Piel blanca como la nieve.

172 37 0
                                    

Había una vez un reino lejano y hermoso, era gobernado por una Reina hermosa y un Rey muy bueno que vivian en un gran castillo que estaba en un gran roca alta y abajo estaba un pueblo muy hermoso. Pero no hablaremos de ellos, hablaremos de una chica que esta saliendo con un libro de "Blancanieves y los 7 Enanitos" de una librería en el centro del pueblo.

La chica es muy hermosa, muy inteligente para los estudios, curiosa para lo prohibido, muy tonta para el amor y muy explosiva de carácter. Es una combinación catastrófica que podía hacer mucho daño y más cuando le encanta aprender de las artes oscuras.

La chica estaba esperando un bebe, de un noble que poco le importaba otra cosa que no sea su estatus en la sociedad. La chica estaba segura que el noble la despasaría y vivirían muy felices para siempre con su futuro hijo, ella estaba segura que él la amaba, cosa que era más que una vil mentira.

Él noble al enterarse del embarazo temió por su puesto en la sociedad si se llegara a saber de un bastardo suyo y que se haya llevado a la cama a una simple chica cuando él ya estaba comprometido. Hizo lo que pensó que fue lo más sabio para su pequeña mente llena de temor, acusar a la chica de brujería con él Rey.

El Rey asustado porqué hubiera una bruja en su reino y más cuando su amada esposa había entrado en cinta, temiendo por todos ordeno por que mataran a la chica.

Horrorizada decido escapar al bosque con algunas de sus pertenencias: libros de hechicería que le costó años y esfuerzo encontrarlos, el libro de Blancanieves para leerle a su bebé, comida para dos días, algunas semillas y algo de dinero. Robo un caballo y escapó en la noche al bosque que rodeaba el pueblo.

Destrozada y en llanto consigo un gran tronco de un árbol gigante donde se oculto aquella noche y muchas más. Sufriendo por ser crédula y acariciaba su vientre tratando ser fuerte. Juro venganza contra todo el reino y decidió volverse en lo que la acusaban.

De apoco y antes que llegara el invierno construyó una casa en aquel troco con algunos hechizos simples que había aprendido con el tiempo. Pero tenía que ser más rápida, pronto daría a luz y no había mucha comida. Decido usar por primera vez un hechizo de cambio de apariencia y fue al pueblo a conseguir comida para el invierno y lo necesario para su bebé.

Aquel 12 de enero la Reina y la Bruja dieron a luz, la Reina una niña y la bruja un varón. Uno criado en la riqueza y el otro entre una pequeña cabaña en el Bosque que nadie se atrevía a acercar. Lo único que tenían en común los niños es que tenían el cabello negro como la noche, piel blanca como la nieve y labios rojos como la sangre. Lo demás ni tenía una pequeña Semejanza entre ellos, ni su altura, ni nariz, ni risa o personalidad.

— Mami, ¿por qué la gente del pueblo no nos quieren? — pregunto inocente el pequeño KyungSoo.

—Solo por que no le gusta lo que hace tu madre, creen que la magia es mala, cariño — ella acostaba a su hijo entre sábanas de piel de animales y alguna que otra de tela que había conseguido en aquella cama de paja mayormente.

—Son tontos, la magia te hace fuerte y especial — dijo entre pequeñas risas traviesas.

—Tienes razón, mi pequeño diablillo. Pero recuerda, siempre hay que dar un gran pago para tener algo de ella—le hizó cosquillas a su hijo y luego un beso en la frente — Vamos, que te voy a contar Blancanieves para que te duermas - se paro a buscar el libro ya viejo y desgastado.

—¡Si! —exclamó con emoción el infante y se acomodó en su cama para su historia favorita.

"Había una vez un reino muy muy lejano, donde vivían un Rey y una Reina muy felices. Más cuando se enteraron que tendrían un hijo y se llenaron de regocijo. Pero, la Reina murio después del parto y dio a luz a una niña, cabellos como el carbón, labios rojos como cereza y blanca como la nieve. Por eso es su nombre Blancanieves"

— ¿Algún día yo seré querido como Blancanieves?— preguntó el niño interrumpiendo la lectura de su madre.

