A vivir enserio

Bailemos

Jenifer es mi mejor amiga y definitivamente la mejor persona que conozco, a ella la conocí en al universidad; Era mi segundo año en Juliard y el de Michael también, desde primer año que estábamos juntos, los conciertos en el parque eran más comunes, yo era mejor cada vez que ya había sido reconocida por varios maestros.

Aunque no todo era conciertos,  presentaciones y exámenes, esta vez mi fama entre maestros hizo que una maestra de baile o danza (la verdad no se cual sea la correcta, bueno de ballet) me me pidió que le ayudara a tocar el piano mientras practicaban, y en su presentación.

Fui a su salón y era un lugar muy grande, mucho espacio libre, un gran espejo en la pared, había una barra para sostenerse en cada pared y en una esquina había un pequeño escenario para el piano, obviamente el piano ya estaba ahí.

Me acerqué al piano, me senté y acomodé mis cosas junto a mi, después se acercó la maestra de baile y me dio una hoja con lo que debía tocar, acomodé las hojas frente a mi y empecé a practicar, nunca había escuchado o tocado algo así, tal vez porque nunca fui a un recital o presentación de  ballet, era verdaderamente bello; mientras yo tocaba la maestra ordenaba sus cosas, tarareaba con las melodías y mientras se movía de un lugar a otro daba pequeños saltos de bailarina.

Después de un rato empezaron a llegar los estudiantes, yo creí que serían todas mujeres pero me equivoqué, había varios hombres en el grupo, que por cierto era muy grande, entraron todos y todas como estudiantes comunes y corrientes que bien podrían parecer de música, letras incluso computación,  pero no, son estudiantes de danza y deben de ser excepcionales porque estudian en Juliard, como yo.

Se cambian los zapatos, dejan sus cosas, las chicas se peinan... hacen muchas cosas para prepararse solo para un entrenamiento, luego se forman en filas desordenadas solo para escuchar a su maestra.

La maestra empieza dando un gran discurso de lo majestuoso del ballet, habla muy inspirada y se nota que esta si es su gran pasión, luego comienza con las instrucciones de como se tienen que formar, se dividen hombres y mujeres en lados distintos del salón y comienzan a calentar, el único ruido que se escucha es el eco de la maestra dando instrucciones que son repetir "un, dos,tres, arriba y abajo".  Eso para mi no sería de gran ayuda pero para ellos es su vida en cinco palabras seguidas.

El silencio me inspira y toco una canción que me se de memoria y me parece perfecta para el momento, ya que el silencio me parece abrumador y aburrido, el grupo es muy callado ya que no se escucha ningún otro ruido además de la maestra, algunos se sorprenden por el ruido que hago con el piano tocando música, otros se inspiran y sierran los ojos, pero una chica se empieza a reír en silencio, no se que le causa tanta gracia, pero yo sigo porque nadie me para.

El calentamiento, entrenamiento o no se bien que estén haciendo que no es el ensayo, tarda una hora, pero a mi no me importa tocar en el piano toadas las melodías que me se de memoria, incluso toco algunas que yo compuse, cuando acaban, la maestra da la instrucción de que se formen, luego se acerca a mi y me dice que toque lo de las hojas que me dio cuando ella me indique, mientras no me lo indique tengo que guardar silencio, me pongo nerviosa por un momento, porque se que mi maestro me está poniendo a prueba a mi, para ver quien se equivoca primero, yo o los bailarines, pero los nervios no me van a ayudar ahora.

Cierro lo ojos por un momento, pienso en el parque y Michael ahí, esperándome con su cara de gran gentileza, luego abro los ojos y describo a cada detalle lo que veo y siento:

 Un metro y medio de ancho, probablemente dos de largo, negro pulido, el banco hace juego y está cubierto de cuero, las teclas son de color marfil pero de plástico duro, son profundas y se deben tocar con un poco de fuerza, las acaricio con la yema de los dedos delicadamente mientras espero la señal de la maestra.

De esta forma me concentro y se me quitan los nervios, todos están formados y por fin la maestra me da la señal, empiezo a tocar, mis dedos vuelan con delicadeza sobre la teclas del piano, al principio me concentro mucho en lo que toco y como lo toco pero después  me distraigo escuchando las melodías sin darme cuenta de que sigo tocando. Empiezo a ver a los chicos y chicas que bailan, tienen una bella rutina, todos parecen tan flexibles.

El ensayo tardó mas de una hora, y cuando al fin todo terminó los estudian se fueron para recoger sus cosas e ir a lo que seguía, la maestra se acercó a felicitarme y yo le dije que si me podía quedar un rato más, afortunadamente ella me dio permiso. Esperé a que todos se fueran para empezar a tocar, cuando al fin el lugar estuvo vacío empecé a tocar cosas que e sabía desde niña, sintiendo el sonido de la música rebotar por todas las partes del cuarto, impulsándome a tocar más, saltaba de una a otro canción, llegó un momento en que tenía los ojos cerrados, hasta que escuche un ruido y sin parar de tocar me voltee en un impulso y vi a esa chica que se estaba riendo hace rato, ella estaba bailando con lo que yo tocaba. Ella no bailaba como los demás, que se veían concentrados o apasionados, ella bailaba por diversión, estaba feliz, ella reía y brincaba, hasta que ya no tuve otra cosa que tocar y lo terminé delicadamente.   

Ella también terminó y en seguida se puso a aplaudir, yo me pare y jugando hice una reverencia, las dos nos reímos, luego platicamos por un largo rato, tuvimos mucho tiempo para conocernos, su nombre era Jenifer. Después de un largo rato de platicar y de caminar de aquí para allá me acordé de Michael, nosotros seguíamos con nuestra costumbre de vernos en el parque, salí corriendo en cuanto me acorde, voltee a ver a Jenifer y le grité -¡SÍGUEME!- luego las dos corrimos al parque. Cuando llegamos me detuve a buscar lo, lo vi y caminé hacia el, estaba sentado, dormitando en una banca, me senté a su lado y lo desperté, el se volteó y me saludo con una cara de sueño, le presenté a Jenifer y del parque nos fuimos a un restaurante a comer, ellos dos se llevaron bien y desde entonces Jenifer y yo somos amigas.