Eran aproximadamente las 8:00pm, el clima había cambiado radicalmente, de un día soleado y cálido a una noche fría con una leve lluvia, Hashirama se encontraba recostado en su cama arropado con una cobija, aun planeaba como ganarse del corazón del Uchiha.
Pensar algo por horas, odiaba hacer eso, pero no tenía otra opción, desde que dejo la zona del clan Uchiha llego a su casa, se dirigió a su cama y solo se hecho a la cama a pensar, no había comido o bebido algo en todo el día, no tenía planes de hacerlo hasta tener una idea de que lo dejara convencido totalmente.
''Madara no es tan frio cuando ganas su confianza, pero vamos... somos de clanes diferentes y aunque fuimos amigos en el pasado el ya no confía en mi... eso me hará más difíciles las cosas'' suspiro posando sus manos sobre su rostro demostrando un gran cansancio.
Pasaron alrededor de 20 minutos, ¡Tenía una idea! Se levantó de la cama rápidamente para ir a su cocina, ahí tenía una pequeña caja de chocolates la cual había planeado dársela a su amigo si es que aceptaba sus sentimientos más sin embargo la dejo en ese mismo lugar por lo que sucedido.
Se la obsequiaría al pelinegro para después hablar mejor sobre lo que había pasado, se dio cuenta que no se le confeso de la manera correcta por lo que trataría de arreglarlo de cualquier manera si es que se podía.
Tomo la caja, se colocó un abrigo y salió de su casa, la lluvia era leve, mas sin embargo eso no impedía que hubiese una brisa fría, comenzó a caminar apresurado de la misma manera que había hecho en la mañana.
Esta vez llego en 40 minutos, el frío no le permitió ir más rápido, estaba mojado y temblaba un poco, con la poca luz que había fijo la mirada en la casa del Uchiha, no entraría por la puerta, ya que era seguro que nadie le abriría.
Noto que una de las ventanas de la parte de arriba estaba abierta, decidió entrar por ahí, no encontraba otra manera, concentro chakra en la planta de su pie para comenzar a subir por aquella pared hasta llegar a la ventana.
Con mucho cuidado y silencio abrió la ventana para entrar en él cuarto, miro ese pequeño lugar, solo había una mesa de noche, un armario y una cama donde se encontraba su amigo durmiendo, todo era muy calmado.
Dejo la caja en el piso cuidadosamente y comenzó a acercarse a la cama de puntas para evitar despertar a quien se encontraba durmiendo, ya cerca de la cama miro al Uchiha, dormía pacíficamente, de una manera tan tierna para él, con su mano quito unos mechones de cabello que cubrían la cara del pelinegro.
Se sentó en la orilla de la cama acariciando su cabello, sonrió ¿Quién diría que alguien tan sádico como Madara parecería un angelito mientras dormía? Comenzó a acercarse a su rostro lentamente, deseaba besar esos preciosos labios.
Topo suavemente su nariz con la de él de manera tierna, realmente deseo eso por años, no dejaba de sonreír, se acercó aún más, sentía su calmada respiración, metió una de sus manos bajo la cobija que cubría el cuerpo del Uchiha para tomar su mano.
El otro hizo un leve movimiento casi imperceptible cuando sintió la mano del moreno sobre la suya, lentamente abrió los ojos topándose con la cara del Senju muy cerca de la suya.
Movió lentamente la mano que tenía libre, formo un puño el cual termino estrellándose contra la cara de Hashirama haciéndolo caer al suelo.
-¡Nii-san!- grito el Uchiha
El castaño estaba confundido, no por el golpe en la cara, si no por otra cosa ¿Por qué Madara gritaría Nii-san? Él era un hombre fuerte que no necesitaba llamar a alguien para que lo defendiera.
ESTÁS LEYENDO
¿Por qué tienes que ser tan grosero?
Fanfiction¿Qué se puede llegar a hacer por la persona que amas? ¿Podrías estar todo el tiempo a su lado? ¿Podrías ganar su corazón lentamente hasta que te amé? Para lograrlo el tiempo tiene que pasar para obtener la respuesta, Durante el tiempo que se trata d...