4. El último guardián

15 0 0
                                    



Las puertas del avión estaban cerrándose mientras que la azafata daba unas indicaciones. Me coloqué mis audífonos dispuesta a tratar de asimilar todo lo que había pasado. Para mí había sido técnicamente un día pero por lo que me dijo Derek había estado inconsciente una semana, tiempo en el que la otra guardiana había despertado. Viajamos a lo que había sido Europa alguna vez ya que al parecer ahí se encontraba la última de los cuatro, Mariana.

Sara y Sam estaban sentados juntos al parecer esos dos ya se llevaban bien y es que no me extrañaba eran simpáticos, en cambio Derek era todo lo contrario. Prácticamente en unos cuantos minutos había cambiado mi vida, si no hubiese agarrado el estúpido reloj nada de esto hubiera pasado. Eso es, lo único que necesitaba hacer era evitar que mi antigua yo agarrara ese reloj.

Pensé en lo ocurrido y nuevamente todo dio vueltas esta vez no cerré los ojos, quería ver qué pasaba. Imágenes mías y de otras millones de personas pasaban en frente de mis ojos como si fuese una escena de película, pronto todo se detuvo y aterricé literalmente afuera de mi edificio. Ahí estaba yo, acababa de salir de aquel edificio. Seguí a mi yo del pasado hasta que me agarraron y me acorralaron contra una pared. Unos ojos azules como el cielo se posaron en mí.

-Así que eres tú-susurró aquel chico, era Alan-Vaya, eres la segunda mujer en tener el reloj

Me removí tratando de escapar y él sólo se reía era imposible que pudiera escapar de él, unas lágrimas empezaron a recorrer mi rostro.

-Alan-una voz femenina le habló-¿Lo has capturado?

-La he capturado-corrigió

-¿Es una chica?-preguntó la voz femenina-Pero me habías dicho que todos eran hombres

-Las cosas cambian-dijo Alan

-Suéltala, la queremos viva ¿recuerdas?-preguntó la chica, inmediatamente Alan me soltó

-Ni intentes huir, simplemente no lo lograrías soy más rápido que tú-habló Alan

-¿Qué quieren de mí?-pregunté

-Creo que eso lo sabes querida, queremos tu reloj-habló la chica saliendo a la luz, tendría unos veinticinco años cabello negro como la noche y ojos grises-Aunque claro si te matamos se acaba la función

-Están equivocados si creen que lo van a tener-dije

-Te lo dijimos por las buenas, así que ahora van por las malas-habló Alan mientras me agarraba del cuello y sacó un cuchillo

Traté de patearlo cómo podía pero poco a poco fui perdiendo fuerzas debido a la falta de aire, luego un dolor punzante atravesó mi costilla, sentí calor y a la vez como mi sangre iba saliendo. Alan, dejó de apretar un poco mi cuello y me soltó.

-Bien, ¿nos ayudarás?-preguntó mientras se ponía en cuclillas

-Vete al-fui interrumpida por otro dolor punzante un alarido salió de mi boca y deseé que Derek estuviera aquí

-Déjala en paz-una voz reconocida sonó, creo que en estos momentos Derek me agradaba un poco más

-Derek-habló Alan con burla-Que sorpresa tenerte aquí, ¿por qué tardaste tanto?

Derek no contestaba y yo me retorcía en el suelo.

-Apúrate idiota-susurre-Duele

Alan volteó a verme y se empezó a reír. La chica que hace unos momentos estaba ahí se había esfumado.

-Creo que ya has escuchado a la dama-habló Alan-Tiene carácter fuerte

-Vete y te dejaré vivir-habló Derek

El tiempo sobre mí #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora