Capitulo 32: Nada es como quiero que sea

492 25 0
                                    

Narra Cameron;

Vas a seguir toda tu vida ahí mirando desde el balcón y sin hacer nada por tu vida-le pregunté mirándola.

Solo déjame en paz. ¿Qué es lo que quieres que haga sin mis piernas?-dijo molesta.

No lo sé Alicia tal vez vivir tu vida una que al menos si tienes y no corriste con la mala suerte de morir o quedar en coma ese día-le contesté.

Para ti es fácil porque tienes tus dos piernas-dijo enojada.

Tú también tienes tus dos piernas solo que ellas necesitan a una dueña que no se pasé lamentándose y les diga o les hable como que "Hey si quieren quedarse a dormir para siempre yo las acepto, pero luego no se pongan celosas de mis manos"-bromeé.

Escuché como intentó aguantar su risa, pero tuvo que toser porque no le salió del todo.

No intentes levantarme el ánimo, no lo lograrás-habló.

Bien pues no lo intentaré. Ya que estás vestida iré a mi habitación a buscar algo porque saldremos a dar una vuelta hoy-le anuncié.

¿Quién dijo?-preguntó con ironía.

Lo he dicho yo-le contesté retante.

No puedo, voy a salir con Andrés para la gestión del viaje-contestó aún sin mirarme.

Me acerque a ella y me paré a su lado.

Eso es falso, ya hablé con Andrés y me ha dicho que es muy buena idea de que vayas conmigo-le dije. Se volteó a verme y le sonreí.

Y si soy yo la que no quiere ir contigo Cameron-dijo.

Bueno apoyaré ese plan tuyo de que si las personas no quieren hacerme caso las secuestro. Algo así como lo que le hiciste a Matt-dije con una sonrisa triunfante.

Iré contigo, pero mas te vale que no estemos hasta tarde porque acabaré contigo-amenazó ella.

Muy bien niña lo que usted diga-dije riendo.

Caminé de vuelta hacia mi habitación donde estaban Nash y Hayes eperando a que volviera. Le pedí a Nash que me ayudará a bajar la silla de rueda. Mi plan es que yo cargaría a Alicia. Volví a su habitación y la agarré entre mis brazos.

Cameron esto no es necesario-me dijo resoplando algo fastidiada.

Puede ser, pero quiero que practiques para que el día de nuestra boda no se te haga tan incómodo la cosa-bromeé.

Cameron-protestó.

Ya no le dije más y la ignore casi por completo. Bajé las escaleras con ella en mis brazos. Fui directo al auto y con cuidado la puse en el asiento. Luego volví por la silla de ruedas que el muy vago de Nash había dejado en la sala.

Minutos luego.....

Vi como Alicia miraba el parque con detenimiento como si tratara de recordar algo. Pensé en preguntar pero luego desistí la idea porque seria algo muy incómodo.

Recuerdo haber estado en este parque el último día que vi a mi madre. Ella me trajo aquí, hablábamos de cuando yo tuviera un hermano. Recuerdo que le dije que cuando tuviera uno quería que se llamara Yeraid justo en ese momento recibió una llamada. Luego de terminar la llamada me dijo que me prometía que así se llamaría y se fue dejándome con el chofer. Nunca más la volví a ver su rostro porque ni cuando fue el funeral mí tío me dejó abrir el ataúd por última vez-dijo.

¿Por qué me dices esto?-le pregunté.

Es porque confió en ti Cameron. Yo no puedo llegar y hablar con Alex sobre esto porque a él le pasó lo mismo. Su mamá iba con la mía cuando ambas murieron. A pesar del poco tiempo que llevo de conocerte me siento en confianza de hablar y contarte las cosas. Lo siento si te molesta no.....-la interrumpí para que no siguiera pensando en eso.

No me molesta Alicia. Al contrarió me siento bien sabiendo que me tienes tanta confianza. Yo te quiero y para nada me molesta saber que confías en mí. Puedes decirme todo lo que tú quieras-le dije con confiansa.

Gracias Cameron, gracias por todo. De verdad-me dijo.

Luego de hablar por un rato dimos una vuelta por todo el parque. Quise comprarle a Alicia algo pero solo me dijo "No serás ese cliché que saca a la chica al parque y luego le compra un globo o unas flores. Me niego a dejarte hacer eso. Seamos mas originales y yo te invito a comer un helado". Y aunque le insistí de que eso si era cliche ella se negó asegurandome que cuando una chica es la que invita se rompe el cliché. Por más que busqué formas de contradecirlo no pude pensar rápido.

¿Qué quieres?-preguntó.

Quiero uno de chocolate-le dije.

Bien porque iré yo a pedirlo-dijo.

Okey, pero yo te acompañaré-le dije.

No, ni lo pienses Cameron. Estoy en silla de ruedas, pero tengo mis manos ¿Recuerdas?-me dijo señalandome un poco amenazante.

No insistí más y la dejé ir sola hasta el mostrador, pero asegurándome de no perderla de vista ni por un segundo. Y me quedé mirándola fijo hasta que al menos estuvo lo suficientemente cerca de mí.

Al parecer no eres ciego, porque vaya que hubiera corrido si hubiera tenido mis dos pies y solo de miedo por tu casi hostigamiento con la mirada-dijo riendo.

Solo estaba mirando que llegarás bien y regresarás bien-me defendí.

Claro, como digas-le dije.

Por lo que fue casi una hora y media estuvimos hablando y riendo los dos solos. Nos la pasamos contándonos de todas las anécdotas y cosas que fueran de nuestras vidas. Con todo lo que hablamos me di de cuenta que a pesar de ser una guardaespaldas se las arreglaba para poder vivir lo más normal y que su vida con su tío era casi de soledad pura si no estaba con Alex.

Creo que ya debemos de regresar-dijo sacándome de mis pensamientos.

Creo que sí. No debemos irnos muy tarde-le dije.

******

¿Qué quieres ver?-me preguntó ella desde la cama donde se encontraba sentada.

Una de acción-le contesté mientras me quitaba los zapatos.

Bien pues tengo estás cinco-me dijo pasandomelas.

Mmm....creo que pondré está-le dije.

Mientras ella me miraba y ordenaba un poco todo lo que había sacado me dispuse a poner la película. Me di la vuelta y me heche con ella en la cama.

Me iré en unos días-soltó.

¿Qué? ¿A qué te refieres?-preguntó.

El viaje que tenía planeado sigue en pie. Me iré a tomar un tratamiento allá-me dije con una sonrisa.

Shhh....mejor no hablemos de eso ahora, disfrutemos-le dije.

Lo menos que quería era pensar en esa posibilidad.

Eres Mi Protegido «Cameron, Nash y Hayes»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora