se topó con los dos ojos verdes de la chica


-El hecho de que seas un cerdo no quiere decir que te dejaré lastimarte más después de lo que batalle para coser y tratar tu herida-susurro ella

Te odio tanto vida míaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora