Di si, Di si

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((Antes que nada debo decir que usare algunas canciones para dirigir la historia y/o darle profundidad a alguna situación))

Era sábado por la mañana, un castaño de nombre Hashirama Senju se había levantado de un salto de la cama, estaba emocionado, poseía una gran sonrisa en la cara con un sonrojo muy leve en las mejillas.

Después de años.... Ese mismo día le confesaría su amor a su eterno amigo y amor Madara Uchiha, en el cual no dejaba de pensar todo el tiempo.

Desde hace años lo amaba en secreto a tal punto de hacer todo lo posible para estar a su lado, cosa que era muy difícil, el Uchiha era de las personas que odia el contacto físico y se fastidiaba con facilidad, cosa que hacía que las cosas fuesen más difíciles considerando la personalidad del moreno.

Corrió hacia su armario, ahí tenía su mejor ropa, necesitaba verse bien para esa ocasión, tenía que ir bien vestido, inspecciono cada una de sus prendas usando todo su sentido crítico, necesitaba algo llamativo pero sencillo, que remarcara su cuerpo pero que no lo hiciera ver atrevido, que tuviese estilo pero nada que lo hiciera resaltar tanto, ''Mierda...'' solo podía pensar con desesperación ¿Qué debía usar? ¿Qué le parecería bien a su amado?.

Se desanimó en cuanto se dio cuenta que nada de lo que tenía le agradaba, agacho la cabeza frunciendo el ceño, fijo su mirada en el piso, no se vería bien con nada, era una mierda, de seguro por eso no tendría el amor del Uchiha, lentamente se dejó caer en el suelo, eso no lo ponía triste, si no lo deprimía demasiado.

Fijo su vista en el suelo, observando todo lo que podía aun desanimado, fijo la vista en una esquina de su habitación, observo algo que aparentemente era una prenda de ropa, no estaba muy seguro ''¿Qué es eso?''.

Se levantó para dirigirse hacia aquella prenda, la tomo entre sus manos, era una simple camisa café claro de tela suave, no estaba nada mal, saco de su cuerpo la simple camisa blanca que usaba para dormir para colocarse esa prenda.

Ya tenía la camisa, el pantalón no fue tanto problema, tomo un pantalón negro y unas sencillas sandalias del color de su camisa haciendo juego, peino su cabello con cierto detalle, se tenía que sentir seguro, su futuro novio odiaba a la gente insegura.

Se miró en el espejo ¡sin dudas se veía bien! Había hecho mucho escándalo, cosa con la cual se rio bastante, sus repentinos ataques de depresión no duraban mucho, quizás solo unos minutos o incluso segundos si la situación que lo deprimía no era muy importante.

Miro el reloj el cual estaba apoyado sobre su mesa de noche, eran las 6:30am, cualquiera pensaría que es algo temprano como para ir a visitar a alguien, pero él sabía que Madara se levantaba a las 5:00am todos los días para hacer un entrenamiento de una hora mínimo para después llevar a casa y ver a su hermano.

Logro saber eso ya que por un tiempo lo siguió a todos lados, supo donde vivía, que hacia durante todo el día además de cuidar a su hermano, a donde iba habitualmente, estaba consciente de que seguir a alguien era obsesivo y a tal punto daba miedo, pero realmente necesitaba saber todo sobre pelinegro.

Antes de salir se colocó de la colonia más fina y cara que tenía para oler bien, después de eso salió de su casa corriendo a la velocidad de un jet, estaba nervioso y emocionado al mismo tiempo, sus pensamientos estaban más que revueltos, no podía pensar con claridad, la casa el Uchiha quedaba muy lejos de donde él vivía, aproximadamente tardaba 40 minutos en llegar por lo que se apresuró más.

No le agradaba la idea de estar tan lejos de su amigo, mas sin embargo tenía que vivir con su clan, el cual estaba cerca de una pequeña plaza, mientras él otro vivía con su clan casi por la puerta de konoha.

¿Por qué tienes que ser tan grosero? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora