"Señorita Flandre, la señorita Remilia requiere su presencia, ¿podría levantarse?"
"Hmm, ¿Eh?"
Al despertarse, Flandre se hallaba dentro del ataúd sobre la cama de su dormitorio, siendo una hada sirvienta lo primero que vio al despertar y también la que había quitado la tapa de este.
"¿Eh? ¿Qué hago aquí? Recuerdo haberme dormido en un sillón del comedor...uh."
La sirvienta se alejo un poco del ataúd, ya que Flandre estaba estirándose y necesitaba algo de espacio. Tras haberse alejado aproximadamente un metro, la hada sirvienta comenzó a hablar en un tono neutral:
"Permítame aclarar sus dudas señorita Flandre. Luego de un rato de que usted se durmiese, la señorita Remilia cargó con usted hasta este lugar."
"Oh, eso explica mucho. Si la ve, dele las gracias a mi hermanita."
"Eso haré, descuide. Por ahora, la petición de la señorita es que se dirija a la sala de estar, necesita de su presencia para llevar a cabo lo que se propone."
Flandre demostró sorpresa en su rostro. ¿Qué podría ser tan importante cómo para que se requiriese expresamente de su presencia?
(Si mi hermanita dice que me necesita, ¡entonces iré de inmediato a ayudarla!)
"Comprendo, ¡dígale a Remi que bajaré enseguida!"-dijo Flandre sonriendo.
"Muchas gracias, le deseo lo mejor. Con permiso."
Después de decir esas palabras, la sirvienta se retiró de la pieza.
"Je je je, ¡No puedo esperar a ver que es lo que mi hermanita me tiene preparado!"
Flandre empezó a imaginar un montón de posibilidades mientras se vestía, cada una mejor que la anterior. Debido a su mente infantil, varias de esas posibilidades eran algo absurdas, pero eso no evitaba que su emoción sólo aumentase.
Mientras Flandre se vestía, Remilia esperaba junto a Meiling y una gran cantidad de hadas sirvientas en la sala de estar. En las manos de Remilia yacía un paquete adornado con unas bellas y largas cintas color carmesí.
"Es extraño que me llame a un evento dentro de la mansión Ama, ¿está segura de que dejar la puerta sin seguridad es buena idea?"-comentó Meiling.
"No es como si hubiese pasado algo en la puerta últimamente. El mayor problema que hemos tenido fue hace unos 3 años, prácticamente sólo has tenido que sentarte a holgazanear todo el día..."
"Margaret, ese último comentario era innecesario ja ja ja"-respondió Meiling rascándose la cabeza.
"Pero es cierto, ¿o no Meiling?"-respondió Margaret cínicamente.
"Intentaré dar lo mejor de mí, no es mi culpa que no pase nada..."
"Por favor no peleen, no invité a ambas para que iniciasen un conflicto infantil"-exclamó Remilia en forma seria refiriéndose a ambas.
"Perdone Ama."-corearon Meiling junto a Margaret, las que tras eso, se dieron la espalda.
De uno de los rincones del salón, Lisette se acercó a Remilia.
"Ama, creo que Flandre se está acercando, ¡Recibámosla con entusiasmo!"
"Oh, ¡Tienes razón! Vamos chicas, ¡Muestren su mejor sonrisa!"
Todos los que se encontraban en el cuarto empezaron a sonreír, a pesar de que algunas sonrisas se veían algo forzadas, ya que había gran parte del personal que solía realizar todas sus actividades con una cara de póquer.
"Je je, emm, supongo que funcionará..."
A pesar de tener dudas sobre si es que este plan iba a funcionar o no, Remilia pensaba que el plan debía continuar. Todos los esfuerzos ejercidos por ella y los demás serían en vano si es que decidiese dar un paso en falso en un momento tan importante como el que este significaba. Mientras intentaba ordenar sus pensamientos, alguien decidió hacer su entrada.
"Hermanita, ¡ya estoy aquí!"
Una dulce voz hizo eco a través del amplío salón, ablandando los corazones de los sirvientes y acabando con sus preocupaciones, Flandre había llegado.
"¡Sorpresa Flandre, de parte de todos nosotros!"
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Wings of Regret
FantasyEsta historia está basada en Touhou Project. Los hechos toman lugar durante la infancia de las hermanas Scarlet, mucho antes de la aparición de la Mansión Scarlet Devil en Gensokyo. Flandre intentará acercarse a los seres humanos desconociendo de s...