—Yo ya te amo, con eso bastará entre los dos —dijó su madre sacándole una sonrisa — Blancanieves solo fue una tonta con suerte en la vida, cariño. Los príncipes siempre buscan oro y más tierras cuando van por princesas. Normalmente esto nunca pasa en la vida real —dijó con Sabiduría la madre.

— Si me dan un príncipe y cosas por no hacer nada, yo también quiero ser Blancanieves, aunque sea un tonto — dijó bostezando el niño.

—Tú eres un niño muy inteligente y muy poderoso en la magia. No necesitaras ser un tonto con suerte para lograr lo que quieres, cariño. Ahora duerme que mamá tiene cosas que hacer en la noche — dio un beso al niño en la mejilla y su mirada estaba llena de amor hacia él.

— Buenas noches, te quiero, Mami — dijó para cerrar sus ojos y acurrucarse en las sábanas y pieles.

La bruja solo sonrío y se levantó para buscar su capa. Hoy cumpliría su venganza y por fin su mente estaría en paz.

.
.
.

Ya había envenenado a aquel noble que una vez amo, hizo que con un hechizo matara a toda su familia antes de morir él. Le costó mucho aprender aquel hechizo y 20 años de su vida a cambio de hacer el hechizo, también hacer el veneno que había utilizado los restos robados partes de humanos del cementerio, pero había valido la pena.

Cansada y apenas iba ser la media noche subió con el caballo a todo lo que podía al castillo. Se vengaria de aquel que la mando a matar y creyó en aquel noble.

Uso un hechizo de cambio de apariencia a una joven rubia con un gran vestido y un gran carruaje para el baile en honor a que la Reina tendria otro hijo. Uso la invitación del noble a quién asesino unos minutos antes para entrar a palacio.

Bailo para no levantar sospechas y cuando la Reina se alejó a uno de los tantos balcones del palacio, cambio otra vez su apariencia a una mujer mayor noble. Se le acercó con amabilidad y respeto, tratando que su sed de venganza no se notara mucho.

—Quiere una manzana, la agarre de la mesa de comida y me la iba a comer aquí con tranquilidad, su majestad — trato de sonar lo más amable posible y forzó una sonrisa cálida.

La Reina sin importarle mucho, aunque vio con mala cara a la bruja agarro la manzana y le dio un mordisco. Parecía una mala broma cuando le empezó a picar la garganta y recordó cuando a veces la Nana le contaba que siempre le leía Blancanieves a su hija.

— Siempre me gusto Blancanieves, en especial la parte cuando muerde la manzana y cae en un profundo sueño. Aunque yo hubiera utilizado la muerte para hacer más eficaz su trabajo — dijó entre pequeñas risas cuando la Reina se sostenía la garganta y luego su estómago sintiendo un fuerte ardor.

La bruja cerro las puertas del balcón y salió como si nada hubiera pasado, iba a volverse para irse cuando choco contra alguien y volvió a ver al Rey que acaba de llegar para ver como la carne de la Reina desaparecía en la parte de su estómago y su garganta.

.
.
.
.

KyungSoo veía como quemaban a su madre en medio de la plaza del pueblo. Oculto bajo una capa roja que había cosido su madre hace pocos días y le quedaba muy grande para su cuerpecito que parecía de 6 cuando tenía 8 años de edad. Los gritos inundaban sus oídos y las maldiciones que lanzaba al reino su madre, conocía algunos por los libros que ella le había enseñado a leer y hechizo pequeños que había logrado aprender. Pero era demasiado tarde, ella dejo de gritar cuando su pequeña mente reaccionó del miedo y las lágrimas cesaron.

Era muy pequeño aun, también todavía no había desarrollado su madurez emocional y física. Una combinación desastrosa de nuevo.

Corrió adentro del bosque que él conocia y se dirigió a su hogar, quería aprender de los libros de su madre y no tener que sufrir de nuevo.

Pensaba en Blancanieves, quería un final feliz como el de ella y tal vez también una historia como la de ella. Tal vez fue el trauma de ver a su madre morir frente de él o crecer solo en un bosque con libros que no eran tan buenos para su desarrollo quien lo hizo así.

KyungSoo Y Blancanieves ›››››KaiSooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora