CAPITULO 3

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EVOLET

Y bueno que les puedo decir, es el día de universidad. Estoy comiendo mi cereal de pie recargada en la barra de la cocina, veo un poco de televisión, creo que es hora de aventura, pero hoy estoy un poco distraída ya que, mejor dicho, las chicas me darán un sermón y querrán hacerle algo a mi atuendo.

Solo de pensarlo ya estoy poniendo los ojos en blanco.

Listo

Mi desayuno súper nutritivo ya está haciendo su camino, listo.

Ahora me iré a lavar mis dientes, porque no tardan en pasar por mí.

Mi padre ya se fue hace una hora, ya que está un poco lejos su trabajo más el tráfico de todos los días, por eso prefiere irse con tiempo de más y añadámosle que es un pretexto más para no verme.

Las chicas llegan, como siempre la radio a todo volumen y para variar discutiendo por alguna tontería. Desde que las conozco siempre tienen algo que argumentar, pero sé que realmente se quieren y solo hacen eso para molestarse entre ellas y de paso a mí.

Me subo al pequeño escarabajo de Eileen para irnos directo a la universidad

-¿Enserio eso fue lo que decidiste ponerte precisamente hoy Evy?- Me dice Indora, al parecer y según ella está bastante molesta, yo solo me encojo de hombros y miro por la ventana como pasan los arboles a nuestro alrededor.

Ya casi llegamos.

Entramos en el estacionamiento de la universidad y ya estaban los respectivos grupitos de amigos saludándose, reencontrándose y poniéndose al corriente el verano que pasaron sin verse

Indira y yo nos bajamos, claro está decir que Indira estaba arreglando su ropa y dando un retoque a su labial, yo simplemente estaba viendo el edificio donde íbamos a pasar los próximos cuatro años de nuestras vidas, claro si sobrevivimos, Eileen se tardó un poco, mientras terminaba de poner sus cosas en su mochila con todo lo que ocuparía para sus clases, aunque más bien parecía como si se estuviera mudando de casa con tremendo maletón y claro Indira le dio guerra por eso.

Así pasaron todo el trayecto a servicios escolares, ya se me esta discusión interminable, de vez en cuando se detenían o distraían cuando veían a algún adonis y pues yo solo estaba bobeando a nuestro alrededor.

Llegamos a la oficina de servicios escolares a pedir nuestros respectivos horarios ya que no aparecieron el día de ayer en el portal web donde se supone que deberían haber estado los horarios. Cuando llegamos había unos dos estudiantes más que estaban haciendo lo mismo que nosotros, así que nos formamos a esperar, no sé qué es lo que les tomaba tanto tiempo que cuando menos lo pensé ya teníamos una fila enorme detrás de nosotros que iba más allá de la puerta y afuera en el pasillo.

Ellas se quejaban, yo solo inspeccionaba, no es que me interesara mucho, pero veía a todos los estudiantes que reingresaban y tal vez a algunos de los que podrían ser potencialmente mis compañeros de clases. Definitivamente es lo que iba a extrañar de la preparatoria, que bien o mal, siempre veía a mis amigas, pero aquí al parecer cada carrera tiene un edificio diferente y eso totalmente apesta.

Llegamos al mostrador y dimos nuestra información, ahora ya podemos percatarnos del porque se tardaban tanto, era una sola persona la que estaba atendiendo a todo este regimiento y bueno no es por discriminar a nadie pero la pobre mujer tiene como setenta años y parece que le toma una eternidad enfocar su vista en las teclas y el monitor que parecer ser sacado del año de la invención de la rueda, pobre mujer, ya me daban ganas de ir tras el escritorio y ayudarle, pero creo que lo vería como una estudiante rebelde que la quiere asaltar. No sería mala idea ver si aquí puedo trabajar o hacer mi servicio social, lo se aun no inicio clases y ya estoy empezando a elaborar todo mi plan estratégico-macabro.

MAS ALLÁ DE LAS ESTRELLASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora